La policía de Chaco halló este martes huesos triturados y otros elementos de relevancia en los rastrillajes que ejecutaron para dar con el paradero de Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el viernes 2 de junio y cuyo caso se investiga como un femicidio. En la zona también se encontró un dije en forma de cruz, similar a uno que usaba la mujer de 28 años.

La chica fue vista por última vez después de ingresar a la casa de sus suegros, los dirigentes sociales Emerenciano Sena y Marcela Acuña, padres de César Sena, que era pareja de Cecilia. La familia completa quedó detenida junto a otras cuatro personas acusados del femicidio de la joven.

El operativo fue llevado a cabo por buzos tácticos en el río Tragadero, en las afueras del barrio llamado Emerenciano, construido y administrado por el matrimonio de piqueteros oficialistas. Los tres fiscales que llevan la investigación, Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velásquez, se movilizaron hasta el lugar para monitorear la acción.

(Gustavo Obregón y César Sena)

Los datos sobre el lugar habrían sido aportados por uno de los detenidos, Gustavo Obregón, colaborador en el homicidio y por tanto, imputado como partícipe. El acusado fue llevado al lugar por la policía para colaborar con la búsqueda, lo que alimenta las expectativas de un avance decisivo en la investigación.

Obregón es una persona de máxima confianza de la familia que se desempeñaba, entre otras labores, como chófer de César Sena cuando este iba al colegio secundario. Está casado con Fabiana González, empleada de Acuña que también fue detenida como partícipe del homicidio. Fuentes judiciales citadas por La Nación indican que habría confesado haber ayudado al joven de 19 años a descartar el cuerpo de Cecilia.

Cerca del lugar de los rastrillajes del martes, agentes de criminalística y de la Fiscalía de Resistencia habían hallado el domingo, a unos 200 metros de la calle San Martín que atraviesa el barrio Emerenciano, una valija con rueditas y ropa que había sido quemada. También encontraron anillos y cadenitas. La evidencia es analizada para ver si pertenece a Strzyzowski.

(Emerenciano Sena y Marcela Acuña)

El hallazgo de la valija se suma a otras pruebas que se recolectaron en la casa de los Sena, como los rastros de sangre que se encontraron en esa residencia. Por la descripción que aportó la madre de Cecilia, Gloria Romero, se refuerza la hipótesis de que eran las pertenencias de su hija. Si fuera así, sería el primer rastro de la víctima acreditado en el expediente.

Las últimas horas de Cecilia

La joven de 28 años había salido el jueves a la noche del barrio 500 Viviendas, en Barranqueras, donde vive su tía abuela, con una valija con rueditas y una mochila rosa. Ese día la pasó a buscar con su camioneta su esposo César Sena, de 19 años.

El viernes a las 9.30 una cámara de seguridad registró la última imagen de Cecilia con vida, entrando a la casa de sus suegros ubicada en Santa María de Oro 1460. Allí, según la principal hipótesis del fiscal, es donde la mujer fue asesinada.

Cecilia llegó allí engañada por su marido, quien le había dicho que viajarían a Buenos Aires y luego a Ushuaia por un puesto laboral. El joven le hizo creer a la familia de Cecilia que habían viajado al enviar mensajes de WhatsApp a parientes de la joven y a su madre, Gloria Romero, afirmando que ya se encontraban en la capital del país.

A pesar de no haber dado con el cuerpo de la joven, desde un primer momento el hecho se investiga como un femicidio. Lo que resta dilucidar es qué ocurrió en la casa de Sena y Acuña, es decir, quién o quiénes fueron los autores materiales del crimen y la forma en que habrían terminado con la vida de Cecilia Strzyzowski. Este dato es clave para determinar las imputaciones contra los detenidos.