La Vela Puerca explotó el Arena de Villa Crespo: "Algo lindo después de casi 30 años es que las canciones siguen vivas"
Con invitados de lujo en una noche íntima, llena de banderas como acustumbra su público, donde las banderas de Uruguay y Argentina se entreveraban, como países hermanos que son.
Cerca de las 21.30 horas, La Vela Puerca salió al escenario con esa calidez que los caracteriza, para romperla y hacer pasar a todos una noche increíble. Es que los shows de La Vela lo tienen todo: desde momentos de euforia total a otros de calma y serendidad increíbles. Así, arrancó con un tridente de canciones más nuevas como Jugando con fuego (2022) y Casi todo (2018), pero en el medio mechó Huracan (2001).
Después sonó Así vivir (2011), muy coreado por el público, Por la ciudad (2001) y Escobas (2004). En ese ínterin, las banderas de Uruguay y Argentina se entreveraban en el campo del Arena de Villa Crespo, que veía debutar a La Vela ni más ni menos que el 25 de mayo, donde a más de un fanático en el campo se lo escuchó gritar: “¡Viva la Patria!”, cual Manuel Belgrano.
El show contó con casi la misma cantidad de invitados nacionales que uruguayos. En en la séptima canción del repertorio llegó el primero de los invitados de lujo con los que contó La Vela. Cuando empezó a sonar La pastilla (2022) Seba presentó al cantante de hip hop uruguayo Arquero para que los acompañe en el escenario.
Luego sonó La sin razón y Colabore (2007), que hizo saltar y abrir más de un pogo en medio del público, que totalizaron las 25.000 personas en el Arena de Villa Crespo.
A las 10.20 el estadio se llenó de nostalgia al escuchar Para no verme más (2007), canción en la que colaboró Cami Bustillo de la banda uruguaya Niña Lobo, al hilo sonó Caridad (2009) y luego fue el turno de Clarobscuro (2004) con Seba Andersen del Plan de la Mariposa, que toca el 14 de septiembre en el Arena de Villa Crespo.
Con Sin palabras (2004) el público volvió a estallar hasta el momento que comenzó a sonar Burbujas (2001), que llegó de la mano de, Néstor Ramljak de Nompalidece. Cebolla para presentarlo dijo: "Si suena un reggae..." y lanzó "llegó Néstor", abrazando a su amigo. Saltaron, cantaron y bailaron, parecían unos pibes de 20 años.
"Algo lindo después de casi 30 años es que las canciones siguen vivas y cuando nosotros ya no estemos más, sé que van a estar bien cuidadas", dijo al acercarse el final del show Seba Teysera.
Alta magia (1998), Por dentro (2001) y De atar (2004) fueron el tridente que dieron lugar al comienzo del cierre del show. Y el final estuvo a cargo de Zafar (2004), El viejo (2001) con el gran Juanchi Baleiron de Los Pericos, Llenos de magia (2004) y Vuelan los palos (1998), coreado por todo el público alentando al unísono del cántico obligado: "Vamo', vamo' la Vela, vamo' la Vela de mi corazón", ya sabiendo que era el final de la noche.
Toda la banda saludó junto a los invitados y era el momento de José Sabía. Seba sabe que este tema ya no se puede obviar en un show de La Vela. Salió con su guitarra acústica, pero esta vez no estaban solos. Subió con él Fede Morosini de la banda uruguaya Julen y la Gente Sola, quien tocó días atrás en el Konex.
El cierre de José Sabía está más vigente que nunca en una Argentina que sufre las consecuencias de una crisis económica y sonó perfecto en una fecha patria como la de ayer: "Cuando todo parece jodido es cuando hay que poner. Si todo parece jodido es cuando hay que poner".