_20.12.371172_sq.png?w=1024&q=75)
A los 85 años, el productor es protagonista de una serie que cuenta su vida y su extensa trayectoria en los medios.
Las mil vidas de Fernando Marín: de crear íconos de la TV a su controversial presidencia en Racing
Leer más (6 min)
Deportes -
A pesar de las maniobras distractivas que pretendían que se pase por alto el hecho de que una persona cargaba un maletín con un millón y medio de pesos en su interior, un delincuente detectó la situación y lo arrebató mientras la mujer que lo iba a depositar aguardaba por su turno en la fila del banco.
El increíble hecho tuvo lugar el pasado viernes 11 de mayo a las 13:30 hs en una sucursal del Banco Provincia, ubicada entre las calles Rucci y Warnes, en la localidad bonaerense de Villa Diamante.
El dinero, $1.450.000 en total, pertenecía a una empresa textil que ideó este "plan infalible" para evitar una salidera bancaria. Desde su sede, partieron dos policías bonaerenses -próximamente desafectados por realizar trabajos adicionales en negro- que, al arribar al banco, intercambiaron maletines con una mujer que los esperaba allí para despistar a cualquier maleante atento.
El maletín que la empleada de la textil llevaba estaba vacío, y, tras el canje, debía depositar la millonaria suma en una cuenta ya especificada.
Sin embargo, mientras esperaba a ser atendida en la fila, uno de los individuos que se encontraba sentado aprovechó una distracción y tomó el bolso, para luego escapar corriendo. Había cuatro policías y vigiladores custodiando la zona, pero ninguno logró detenerlo.
Afuera, a este falso cliente lo esperaba un cómplice con el que huyeron a pie. En tanto, los investigadores analizan el material recogido por las cámaras de seguridad de la zona para poder identificarlos.
De acuerdo a la información que se pudo recabar, los asaltantes tendrían entre 30 y 40 años y sus rostros quedaron registrados en las cámaras de seguridad del banco.
¿Más cómplices?
El fiscal Jorge Grieco, a cargo de la investigación, apuntó a los policías que llevaron la suma al banco como los "entregadores", y ordenó secuestrar sus teléfonos celulares.
Sin embargo, la mira no está puesta solo en los efectivos, sino que los empleados del banco también, ya que cuando el delincuente escapó no había ningún vigilador, donde habitualmente siempre hay uno entre los cajeros y la puerta.
