Se cumplen seis meses desde la desaparición de Lian Gael Flores Soraide, el niño de tres años visto por última vez jugando frente a su casa en Ballesteros Sud durante la siesta del 22 de febrero. Su padre lanzó un conmovedor llamado: “Mantengan vivo a Lian, que no se pierda su imagen”.
A pesar de los nuevos rastrillajes ordenados en el cortadero de ladrillos, lugar clave en la investigación, no se han hallado pistas nuevas. Equipos especializados con perros rastreadores y otras herramientas realizaron tareas que el padre calificó como una mera “repasada” sin aportar novedades.
La Justicia intervino de forma inmediata, con un despliegue inicial que incluyó a más de 300 personas, policías, bomberos, rescatistas, drones y helicópteros, pero sin resultados concretos: no aparecieron huellas, vestimentas ni testigos presenciales.
Entre las hipótesis investigadas se encuentran un presunto rapto vinculado con la trata. También se analizó la sospechosa presencia de una camioneta blanca polarizada y los movimientos de una mujer de 74 años, conocida como “la abuelita”, quien fue vista cerca del lugar y luego viajó a Jujuy. A pesar de los allanamientos, estas líneas siguen sin sustento firme.
Aun con la galería de hipótesis abiertas y el protocolo Alerta Sofía activado en los primeros días, la familia denuncia falta de avances y transparencia. La recompensa de 20 millones de pesos sigue vigente y el padre insiste en que la sociedad siga atenta.
“Sé que es muy difícil, pero en algún momento esperamos que va a volver mi hijo”, repite Elías, apelando a no bajar los brazos.