Giovani Lo Celso y Nicolás González, mediocampistas de la Selección Argentina que quedaron afuera de Qatar 2022 por lesiones, volvieron a ser dirigidos por Lionel Scaloni en el amistoso ante Curazao y ambos fueron de lo mejor que mostró el equipo.

El volante de juego de Villarreal reconoció que “la vida” le entregó la chance de “volver a estar con mis compañeros”, tras estar fuera de las canchas por varios meses por un desgarro con desprendimiento del bíceps femoral de la pierna derecha que sufrió semanas antes de la Copa de la Mundo.

En la victoria por 7-0 ante Curazao, Lo Celso fue uno de los mejores de la cancha, con asistencia a Messi incluida, y resaltó emocionado: “La vida te da y te quita. En este caso me dio la oportunidad de volver a estar con mis compañeros. Y soy muy feliz. Fue un momento emocionante para mí”.

El volante ingresó como titular y jugó durante 66 minutos, hasta que fue sustituido por Angel Di María, y confesó: “Pasé momentos muy duros por la lesión. Fueron tres, cuatro días en los que lloraba encerrado en el baño”, y agregó que como se quedó afuera del Mundial estuvo presente del nacimiento de la hija en diciembre: “Fue un momento hermoso del que también pude disfrutar”.

En este sentido, remarcó que el  retorno al seleccionado argentino “es lo más lindo que me podía pasar. Cuando no estuve me di cuenta de lo que significa ponerse la camiseta de la Selección”, sostuvo.

Por su parte, Nicolás González admitió que llegó "tocado" a la Copa del Mundo y también refirió que "fue duro" salir del plantel. "Llegué al Mundial medio tocado, pero no pensé que tanto como para quedar afuera. Fue un momento duro", explayó.

"Pero ahora la vida me devolvió esto. Lo que me dijo (Lionel) Scaloni cuando llegué a Qatar después de salir campeones queda ahí. Y soy un agradecido de la vida a él porque desde el minuto uno confió en mi", aclaró el delantero de la Fiorentina, que aseguró que perderse un Mundial "es lo peor que puede pasar en la carrera de un futbolista".