Carmen Sánchez Viamonte viene copando la parada hace años y empieza a cosechar lo sembrado: la gente poguea sus temas, corea sus letras y se conmueve con la entrega de la banda en los vivos.

El reconocimiento a su trabajo ha llegado a base de moverse, gestionar y proyectar, sí. Pero también por aprender a canalizar su ira a través de la música.

En la aurora de lo que será su próximo disco y "el primero que escriba sobre amor", Carmen recibe a Filo.News en el backstage, después de su show en Morán. Tiene una sonrisa de oreja a oreja y un chocolate que pesa 300 gramos.

- Filo: ¡Qué potencia! El show estuvo increíble, y... comentaste en el escenario que estás un toque engripada. ¿Puede ser?

- Carmen: ¡Gracias! Sí, anduve medio mal estos últimos días pero estudié específicamente cómo cantar en estas situaciones para no pasarla tan mal, jeje.

- Filo: Nos gustó mucho tu guitarra, pero no pudimos reconocer su modelo.

- Carmen: Porque es de un luthier, Sergio Nigrelli, la armamos según mis gustos: color, sonido y tipo de micrófonos, que en mi caso elegí dos P90 porque soy guitarra rítmica.

- Filo: Tenés videos en tu perfil de Instagram en los que enseñás a tocar tus canciones, pero en uno en particular decís: "No sé bien que acordes son... pero son éstos". ¿Cómo es el proceso creativo a la hora de escribir canciones?

- Carmen: Es bastante intuitivo. Es como jugar. Sola, en mi cuarto. Y hacer las canciones que necesito. Imaginariamente. Busco los sonidos en la guitarra que acompañan lo que imagino. Después las bajo a la PC con mi productor, pero antes, me importa que se note el factor humano.

- Filo: ¿Creés que hay lugares para ocupar en la escena desde lo contestatario y sobre todo pisando la distorsión?

- Carmen: Sí, absolutamente. Es algo que quería hacer y recién me animé en uno de mis últimos discos, que es "La Fuerza" (2022). Soy una persona bastante tranquila, pero tengo mucho enojo por dentro y tuve que aprender a enojarme, a canalizar ese enojo. Desde las canciones, me pegó la oleada feminista y la necesidad de decir algo. Muchas dimensiones del rock se boludizaron y empezaron a "llorar por las nenas". El chiste del rock es decir algo que atraviese como un rayo. Por eso surgió con tanta fuerza la escena del rock feminista y yo sigo sosteniendo esa bandera a fondo. Me gusta movilizar a la gente.

- Filo: Hablando sobre "La Fuerza" (2022), hay una parte de "Sabrás Acaso", tema de ese disco, en el que haces una referencia a las Chicas Superpoderosas, específicamente a Burbuja con eso de: "Amor, amor, amor, hace al mundo girar". ¿Puede ser o flasheamos?

- Carmen: Jajaja, ¡sí! Es un arreglo que metí, un puente. Ellas fueron una cosa fundacional en mi vida. En ese capítulo en particular, Burbuja revive al mundo cantando sobre el amor. Se va llenando de color. Son tres chicas cantándole al mundo sobre la importancia del amor. Sin querer, me recontra marcó. Porque es mi lema en la vida y porque es lo que pretendo hacer en la música: conmover a la gente. 

- Filo: Podría decirse que es una misión sumamente legítima en el contexto actual.

- Carmen: En el momento que atravesamos, más allá de la situación del país y a raíz de las redes, existe mucha alienación y bajada de línea hacia el individualismo: "Que el otro se muera, si yo me salvo". A mí me importa exponer otra cosa. Quiero demostrar la importancia de conectarse con los demás, con los sentimientos y con la empatía. Quiero demostrar que al final el amor vence. Porque es la fuerza más movilizante.

La artista oriunda de La Plata se presentará en CABA, en Humboldt (Ex Niceto Lado B) el próximo 24 de agosto y en su ciudad natal el 24 de septiembre, junto a Mostruo, que presenta nuevo disco. 

Carmen Sánchez Viamonte se ríe y nos revela "como primicia" exclusiva para Filo que planea estrenar un tema nuevo. En su show en Morán, además de los geniales "Piso 5", "Rayos Láser" o "Pensamientos Intrusivos", tiró tres canciones inéditas ella sola con su guitarra, aclarando que un par "no estaban terminadas".

No sabemos qué será lo próximo que venga en la carrera de Carmen, pero por las dudas bancamos fuerte.

Fotos: Gentileza Prensa