El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a señalarle a la Argentina la necesidad de "contener" el gasto en salarios públicos y jubilaciones y "actualizar" las tarifas de la energía, luego de que el directorio del organismo multilateral concluyera la quinta y sexta revisión del acuerdo y liberara un desembolso por 7.500 millones de dólares. Además, avaló la devaluación de 22% que convalidó el Gobierno después de la derrota en las PASO.
A través de un comunicado, el Fondo advirtió que desde la finalización de la cuarta revisión, no se alcanzaron los objetivos clave del programa. En ese aspecto, reconoció el impacto de la sequía "sin precedentes" que afectó a Argentina, pero, también, hizo hincapié en las "desviaciones de las políticas".
"En un contexto de elevada inflación y crecientes presiones sobre la balanza de pago, se acordó un nuevo paquete de medidas centrado en fortalecer las reservas y reforzar el orden fiscal", indicó el organismo de crédito. "La implementación continua y firme de estas medidas será fundamental en el próximo periodo para salvaguardar la estabilidad y afianzar la sostenibilidad a medio plazo", añadió.
El total de desembolsos en el marco del acuerdo asciende a unos US$36.000 millones, ya la próxima revisión está prevista para noviembre de 2023.
Al término de la quinta y sexta revisión, el Directorio del Fondo aprobó exenciones por incumplimiento asociadas a la introducción de medidas temporales que dieron lugar a la introducción o intensificación de restricciones cambiarias y prácticas de moneda múltiples. También se aprobaron modificaciones del objetivo de acumulación de reservas, así como de los objetivos de saldo fiscal primario y de financiación monetaria del déficit, junto con el compromiso de aplicar un nuevo paquete de políticas para corregir reveses en las políticas económicas, salvaguardar la estabilidad y lograr los objetivos del programa.
“La situación económica se ha tornado cada vez más complicada desde la conclusión de la cuarta revisión, debido a la sequía sin precedentes, así como el desvío de políticas, razón por la cual se incumplieron metas clave del programa previstas para finales de junio. Con una inflación elevada y crecientes presiones de balanza de pagos como telón de fondo, las autoridades están poniendo en marcha un nuevo conjunto de medidas para garantizar la estabilidad y apuntalar la viabilidad externa a mediano plazo, y centradas en reponer las reservas y mejorar el orden fiscal", dijo la directora del Fondo, Kristalina Georgieva.
“Para alcanzar el déficit fiscal primario acordado de 1,9% del PIB este año sigue siendo esencial apoyar la estabilidad económica y financiera. Los esfuerzos se centran en reforzar los controles de gasto con medidas iniciales dirigidas a actualizar las tarifas de la energía y contener los salarios públicos y las pensiones, sin dejar de proteger el gasto prioritario en programas sociales y en infraestructura. Estas medidas están complementándose con aumentos temporales de los impuestos sobre la compra de ciertos bienes y servicios en moneda extranjera con el fin de ayudar a compensar la pérdida de ingresos de exportación a causa de la sequía", agregó Georgieva.
En las mismas declaraciones, valoró la "realineación del tipo de cambio" -después de las PASO saltó a $365- y el endurecimiento de la política monetario, y señaló que esta política debería ayudar "a promover la acumulación de reservas y al mismo tiempo limitar el efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación".
También expuso: Las intervenciones en el mercado financiero y de futuros también serán limitadas y temporales, y se centrarán en corregir condiciones de desorden. Mientras tanto, las prácticas de tipos de cambio múltiples, las restricciones cambiarias y las medidas de gestión de los flujos de capital se replegarán gradualmente conforme lo permitan las condiciones, ya que no son una sustitución de una política macroeconómica sólida".
De cara al futuro, ya con un nuevo gobierno, el FMI apuntó que "se habrá de acelerar la consolidación fiscal con medidas de alta calidad enfocadas en el gasto y el ingreso". "Esto ayudará a eliminar el financiamiento monetario del déficit, promover la desinflación y apuntalar el balance del banco central".
“Sigue siendo imperativo ejecutar el programa con determinación, formular políticas de forma ágil y planificar para contingencias, y es posible que sea necesario aplicar otras medidas para alcanzar los objetivos del programa y salvaguardar la estabilidad. Mientras tanto, continúa siendo crucial contar con un amplio respaldo político y que el programa se asuma como propio a corto y mediano plazo, ya que para resolver los profundos desafíos a los que se enfrenta Argentina se requerirán los esfuerzos de futuros gobiernos. Encomiamos el sólido compromiso de las autoridades para mantenerse al día en sus obligaciones financieras con el FMI”, concluyó la autoridad del Fondo.