Como cada miércoles, los jubilados iniciaron su marcha hacia el Congreso de la Nación para reclamar contra las políticas del Gobierno de Javier Milei y pedir por modificaciones y medidas para poder afrontara su vida en mejores condiciones económicas, pero la respuesta a esto, y como siempre ha sido, fue una represión policial.
El operativo, enmarcado dentro del protocolo antipiquetes impulsado por la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, hasta ahora dejó algunas personas heridas por el accionar policial y dos detenidos.
Uno de los afectados por el gas pimienta dispersado por las autoridades afectó al padre Paco Olveira, quién en ese momento se encontraba rezando junto a otras personas. Vale recordar que la semana pasada también había sido víctima de un hecho similar e incluso detenido junto a otra persona.
"Es muy triste lo que está pasando, se están pasando porque te tiran en los ojos. Me duele el alma, porque la leche que nos tiran en la cara es la que le falta a nuestros pibes. La policía me da pena porque recibe órdenes, aunque algunos te reprimen con saña. Hay que buscar las formas, porque hacemos una misa y se nos van a cagar de risa", expresó el párroco en diálogo con C5N.