Hay seres que caminan este mundo y están rodeados de puro misticismo. K4 parece ser uno de ellos. Más allá del estilazo que tiene y la actitud con que encara todo lo que hace, hay algo más. La idea cruza mi cabeza cuando lo escucho contarme algo y veo su mirada perderse en el vacío, como si hubiese algo más que no me dice pero porque no sabe aún como transmitirlo.

Todas sus historias desde chico recurren a la misma epicidad. Nació y su primera palabra fue Limp Bizkit. Papá y mamá (él músico y ella no, aunque fanática de) lo introdujeron a todo tipo de géneros, pero K4 renegaba de la profesión de su viejo hasta ese viaje a Dallas, Texas en que viajando con sus primos segundos sonó "Chill Bill" de Rob $tone y quedó alucinado.

"Dije 'Wow' y empecé a investigar qué se estaba haciendo de esto en Argentina. Me pareció todo una poronga", cuenta. "Yo estaba tipo 'No puede ser, este sonido que está existiendo está buenísimo y la gente está haciendo temas de mierda, todo muy aburrido', así que me puse a hacer la música que me gustaría escuchar'".

Así, solo, se mandó con el FL Studio -el mismo que usa Bizarrap- y empezó a hacer beats. No se le cruzó la idea de hacer canciones hasta después de su viaje de egresados: "Me habían pasado un montón de cosas feas; cosas por empezar a fumar faso, exs, empezar a flashear mucho psicológicamente, malos viajes con los patovicas, flashes del universo. Fue una puertita que se abrió que no cerró nunca más, entonces tenía muchísimas cosas para decir".

"Llegué del viaje de egresados y tuve que ir al colegio porque no tenía faltas. Me senté, me puse a escribir todo y la profesora de inglés, Mabel, me pregunta '¿Estás escribiendo una canción?' Y yo dije 'Ah, podría ser'. Así hice mi primera canción".

¿Cómo pasamos de eso a codearse con la Rip Gang, ese colectivo de artistas que agrupa a Dillom, Muerejoven, Saramalacara y Taichu, entre otros?

K4 seguía en su búsqueda de encontrar "gente que haga cosas que sí le gusten de acá". Ya había tocado por primera vez en vivo en La Roca Bar de Villa Devoto y para su segunda fecha quería sumar artistas al line up.

En aquel momento, eran los Talented Broke Boys (el germen pre-Rip Gang integrado por Dillom, Ill Quentin y Broke Carrey) quienes habían acordado sumarse, pero por cambios en la organización terminaron tirándose beef por stories de Instagram. Por esas cosas de la vida terminaron cruzándose en un previa en la que K4 empezó a pasar sus temas. "Estoy buscando alguien que se sume a hacer un tema conmigo". Así nació  'WAXX' ft Dillom, hoy con más de un millón de streams en Spotify.

Ese K4 de 2019 no es el mismo de 2021. Lo distancian dos años y miles de experiencias, tanto buenas como oscuras. Algo de eso se plasma en su disco debut "K4" que está saliendo en partes y del que acaba salir la segunda entrega y quizá la más polémica, "K2".

"La flasheé demasiado con el proceso, quedé medio chapa y no sé cómo voy a seguir -cuenta riéndose- Escabiaba un montón para interpretar el personaje, andaba por la calle todo vestido sucio, re desaliñado. Los videoclips los filmamos en una casa abandonada que para también meterme en el personaje me quedé solo a dormir la noche anterior al rodaje. Goteaban los techos. Me corté la mano tocando una guitarra sin púa. Me quedé dormido en el colchón de la calle y me desperté todo con ronchas, vomité en el piso".

En su versión más punk, K4 explora la esencia del anarquismo, el caos, la oscuridad propia y ajena. Son 5 tracks, 12 minutos y arte en su más crudo estado.

"En paralelo me estuvieron pasando cosas muy feas, muy oscuras y fue como proyectar toda esa oscuridad en el personaje. Que cada uno inteprete lo que quiera", dice sobre su personificación de pelo negro largo y barba. "Que salga 'K2' es revivir todo eso, pero necesito que salga como para que salga de mí a la luz. La gente la va flashear muchísimo pero es muy importante para mí sacar esta parte".

¿Qué sigue post-K2? K3, techno futurista y el todo que une cada fragmento, "K4", que incluirá un ya clásico entre los simpatizantes del artista titulado "YOLANDA".  

Con batas de Proyecto Gómez Casa y co-producción de Fermín Ugarte, el álbum entero tal vez nos provea algunas pistas más para descifrar este ser que saca música bajo el nombre de K4. Aunque ¿realmente podremos descifrar a K4?

"Yo ya logré mi sueño. Creo -expresa- Que se mantenga el ser mi canal de expresión porque no espero nada. Para mí lo que puede llegar a pasar es consecuencia de ser fiel a eso que ya está sucediendo que es yo ser fiel a mismo en tomarlo como una herramienta de expresión y no como una forma de manipulación económica donde yo diga 'esto es para ganar plata'. Mientras se mantenga eso todo lo que pueda llegar a pasar, me llega a ir bien, le llego a mucha gente, llegar a tocar afuera son consecuencias de hacer las cosas bien. Sí me gustaría mucho viajar por el mundo con la música y conocer mucha gente".

La presentación de "K2" en vivo ya es un hecho: será el próximo domingo 28 de noviembre en Niceto Lado B y las entradas ya están disponibles acá. Justamente para K4 el vivo es, prácticamente, el por qué de todo de todo.

"Todo lo que hago, lo hago para tocar en vivo. Ahí es cuando todo tiene sentido. Es como la comunión, comulgar. Es el por qué la gente va en el bondi escuchando mi música, por qué algo les hace sentir mi música cuando la escucha, se resuelve se responde el día del show en vivo. Eso es lo más importante de mi vida incluso".

"Y es tan fuerte que antes de tocar en vivo tengo visiones", confiesa. "Veo cosas. cierro los ojosm me concentro mucho y siento sensaciones fuertes. A veces son premoniciones, otras no. Posta para mí es un momento muy fuerte. La gente lo re siente también. No es que soy un flashero, un enfermito sintiendo eso, somos todos una cosa en ese momento. Apuntando todos para el mismo lado, que no es ningún lugar, es ahí".