Una gastritis erosiva con signos de sangrado obligó al presidente Alberto Fernández a suspender su participación en la apertura del G20, en Bali. El diagnóstico llegó luego de que el mandatario sufriera mareos y una descompensación.
"Fue un episodio complicado. Sangró mucho y eso le provocó una descompensación", indicaron fuentes de su entorno. El jefe de Estado debió realizarse estudios en el Sanglah General Hospital, el centro de salud más grande de Bali, donde optaron por colocarle suero.
"En el día de la fecha el Señor Presidente de la Nación Argentina, Dr. Alberto Ángel Fernández fue evaluado medicamente, se diagnosticó una gastritis erosiva con signos de sangrado, recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico", informó a través de un comunicado la Unidad Médica del Presidente.
El mandatario permaneció en observación durante más de cuatro horas, acompañado por el ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin, mientras que además estuvo la portavoz Gabriela Cerruti; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el médico de la unidad presidencial, Manuel Estigarribia.
Fernández retomó su agenda esta mañana (hora argentina) con una bilateral con su par chino Xi Jinping, en el hotel Mulia, en Bali.