Un bombardeo ruso sacudió el corazón de la ciudad ucraniana de Chernigov, causando la muerte de 7 personas y dejando a más de 100 personas heridas, según reportaron las autoridades a través de informes oficiales.

Chernigov, ubicada a unos 150 kilómetros al norte de la capital ucraniana, Kiev, y en proximidad de la frontera con Bielorrusia, país aliado del Kremlin, no es ajena a la historia reciente de conflictos. Hace 18 meses, en el inicio de la guerra, las fuerzas armadas rusas invadieron la localidad, retirándose posteriormente para concentrar sus operaciones en otras regiones del país.

El atentado suscitó una fuerte reacción a nivel nacional e internacional. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, expresó su dolor y agradeció el acompañamiento de la gente. “Agradezco a todas las personas alrededor del mundo que condenaron el atroz ataque de Rusia en Cherníjiv, el cual cobró la vida de 7 personas, entre ellas la niña de 6 años Sofía. Mis condolencias para todos aquellos que han perdido seres queridos. Además, resultaron heridas 144 personas, incluyendo a 15 niños. Nuestros soldados darán una respuesta tangible a Rusia”, escribió.

En busca de solidaridad y asistencia, el mandatario ucraniano viajó a Suecia el mismo día del ataque, donde sostendrá conversaciones con líderes gubernamentales y la familia real. El tema de la cooperación en Defensa está en el centro de la agenda, dado que Suecia se encuentra en proceso de ingresar a la OTAN. 

El bombardeo revivió la cuestión de la adhesión de Suecia a la Alianza Atlántica, ya que el país escandinavo está cerca de materializar su ingreso, siguiendo los pasos de su vecina Finlandia. La reciente aprobación por parte de Turquía, antes en oposición, allanó el camino para que Suecia se una a la OTAN, fortaleciendo así la seguridad en la región.