Está atento a que cada colaborador esté desempeñando el puesto que más se ajuste a sus habilidades y competencias profesionales.

Se ha comprobado que una persona que no está capacitada para realizar las actividades de cierto puesto o sobre-calificada para el mismo, pronto se va a desmotivar.

No podés aprender sobre nuevas ideas, actitudes o preocupaciones de los miembros de tu equipo si no tenés una comunicación constante con ellos.

Utiliza cada oportunidad para interactuar con ellos y descubrirás cientos de nuevas formas de organizar tus actividades de forma más exitosa.

Elton Mayo (1880-1949), psicólogo y sociólogo especializado en organizaciones, constató que involucrando a las personas en las decisiones, mejoraban sus resultados.

Promové la comunicación en todas direcciones. Escuchá las propuestas de tu equipo y, de ser posible, ponelas en práctica.

Al conocer las áreas de interés de cada persona, podés ofrecerles posibilidades para que amplíen sus capacidades o se mantengan actualizados.

Es importante que prestes atención a que otras actividades la/lo apasionan además de su trabajo.

Todo logro merece ser celebrados. La ruta del éxito consiste en dar miles de pequeños pasos. Agradece y felicita por cada objetivo cumplido. Muéstrale a tu equipo que, en conjunto, se puede ir por un paso más y continuar avanzando así hacia el objetivo.

Hay diversos incentivos que pueden ser efectivos de acuerdo a los que cada colaborador privilegie: un regalo, un franco extra, días de vacaciones adicionales, una promoción o un premio económico.