Irán presentó dos nuevos sistemas durante una ceremonia dirigida por el ministro de Defensa, Mohamed Resa Ashtiani. Denominados "Arman" y "Azarakhsh", prometen una mayor eficiencia y capacidad de respuesta ante potenciales ataques, en un momento en que las tensiones en Medio Oriente se encuentran en aumento.

El "Arman", también conocido como Tactical Sayyad, destaca por su capacidad para detectar hasta 24 objetivos en un rango de entre 120 y 180 kilómetros, con la habilidad de atacar simultáneamente a 12 de ellos. Su agilidad le permite responder a amenazas en menos de tres minutos, brindando una cobertura defensiva sobre el territorio iraní. Además, cuenta con un sistema de autoprotección que lo hace inmune a amenazas de baja altitud, lo que lo convierte en un activo valioso para la defensa nacional.

Por otro lado, el sistema "Azarakhsh" se destaca por su capacidad para identificar y destruir objetivos a una distancia más corta, aproximadamente 50 kilómetros. Su despliegue se enfoca principalmente en la protección de centros vitales del país, donde existe una mayor probabilidad de enfrentar amenazas aéreas, especialmente de drones y vehículos no tripulados.

Estos nuevos desarrollos en el arsenal de defensa iraní surgen en un contexto de crecientes tensiones en la región de Medio Oriente. En Gaza, los enfrentamientos entre grupos terroristas palestinos y las Fuerzas de Defensa de Israel continúan, con una situación especialmente tensa en la ciudad de Rafah, al sur.

Asimismo, en la frontera norte, los enfrentamientos con el grupo chiíta libanés Hezbollah persisten, alejando cada vez más la posibilidad de una solución diplomática. En el mar Rojo, los hutíes mantienen una serie de ataques sobre naves extranjeras, interrumpiendo el flujo marítimo y generando respuestas por parte de los aliados occidentales.