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Espectáculos

“Argentina al diván”: una comedia que reflexiona sobre la historia de nuestro país

En diálogo con Filo.News, los protagonistas de la obra, Diego Reinhold y Daniel Casablanca, cuentan cuáles fueron los desafíos, cómo fue la construcción de los personajes y cómo viven la experiencia del teatro.

 

“Argentina al diván”: una comedia que reflexiona sobre la historia de nuestro país

“Argentina al diván”, la comedia de Marcelo Cotton en versión libre de Daniel Casablanca, Diego Reinhold y Guadalupe Bervih se encuentra en el ND Teatro con funciones los viernes y sábados a las 20:30 horas.

La propuesta de la obra es hacer un recorrido por la enorme experiencia argentina, para divertirnos, emocionarnos y brindar al espectador un grito desalineado: “¡Al gran puedo argentino salud…mental!".

En diálogo con Filo.News, Diego Reinhold y Daniel Casablanca nos cuentan cuáles fueron los desafíos de la obra, cómo están viviendo las funciones y por qué es necesario volver a la historia de nuestro país a través del humor y la comedia. 

“Sentimos que es como una comunión que sucede en el teatro, es muy emocionante”, comenta Casablanca, quien en su personaje representa a Argentina, a través de distintas épocas, con cambios de vestuario y escenografía. Además, agrega que en la versión libre que hicieron, incluyeron sus propios chiste y la puesta en escena, “es un espectáculo donde el compromiso es total”, sostiene.

Por su parte, Diego Reinhold, quien personifica a un psiquiatra, hijo de un padre psiquiatra medianamente conocido, intenta psicoanalizar a Argentina, en búsqueda de sus orígenes, y de su padres. “Es un placer poder hacer esta obra en un contexto tan complejo, poder reírnos de nosotros mismos y hablar de qué nos pasa como país”.


Al ser una obra que involucra tanto a la historia como al psicoanálisis vistos desde el humor, ¿cuáles fueron los desafíos que se enfrentaron?

Daniel C: El desafío o el miedo que teníamos era que uno no deja de estar contando la historia de nuestro país y desde el humor, no deja de ser una tragicomedia lo que estamos contando. Nos pasaba de preguntarnos si era gracioso esto que estamos contando porque es un poco terrible, cualquier historia de un país. Queríamos ser lo más exactos y precisos posibles.

Diego R: También no queríamos dejar a nadie afuera, nuestro compromiso era cuidar que todo el mundo se sienta que pueda disfrutar el espectáculo más allá de los pensamientos políticos que pueda tener el público en toda su variedad, y al mismo tiempo poder lograr un espectáculo de reflexión. 

Ya que la obra se pregunta por lo Argentino, ¿cómo es el argentino para ustedes?

Daniel C: El argentino es muy crítico, muy enojón. Se representa bastante bien en el papel del terapeuta, que se la sabe toda, que no merece vivir como vive sino que se merece más, es exigente con el país. Todas esas características que también se ven reflejadas cuando en diciembre del 2022 estábamos festejando un campeonato mundial y todos en la calle, y luego al año siguiente fue un caos, todo dividido.

Diego R: Sí, coincido. El argentino putea mucho, no le gusta su país, pero en realidad vos tenes que entender que esa puteada te vuelve, porque vos sos parte de eso también. Entonces tenemos que pensar si queremos seguir hablando mal de nuestro país o hacer un cambio positivo. 

Teniendo en cuenta que la obra recorre desde los orígenes de nuestro país hasta fines de los 90’. ¿Por qué creen que es necesario volver a repasar la historia Argentina?

Daniel C: Porque hoy en día parece que no se puede hablar de política, que es difícil, hay mucha profundidad de la grita y ya nadie se escucha. Llegó un momento en que se vació de contenido y todo es violencia. Entonces nuestra propuesta es ir un poco más allá, para correrte de la grieta, y quizás ahí podés pensar en voz alta con el otro.

Diego R:  Bueno, cuando vas a hacer una consulta terapéutica también vas por cierta pérdida de sentido que uno empieza a sentir. Entonces en terapia empezás a trabajar con tus orígenes, con tus imágenes, con eso que vos asocias libremente con lo que tenes en la mente, que está todo desordenado. Hay que trabajar con el pasado para saber cómo llegaste hasta acá. Ese mismo ejercicio un poco hacemos con Argentina como si fuese una persona.



¿Cuál fue la decisión de cortar la obra en esa etapa histórica y no continuar hasta el presente?

Diego R: Creo que todo el mundo está de acuerdo con que menos mal que terminamos ahí. La obra la escribimos durante la pandemia y no sabíamos que iba a pasar con las elecciones presidenciales. Además de que como autores todavía es un desconcierto lo que estamos viviendo, no nos podemos reír de lo que está pasando.

Daniel C: Ya está, ya está todo dicho. No necesitamos contar más para ver la calesita y los ciclos de la Argentina. Creo que es más importante pensar en el nacimiento, en que no recuerda a su padre, su madre, y ayudar con eso. Después ya deja de ser algo que tenga que ver con la teatralidad, con la poesía, ya es periodístico.

Diego, con respecto al personaje del psiquiatra, ¿cómo fue la construcción del papel?

Diego R: Fue un poco basarme en esta idea de que a cualquier persona le preguntás qué hay que hacer, te va a decir sus ideas, y parece que todo el mundo sabe perfectamente lo que habría que hacer con la Argentina aunque seguramente no le va a dar en el clavo. Porque todos los políticos vinieron acá a prometernos que el camino era ese y que hay un túnel negro y después está la luz. Entonces, esa idea la llevé al psiquiatra, que también él sabe qué tratamientos específicos aplicar y bueno al final va cayendo junto al pozo con ella hasta que se convierten en una sola cosa.

Por tu parte, Daniel, ¿cómo fue la creación de Argentina?

Daniel C: La verdad que la gente sale emocionada porque es una sorpresa ver físicamente a una persona que queremos, que nos enojamos, que dejamos que la roben, como si le pasara a ella y no a nosotros. Todas esas fichas te caen en el espectáculo. Y después creo que tomé muchas cosas de mi tía, de mi mamá. Argentina es una persona inestable,  que tiene un déficit importante, que es rica pero después va perdiendo todo porque no sabe administrar, y le roban, está expuesta por eso.

¿Cómo están viviendo la experiencia de trabajar en teatro y por qué siguen eligiendo ese medio para lucirse como actores?

Diego R: Es una experiencia mística, casi como lisérgica y eso es algo tan especial y onírico, que siempre es un sueño cumplido. Yo les recomiendo a todo el mundo que atraviese la experiencia. Es un momento muy especial donde me siento conectado con algo que no está en este mundo, algo muy espiritual. Esta obra hace que no sienta que es un trabajo, sino que nos subimos a la montaña rusa y hasta que no termina casi no tenemos tiempo de cuestionar nada. Siento que me saco el traje de Diego por un momento y soy mi Yo Superior.

Daniel C: También resaltamos el cariño de la gente cuando salimos de la obra, nos dicen que se emocionaron, que se sorprendieron. Uno no siente que hizo un esfuerzo. 
El espectáculo tiene un devenir que no tiene freno, que no es dueño de los resultados, pero la verdad que acá se siente un espectáculo muy sentido y que hasta el final se pasa medio volando.

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