El entrenador de River, Martín Demichelis, reveló diferentes sucesos dolorosos que atravesó durante su vida, que lo llevaron a tomar la decisión de "no proyectar" y vivir el presente.

"Tenía muchos planes y me los arrebataron. Con 15 años no podía entender que mi mamá, enferma, se podía ir. A esa edad uno no se queda sin mamá", comenzó el DT que será campeón de la Liga Profesional en una entrevista con La Nación.

"Después, tenía tantos planes con mi papá, que era un gran amigo, y de repente en un accidente de tránsito, viniendo de Justiniano Posse a buscar al aeropuerto a mi hermana que regresaba de Europa porque había nacido mi hija Lola, en 2013, encontró la muerte. Mi abuela que nos crió se nos fue, mi abuelo accidentado. Un borracho que te mata a tu hermano mayor -Adrián De Vicente-, mi único representante -Jorge Cyterszpiler- que se suicida… Entonces no, no, ya no veo mucho más allá del hoy", lamentó.

Si bien reconoció que viene "de la cultura alemana", donde "planifican todo a 20 años", jamás se amoldó a esas costumbres y piensa: "'Qué paciencia, qué bárbaro, y no se les inmuta un músculo'. Pero ya no, no puedo planificar más allá del corto plazo, y disfrutar del hoy”.

Por otra parte, dejó otra lección sobre cómo lo atraviesa lo deportivo: “Yo utilizo una frase desde que llegué a River: nosotros ganamos, empatamos o aprendemos. Está claro que cada derrota no hizo tomar nota de esas experiencias y nos fuimos haciendo más fuertes".

"La derrota ante Barracas fue un llamado de atención y de respeto hacia el deporte. Te puede golpear en cualquier momento si bajás un poquito tu grado de tensión competitiva. Por eso me llena de orgullo y de placer la intensidad y la paciencia del equipo. Dimos un golpe sobre la mesa: River es el mejor equipo del fútbol argentino", concluyó.