Defensores de los derechos que defienden a las personas homosexuales elogiaron un fallo de una corte federal de apelaciones que establece que los dueños de empresas no pueden discriminar a sus empleados por su orientación sexual.
Se trata de ampliar las protecciones de la Ley de Derechos Civiles de 1967 contra la discriminación de género que defiende a los empleados LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero) en el lugar de trabajo. Sin embargo, este avance se contradice con una decisión anterior que sostiene que los trabajadores gays y lesbianas no están protegidos por leyes de antidiscriminación.
El caso que desencadenó el debate fue el de la profesora Kimberly Hively quien demandó a su antiguo
empleador debido a que la despidieron del Ivy Tech Community College de Indiana por ser lesbiana.
"Una mujer discriminada por ser lesbiana es igual a una mujer discriminada por ser mujer ya que ninguna eligió su condición", afirmó el juez Richard Posner.
En una opinión contraria, la jueza Diane Sykes dijo que sus colegas no deberían reinterpretar el significado de una ley, de modo que se opuso a la decisión de extender el derecho de las personas homosexuales.
Por su parte, las asociaciones de derechos homosexuales elogiaron la decisión de ampliar la norma y expresaron que "es contra la ley discriminar en base a su orientación sexual". De todos modos, la decisión final a este debate la tendrá la Corte Suprema de Estados Unidos.