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Filo.Cine | Cine de terror y sus monstruos de Nosferatu a Frankenstein: ¿de qué están hechos nuestros miedos?

En un gran presente para el género, desandamos algunos de los estrenos más recientes para remontarnos a los cimientos que establecieron los clásicos. ¿La primera película de terror de la historia fue un plagio? ¿no da miedo “Blancanieves” y los cuentos de hadas? ¿es verdad que un film argentino es una réplica de Freddy Krueger? Pónganse cómodas y cómodos, este no sería un episodio de terror, si no te contáramos sus misterios.

Filo.Cine | Cine de terror y sus monstruos de Nosferatu a Frankenstein: ¿de qué están hechos nuestros miedos?
Filo.Cine | Cine de terror y sus monstruos de Nosferatu a Frankenstein: ¿de qué están hechos nuestros miedos? | Créditos: Ailin Monjes.

Un año que comenzó con “Nosferatu” (de Robert Eggers) y casi cierra su mes del terror con “Frankenstein” (de Guillermo del Toro), no sólo significa uno especial para el género sino señala las bases de la maldad y los miedos que todavía hoy, como avisa –y no traiciona– la película (de Demián Rugna), nos acechan.

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¿Alguna vez escuchaste o dijiste: "no me da miedo el monstruo, sino aquello que me pone en peligro de verdad"? Una frase recurrente, que en cierta forma banaliza la aparición de las seres espeluznantes y al toque fantástico de las tramas.

Sin embargo, dejame decirte que ya desde el principio el terror tenía un anclaje social, más allá del simple efecto de asustar. Y sus seres, la metáfora -o representación- de los “pecados”: tanto el producto de la ambición y errores humanos, como aquello que las “buenas apariencias” intentaron silenciar.
 
¿Qué tiene que tener una buena película de terror?

Sobre todo una historia. Esa que le pasó al amigo del amigo de tu amigo (como decían en la serie animada canadiense de findes de los '90, "Freaky Stories", o conocida en Latinoamérica como "Historias para temblar"). Esa que te deje con la duda.

Con esta carta de presentación, te invitamos a ver el primer episodio de este segmento para Youtube, realizado con la dirección de Lautaro Segafieno, de Antonella Ríos como Asistente de cámara, y la producción de Giselle Repetto.

No hay espacio más ideal para una historia de terror que una juntada con tu grupo. Están charlando y de repente alguien cuenta su experiencia paranormal. Creer o reventar. Pero el relato ya surtió su efecto: y te quedás con la sensación

De la misma forma pero hace más de dos siglos atrás, nació “Frankenstein” (1819). Una noche de verano de 1816, el “año sin verano”, debido a la erupción de un volcán Tambora que provocó un clima invernal por causa de la ceniza que provocó fuertes lluvias y heladas, el poeta británico Lord Byron retó a sus invitados a escribir un relato de fantasmas. 

El encierro y las condiciones climáticas alimentaron el entusiasmo y terminó por motivarls aquella la biblioteca presente dentro de Villa Diodati, la icónica mansión en Cologny, Suiza, donde se hospedadron. 

Allí Mary Shelley concibió la idea de su novela, y a partir de un sueño con una imagen nítida, que en sus propias palabras, le causó el miedo que sentía, tenía que transmitir en sus páginas. "Debía ser terrible", escribió posteriormente. Allí, creó a su criatura y a Víctor, inspirada en las primeras investigaciones sobre descargas eléctricas en los cuerpos para ver si recuperaban la vida.

El primer día de rodaje, Guillermo del Toro mostró un dibujo de la criatura que había hecho cuando era adolescente. “Esto es como Jesús para mí’”, dijo, en una anécdota que recuerda su Víctor, Oscar Isaac para Los Angeles Times.

Al niño mexicano de una familia católica lo transformó leer la novela y ver la primera película de 1931 con Boris Karloff. Eso y el miedo que sentía en su infancia, lo llevó a dedicar su vida a crear sus monstruos (en una filmografía caracterizada por "El Laberinto del fauno", "La cumbre escarlata", la ganadora del Oscar "La Forma del Agua", entre tantas). Y a estrenar esta película que lleva soñando durante décadas, y a la que le dejó una referencia en su versión de "Pinocho" (película que también analizamos en este video):

Esa noche en lo de Lord Byron, Frankenstein no fue lo único que emergió. Allí John Polidori -su médico- escribió “El vampiro” (1819), casi la primera. Hay varias versiones que sostienen que incluso se copió más que basó y que habría querido hacerlo por cierta "venganza". En las mismas noches en Villa Diodati, Byron comenzó a escribir su relato que no finalizó titulado "El entierro", que cuenta de forma muy parecida la primera parte del texto de Polidori.

De todas formas, esta novela se dice que incluso, sirvió de inspiración para Bram Stoker para publicar Drácula (1897), quien a su vez se basó en un sanguinario príncipe rumano Vlad Tepes, conocido como Vlad Draculea o como más lo llamaban, "el Empalador", por su método de ejecución y tortura.

De allí se replicó –sin derechos y con una demanda que le costó la censura por plagio– la primera película de terror de la historia: “Nosferatu” (1922), dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau, y protagonizada por Max Schreck, sobre quien del mito de que el actor era un vampiro real (su apellido significa miedo en alemán), se hizo hasta una película (con Willem Dafoe).

Como el Frankenstein de Del Toro, para Robert Eggers “Nosferatu” (2025) fue la remake de su vida. Cuando era adolescente dirigió en su colegio una obra sobre este clásico que supo criticar la aristocracia, mostró cómo la gente moría a causa de las plagas, y por sobre todo señaló la posesión del deseo y la sexualidad que la época reprimía.

Por aquel tiempo, los vampiros eran parte del folklore y del boca a boca, como los cuentos tradicionales, difundidos ante todo para fomentar la disciplina en las niñas. Podríamos hasta relacionar la figura de la "sirena" -al que le dedicamos un capítulo en particular- como criatura dentro de la categoría de "mosntruos", ya que en aquellos primeros mitos griegos eran descriptas como aves con cola de pez y su misión era atraer a los marineros con su canto para perderlos en las profundidades del mar.

“Nosferatu” es casi un anticuento de hadas donde la princesa es “incorrecta”, pierde “el príncipe” y gana la bestia. Justamente, este año, también se estrenó la remake de “Blancanieves”. ¿Qué no da miedo en ese primer largometraje de Disney además de la secuencia en el bosque, una reina que pide el corazón de una adolescente en un cofre, y la representación de una bruja (que en el cuento muere incinerada por los enanitos)?

Tal vez la competencia por la belleza inalcanzable de la que se nutre “La Sustancia”. Con el body horror (desde el cine de Cronenberg y su conexión con los avances tecnológicos) como género en auge que estrenó "Together" este año. Igual, Disney sí tiene una película de terror, más bien medieval: “El caldero mágico” (1985, un fracaso de taquilla que se convirtió en un film de culto por sus innovaciones en el género medieval, los personajes y el tono narrativo), así que si no la vieron ya saben.

Mariana Enríquez –a quien también encontramos en el cine con "La Virgen de la tosquera" de Laura Casabé y guión de Benjamín Naishtat, la adaptación de dos sus cuentos del libro "Los peligros de fumar en la cama" –  sostiene que la figura del niño en el terror es la deuda que la sociedad tuvo con él. Creo que no hay mejor premisa que nos hable de “Haz que regrese” ("Bring her back"), una de las mejores películas del año que además habla de cómo seguimos viviendo después de la muerte de alguien que amamos.

Y “La hora de la desaparición” ("Weapons") lo tuvo todo: posesión, el prototipo de monstruo en Gladys (como los clásicos Freddy Krueger y Jigsaw), la experiencia del director que la escribió para atravesar un duelo, y hasta el toque disruptivo de humor que la emparenta con “Scary Movie”. Si de humor-terror hablamos, “Los Locos Addams” son un infaltable. Ahora recreado con el sello que Tim Burton le da en “Merlina” (estrenando su segunda temporada) y lo caracterizó a lo largo de sus películas.

Y acá se abre otra gran cuestión del género: lo paranormal. Con ello, “El Conjuro” es no sólo la franquicia más taquillera -que viene de estrenar su cuarta película- sino la más extensa con sus dos spin-off “Annabelle” y “La Monja”; siguiendo el legado de “El Exorcista”. La aparición del espíritu de una persona fallecida es uno de los miedos más extendidos, y a su vez la confirmación de otro plano que puede colarse dentro del nuestro. 

Alfred Hitchcock sostenía que el suspenso era como una “bomba debajo de la mesa”: mientras los personajes ignoran el peligro, la tensión crece en el público que sabe. Su “Psicosis” (1960) es la influencia al terror psicológico y a un gran subgénero: el slasher, el asesino que persigue y que tiene su trasfondo psicológico como en las icónicas “Hallowen” de John Carpenter, “La masacre de Texas”, “Viernes 13”, Hannibal Lecter y “Scream”.

Como la realidad supera a la ficción, su Norman Bates se basó en el asesino Ed Gein, que como Frankenstein también saqueaba tumbas pero no con fines científicos. Su historia llegó este octubre a Netflix en la antología que contó los casos de Dahmer y Los hermanos Menendez. 

Si hablamos de perseguir y no-muertos, los zombies son hasta un género en sí mismo (del que incluso "The last of us" recupera una tradición): que nos reflejan muchas veces una sociedad adormecida, el consumo voraz, y hasta los negocios de laboratorios frente a las enfermedades.

En “Destino Final” –saga que cumplió sus 25 años con su sexta parte– quien te persigue es La muerte. Porque como escribían los griegos (como el moderno Prometeo de Frankenstein) nadie puede escapar del suyo. Como de Pennywise, quien regresa en una precuela de la mano de los argentinos Bárbara y Andy Muschietti haciendo terror en el mainstream hollywoodense.

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De “El mono” a “Camina o muere” y “La vida de Chuck” -por nombrar solo las que se estrenaron este 2025-, ¿por qué se siguen adaptando las historias de Stephen King? Porque sigue siendo uno de los máximos exponentes en situar el terror en lo cotidiano, en los problemas sociales con metáforas en lo fantástico.

Como la trama de vivir en la Argentina. Que sí tiene una tradición del cine de terror y te invitamos a descubrirla en este primer especial, disponible en nuestro canal de Youtube.

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