Ir al contenido
Logo
Deportes

Eugenia De Armas: de doble de riesgo en Netflix a ser la mejor del mundo en wakeboard

La argentina, de 24 años, es campeona mundial de la disciplina y viene de consagrarse bicampeona panamericana en Santiago 2023.

Eugenia De Armas: de doble de riesgo en Netflix a ser la mejor del mundo en wakeboard
Eugenia De Armas: de doble de riesgo en Netflix a ser la mejor del mundo en wakeboard. (Foto: prensa Red Bull)

Eugenia De Armas es una artista sobre el agua. No importa si está compitiendo por el título del mundo o entrenando en el Club Náutico de Escobar. Ella se sube a su tabla de wakeboard, se divierte y hace divertir. Tan buenas son sus acrobacias que la contrataron como doble de riesgo para la serie "Cielo grande" de Netflix, en la que un grupo de adolescentes trata de salvar un hotel especializado en deportes acuáticos. Hoy, disfruta del bicampeonato panamericano que recientemente logró en los Juegos de Santiago 2023 y saborea la satisfacción de sentir que todo su esfuerzo valió la pena para convertirse en la mejor del planeta en su deporte.

"Sentí una alegría enorme. Tenía muchas ganas de defender mi título, y para eso hubo mucho esfuerzo y entrenamiento", le cuenta la atleta de 24 años a Filo.news, tras colgarse la medalla de oro en la capital chilena y repetir la conquista de Lima 2019. Y reconoce: "También haber sido seleccionada para representar a Argentina era un orgullo y sentí muchísima presión, que igual me puse yo sola. Tengo un bichito en la cabeza que siempre quiere más y cuando me avisaron que iba a ser la representante para estos Juegos, fue lo primero que pensé: 'Quiero defender el oro'".

Piruetas en el aire: Eugenia De Armas revalidó el título conseguido en Lima 2019 y se consagró bicampeona panamericana. Foto: prensa Red Bull.

Eugenia es como la Messi del wakeboard. Es que desde que se puso la camiseta argentina por primera vez en 2010, no paró de cosechar logros. Ganó la medalla de oro en los Juegos Sudamericanos de 2018, se quedó con el mencionado título panamericano en la capital peruana, y el año pasado, se consagró campeona del mundo en Italia. Encima, grabó su nombre en la historia al convertirse en la primera mujer en realizar un Back Roll, un truco que consiste en un giro vertical lateral hacia atrás, algo que no pudo hacer ninguna otra rider.

Su vínculo con este deporte comenzó cuando tenía 5 años y gracias a Victoria, su hermana mayor. "Mi hermana más grande le tenía un poquito de miedo al agua y ahí fue cuando mis papás la metieron en este deporte para que su miedo se convierta en un juego. Y yo, como buena hermana menor, la seguí. Pero para nada me imaginaba lograr todo esto, era un plan súper familiar, algo que hacíamos por diversión y de a poco el camino se fue encaminando a donde estoy ahora", relata la número uno del mundo, con la certeza de que sigue disfrutando del wakeboard como el primer día.

Vaya si le tenía guardadas sorpresas esta aventura entre el agua y las piruetas, que un día la llamó el gigante de las plataformas de streaming para proponerle una participación especial en una serie, en la que actuó junto a su hermana y su papá. "Participar de la serie fue una experiencia muy linda. Mi papá era el que manejaba la lancha, entonces fueron dos meses intensivos con él y creo que los dos lo disfrutamos mucho", recuerda.

El alto rendimiento que exige esta competencia obliga a la argentina a vivir la mitad del año fuera de nuestro país, persiguiendo el verano. "La verdad que últimamente el deporte ha crecido muchísimo. Pero lamentablemente los que nos dedicamos a esto al cien por ciento tenemos que viajar afuera para entrenar porque en Argentina hace mucho frío", explica.

Eugenia De Armas ganó todo, pero su hambre competitiva sigue intacta. Incluso, habiendo resignado la posibilidad de competir en los Juegos Olímpicos, el evento en el que todos los deportistas quieren estar, ya que su disciplina no forma parte del programa. "En una época me dolía que el wakeboard no sea olímpico, porque creo que el sueño de cualquier deportista es ganar una medalla en los Juegos. Pero con el paso del tiempo, ese sueño se desvaneció un poquito, empecé a ponerme otros objetivos en la cabeza y ahora soy muy feliz", asegura con una sonrisa de campeona, que parece difícil de borrar.