El presidente Alberto Fernández se reunió en Bali, Indonesia, en el marco de la cumbre del G20, con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
En el salón Tampa Ksiring del Hotel Meliá, el mandatario estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Sergio Massa; y el embajador argentino en Estados Unidos, Santiago Argüello. Georgieva, en tanto, se presentó acompañada de Gita Gopinath, consejera Económica y directora del Departamento de Estudios; Kristina Kostial, directora gerente adjunta del organismo; Christian Mumssen, director de Finanzas; y Krishna Srinivasan, director del departamento de Asia y el Pacífico.
"Es muy importante que la Argentina mantenga el rumbo tal como lo hizo tan exitosamente durante los últimos meses", dijo al término de la reunión la titular del organismo internacional de crédito.
Fernández retomó su agenda bajo control médico, tras la gastritis erosiva con sangrado que sufrió este martes, y que lo obligó a suspender parte de sus actividades.
Durante el encuentro, que duró unos 50 minutos, se habló del costo de la guerra en Ucrania, con la idea de reducir las metas de pago de la deuda, informaron fuentes oficiales. Además, volvió a plantearse el tema de los sobrecargos, que Georgieva se comprometió a tratar en el board en diciembre próximo.
Fernández y Georgieva habían tenido un último contacto el 19 de septiembre en Nueva York, en el marco del 77° Período de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, oportunidad en la que le había pedido una solución al "problema de los sobrecargos", una distribución "más justa" de los Derechos Especiales de Giro (DEG) y la creación de un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad.
En aquella oportunidad, Georgieva elogió ese día el avance del programa económico del Gobierno.
Además, Fernández le reiteró a la titular del Fondo su preocupación por encontrar una solución al problema de los sobrecargos, conocidos también como sobretasas que cobra el FMI; una distribución más justa de los Derechos Especiales de Giro (DEG) y la puesta en marcha del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad.