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La historia de António Costa: el gran estratega

El ex alcalde de Lisboa es el primero en hacer historia en Portugal. De ser el gran derrotado en las elecciones portuguesas a primer ministro gracias a su habilidad para lograr acuerdos imposibles

La historia de António Costa: el gran estratega

Sus inicios en la política

Hasta abril de 2015 y tras estar ocho años al frente de la capital portuguesa en sucesivas reelecciones, la última con el 51% de los votos, Costa fue alcalde de Lisboa.

Bajo su mandato, Lisboa se abrió al mundo. Se convirtió en la ciudad europea de moda, fomentó el turismo y apostó por los más jóvenes que llegaban para emprender.

Con sus ahora 55 años, lo había hecho casi todo en política: ministro, concejal en andurriales, diputado en la Asamblea y eurodiputado en Bruselas. Una larga vida política con muchas batallas, la mayoría ganadas. Pero su ambición política buscaba algo más.

El líder socialista, António Costa | EFE

Nacido en Lisboa en 1961, heredo la avidez de sus padres. Su madre, Maria Antónia, llevaba a Costa a las distintas manifestaciones. Su padre, el escritor Orlando da Costa, se crió en Goa, antigua colonia portuguesa, hoy India. Militante comunista, fue encarcelado durante la dictadura de Salazar.

A sus 14 años se sumó a militar al Partido Socialista (PS) y a los 18 disputaba poder en la facultad. Ya con 32 fue por más: le disputó al Partido Comunista (PC) la alcaldía de Loures, una ciudad dentro de las inmediaciones de Lisboa.

En 1993, António Costa se armó su propia campaña política. Su principal fuerte fue denunciar el desastre de los accesos de la ciudad, pero si bien quedó a un punto de la victoria, le quitó la mayoría de votos al PC.

Fue ministro, a intervalos, durante seis años (entre 1997 a 2007), y en sus diferentes funciones instauró la videoconferencia en los tribunales y puso pulseras electrónicas a los presos.

Como ministro de Asuntos Parlamentarios en el Ejecutivo de António Guterres, su misión era quitarle acuerdos a la oposición y así darle oxígeno al Gobierno. En 40 años, ha sido el único Gobierno minoritario que completó una legislatura. 

Su deseo para llegar al máximo cargo 

Costa decidió asumir sus responsabilidades políticas cuando dispuso dejar la Alcaldía de Lisboa para presentarse a la Secretaría de su partido. Para ese entonces, mandaba el socialista Antonio José Seguro y su aparición  fue vista por algunos como una "traición". Para otros, Costa era el mejor candidato para disputar las elecciones generales que se disputaron el 4 de octubre de 2015. 

Costa en las elecciones generales del 4 de octubre de 2015 | Foto: NA

Durante la campaña, el ex alcalde era visto como el candidato de la "alternativa a la austeridad", sin embargo, no consiguió los suficientes votos. Esa misma noche, reconoció la derrota y felicitó a Passos Coelho por los resultados, quién se convirtió en el primer mandatario reelegido tras aplicar las recetas de la Troika.

Pero los acontecimientos políticos posteriores se fueron poniendo de su lado y Costa supo aprovechar la oportunidad histórica para darle la vuelta a los resultados electorales. Después de haber perdido las elecciones, consiguió lograr el respaldo de la mayoría del Parlamento. 

Costa durante la ceremonia de toma de posesión del nuevo gobierno | Foto: NA

De esta manera, el socialista Antonio Costa entró en la historia de la democracia portuguesa al conseguir algo que ningún otro político había logrado: formar Gobierno a pesar de no haber sido el vencedor de las elecciones.

Su capacidad de negociación permitió derribar al conservador Pedro Passos Coelho, que duró menos de un mes en sus funciones. Así, el Partido Socialista (PS) de Costa consiguió llegar al poder con el respaldo parlamentario del Bloque de Izquierda (aliado en la UE a Syriza y Podemos), el Partido Comunista Portugués (PCP) y los ecologistas Los Verdes, sumando mayoría absoluta.

Estabilidad gubernamental y crecimiento 

Pese a todos los pronósticos, Portugal se ha convertido en un modelo a seguir: los funcionarios públicos y los jubilados han recuperado gran parte de los sueldos y las pensiones que fueron recortados por la Troika.

A su vez, las privatizaciones aprobadas por el anterior Ejecutivo conservador de Pedro Passos Coelho han sido canceladas y los transportes públicos han vuelto a ser de dominio público.

Las política implementadas han conseguido bajar el déficit y posicionar a la economía que más creció de toda la Eurozona durante el tercer trimestre del 2016.

Reconocimiento Internacional 

A nivel comunitario, Portugal ha pasado a ser un referente europeo en el recibimiento de refugiados y fue reconocido por la Comisión Europea y la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) por ser uno de los países que más esfuerzo han mostrado en este aspecto.

El presidente francés Hollande junto a António Costa | Foto: NA

A su vez, Portugal marcó un nuevo récord mundial al convertirse en el primer país en vivir exclusivamente a base de energía renovable durante cuatro días seguidos.

A nivel educativo, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que evalúa el rendimiento de estudiantes de 72 países a partir de exámenes que se realizan cada tres años, demostró que Portugal es el país que más ha mejorado en los últimos 15 años.

Triunfos deportivos

La victoria en la Eurocopa liderada por Cristiano Ronaldo, desató una celebración histórica en Lisboa. Pero no fue el único triunfo. La sub-17 de fútbol alzó la copa europea, derrotando a España en el Campeonato de la UEFA en Azerbaiyán.

Portugal campeón de la Eurocopa 2016 | Foto: NA

La selección nacional de hockey también se convertió en campeón europeo al derrotar a Italia en la final y  en diciembre de 2016 la selección junior surf se consagró campeón europeo en Marruecos.

Los nuevos desafíos  

Si algo le faltaba a Costa era llegar al máximo cargo del Gobierno, y la primera vez que lo intentó lo ha conseguido. Si bien hay portugueses que creen que le falta legitimidad política porque no venció las elecciones y lo critican por derribar a la derecha, él asegura que lo ha hecho, no en beneficio personal, sino para acabar con la austeridad en Portugal.

Costa demostró que se puede gobernar en minoría con el respaldo de partidos que ese entonces no habían tenido responsabilidades gubernativas y con los que hay diferencias ideológicas sustanciales.

Cumpliendo las reglas internacionales pero aliviando la austeridad que durante los últimos cuatro años han sufrido los portugueses. Quizá así, consiga el voto popular que una vez tuvo que forzar en el Parlamento.