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Luciano Martínez, el piloto al que el automovilismo lo ayudó a superar el bullying y sueña con la Fórmula 1

El joven piloto, que encontró en el deporte un escape al bullying que sufrió en el colegio, cuenta cómo fue su camino para llegar a competir recientemente en la Fórmula 4 de Estados Unidos.

Luciano Martínez, el piloto al que el automovilismo lo ayudó a superar el bullying y sueña con la Fórmula 1
Luciano Martínez, el piloto al que el automovilismo lo ayudó a superar el bullying y sueña con la Fórmula 1 (Foto: Facebook Luciano Martínez)

Luciano Martínez tiene 20 años y se dio el gusto de debutar en la Fórmula 4 de Estados Unidos, el primer escalón rumbo a su gran sueño: llegar a la Fórmula 1, la máxima categoría del automovilismo mundial.

"Pudimos dar pelea en las tres finales. Quedamos muy contentos con el resultado porque por haber sido la primera experiencia en Estados Unidos, fuimos competitivos. Estamos muy contentos con el manejo", asegura el piloto de la Scuderia Buell, que compitió en marzo pasado en New Orleans, Louisiana.

El oriundo de Ciudad Evita venía de correr en la Fórmula 3 Metropolitana, y luego del parate por la pandemia que amenazó con su carrera, tuvo la posibilidad de participar en la Fórmula 4 Argentina, a la que comparó con su reciente experiencia en tierras estadounidenses. "Es todo muy distinto. Los autos se manejan diferentes, las pistas son distintas... Uno tiene que adaptarse a un manejo totalmente diferente al de acá", asegura el joven bonaerense, que busca conseguir apoyo económico para completar lo que resta del año y planificar la temporada que viene, en la que apunta a competir en la Fórmula 3 de Europa.

El deporte, como en tantas otras historias, apareció en la vida de Luciano Martínez para ayudarlo en un momento difícil por el que estaba atravesando: en el colegio sufría bullying, pero gracias al automovilismo pudo superarlo.

"Fue un año feo, de mucha amargura y tristeza", cuenta Lucho, que desde que su papá lo llevó a una escuelita de karting por primera vez a los 12 años, nunca más se quiso bajar.

"A mi me termina salvando el automovilismo", afirma en una charla con Filo.news. Y a la distancia, recuerda: "A veces yo me olvido, pero cuando mi mamá lo dice me acuerdo. En algún momento, cuando ella me preguntaba por qué me gustaba tanto correr, yo le dije: 'Del paredón para allá (haciendo referencia a la pista), no hay más nada. No hay problemas, no hay más gente. Lo único que me importa es ser rápido. No me importa nada más ni pienso en nada más'".

Con el manejo de las emociones que supo encontrar al agarrar el volante y pisar el acelerador, Lucho sabe que el salto a la Fórmula 1 es un camino largo y complejo, sobre todo para alguien que no cuenta con demasiados recursos económicos. "Salir de la Argentina de hoy hacia la Fórmula 1 es una situación muy única. Para alguien que gana en pesos, es realmente imposible", afirma.

Según Martínez, un piloto gasta alrededor de 300.000 dólares para poder competir en una categoría como en la que él participó recientemente. "No hay muchos pilotos históricos que hayan llegado con un camino similar al mío. La gran mayoría ya están en estructuras dentro de equipos de Fórmula 1 desde muy jóvenes, por una cuestión de que compiten en países con visibilidad. Nosotros corremos pocos campeonatos enteros por el presupuesto y siempre en categorías baratas", reconoce Luciano, que confía en superar todos los obstáculos que se le presenten en su carrera con tal de perseguir su sueño. Como bien lo supo hacer en su vida.

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