Joaquín Sabina emocionó a la Argentina en su despedida y declaró su amor por Buenos Aires
El español arrancó con el primero de sus diez shows de despedida en Buenos Aires con menciones a Charly García, Andrés Calamaro y confesó que por el amor que le tiene, si algún día se pierde estará en la tierra de Diego Armando Maradona, el Che y Charly.
Joaquín Sabina emocionó a la Argentina en su despedida y declaró su amor por Buenos Aires | Foto: Guido Adler.
x Erika Cabrera y Antonella Punzino.
En código de despedida con el film de "El último vals" junto a varios argentinos, Joaquín Sabina arrancó su rally de 10 conciertos de su gira final "Hola y adiós" en Argentina. El show tuvo varios guiños a Buenos Aires, sus calles y la cultura local con la nostalgia y belleza que solo la podría recordar un viejo amigo. "Tengo una relación muy larga de amor verdadero", confesó Joaquín sobre esta tierra.
A las 21 horas en punto -dato para aquellos que vayan a disfrutar del show en las siguientes fechas- bajaron las luces y comenzó a sonar "El último vals" canción que lanzó el pasado octubre en formato de despedida de sus amigos y de su público con su videoclip proyectado en las pantallas grandes detrás del escenario. El film cuenta con la participación del gran Joan Manuel Serrat, a quien le dedica unas líneas tras la caída del escenario y es el primero en aparecer, después se apersona Leiva, de gran influencia en el último álbum del español y Mara Barros, que es su corista desde 2009. Entre los argentinos se destacan Andrés Calamaro y Ricardo Darín, mientras que la presencia charrúa es toda de Jorge Drexler. Estos últimos tres, al igual que Serrat fueron altamente coreados por el público argentino.
Joaquín salió a las 21.05, con el público se puso de pie para recibirlo, y cantó "Lágrimas de mármol", que también habla del paso del tiempo y cómo se sentía en aquel 2015/17 mientras componía: "El tren de ayer se aleja, el tiempo pasa/ La vida alrededor ya no es tan mía/ Desde el observatorio de mi casa/La fiesta se resfría". A los 76 años y con la voz entera -a pesar de querer la de Sergio Dalma, como él mismo confesó entre risas en la noche del lunes-, Sabina dio un show de dos horas, donde repasó 21 canciones entre sus éxitos más viejos y otros más entrados en estos años. Solo tres de ellas fueron interpretadas por los músicos de su banda: "Camas vacías" de Dímelo en la calle (2002) por Mara Barros; "Pacto entre caballeros" de Hotel, dulce hotel (1987) por Asúa Abasolo y "La canción más hermosa del mundo"(2002) por Antuán García de Diego.
Sabina arrancó su gira despedida "Hola y adiós" en Argentina con mucho amor y guiños al país, su idiosincrasia y su cultura | Foto: Guido Adler.
"Con Argentina tengo una relación muy larga de amor verdadero. Es una segunda casa para mí y muchas veces es la primera. Mis amigos de Madrid saben, que siempre digo allí, que si alguna vez me pierdo que vengan a buscarme a Buenos Aires", aseguró en medio de las ovaciones.
"Estaba pensando en todos estos años, la primera vez que estuve aquí de un modo profesional fue, no sé si os acordáis, en La Casona del Conde de Palermo, allá por los años '80, no a cantar, sino a dar una rueda de prensa. Después ya canté en el Teatro Ópera, luego crucé la calle Corrientes y empecé en el Gran Rex. Después me fui al Luna Park. Acabé cantando dos veces en La Bombonera de mi corazón -agregó en medio de los aplausos de los hinchas xeneize-. Para mí, Buenos Aires, aparte de la relación de amor, ha sido siempre un enorme foco cultural, en todos los sentidos, en la literatura: desde el Martín Fierro pasando por (Jorge Luis) Borges y (Julio) Cortázar, por (Raúl) González Tuñón y por mi queridísimo amigo Juan Gelman. Pero también es la canción de Atahualpa Yupanqui, (Carlos) Gardel, el polaco (Roberto) Goyeneche y (Enrique Santos) Discépolo. Hasta llegué a cantar en Clásica y Moderna un día, y me pidió canciones y se la di con Mercedes Sosa".
"Pero no acaba ahí porque luego he sido muy amigo de Charly (García) y de Calamaro", añadió en medio de grandes aplausos y ovaciones a los ídolos argentinos. Pero como no podía ser de otra manera, Sabina también recordó el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y mandó un "abrazo de corazón a toda la gente que ha sufrido daños en las inundaciones de Bahía Blanca".
El primer tridente de canciones lo completó con "Lo niego todo" del álbum homónimo (2017) y "Mentiras piadosas" (1990), con una gran escenografía de fondo que proyectaba videoclips o imágenes en cada una de las canciones.
Joaquín Sabina en Argentina | Foto: Guido Adler.
Todos esperamos que solo sea un hasta la próxima Argentina, pero como recita Sabina en "Nos sobran los motivos": "Este adiós no maquilla un hasta luego", o por lo menos a lo largo del show dio esa sensación.
En el público se observaban sonrisas gigantes, lágrimas y abrazos entre parejas, familia y amigos. Es que la música mueve esas emociones que a veces tenemos guardadas y así como un aroma nos transporta a una persona o un momento, las melodías tienen el mismo efecto.
Además de la guitarra electroacústica de Joaquín, la banda, que sonó increíble, está conformada por Antonio García de Diego (en guitarras, teclado y armónica), Jaime Asúa Abasolo (guitarras), Montenegro Borja (guitarras), Josemi Sagaste (saxo y percusión), Pedro Barceló (batería), la porteña Laura Gómez Palma (bajo) y Mara Barros (coros).
Joaquín Sabina y su banda despidiéndose del público argentino | Foto: Guido Adler.
Entre las 21 canciones, repasaron éxitos de su álbum 19 días y 500 noches (1999), como la canción homónima, que tiene la frase que le dio nombre a la gira: "Hola y adiós". Entre el repertorio también sonaron "Ahora Que...", "Una canción para Magdalena", "Donde habita el olvido" y "Noches de boda". También volvió a tocar "Quién me ha robado el mes de abril" (1988), que se lo dedicó a sus amigos que estaban presentes en el Arena de Villa Crespo.
En una majestuosa versión de "Peces de ciudad" (2002) que emocionó a más de un asistente y les recordó que tal como él comprendió en Comala "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".
En "Por el bulevar de los sueños rotos" (1994), canción homenaje a su amiga Chavela Vargas, cantautora mexicana, quien le dijo cuando lo conoció que vivía en el "bulevar de los sueños rotos" y Joaquín ni corto ni perezoso agarró su anotador y se puso a escribir esta canción, con menciones al repertorio de Vargas como "Paloma Negra" y "Macorina", que hoy es uno de sus grandes éxitos.
Joaquín Sabina recordó a los afectados por las inundaciones en Bahía Blanca | Foto: Guido Adler.
Ya llegando al final del show sonó "Y sin embargo" de Yo, mi, me, contigo (1996) con el inicio a cargo de Mara Barros como acostumbra hace años. Después fue el momento de "Noche de bodas" (1999), que lo engancharon con "Y nos dieron las diez" (1992). Esta fue la primera vez que se retiró toda la banda junto a Joaquín.
Al volver, Antuán interpretó "La canción más hermosa del mundo", Sabina volvió para el cierre del tema y explicó que la parte anterior fue el "hola" de la gira y en ese momento comenzaba el "adiós". Ese adiós incluyó: "Tan joven y tan viejo" (1996), "Con la frente marchita" (1990), "Contigo" (1996) y "Princesa" (1986). Un cierre hermoso y con mucha emoción.
Con la gira "Hola y adiós" Joaquín Sabina emocionó al público Argentino | Foto: Guido Adler.
El opening del show, a las 20, estuvo a cargo de Iván Noble que salió con su guitarra e hizo cantar a todo el estadio presente. Al momento de tocar "Otro jueves cobarde", recordó que fue una canción que escribió junto a Joaquín en su juventud. Antes del show, el cantante de Los Caballeros de la Quema había publicado fotos con Sabina en su juventud con unas melenas increíbles, distintivas de los 80's.