Apartir de los 90, cuando los géneros no binarios tomaron visibilidad social, este termino se acomodó, existía antes pero no significaba lo que hoy refleja: gente que se enamora de gente más allá de su género.
La pansexualidad no debe confundirse con "pansexualismo" ya que esa palabra la usaban los críticos del psicólogo Sigmund Freud a principios del siglo XX para oponerse a su hipótesis de que la mayoría de las conductas humanas derivan de los instintos sexuales.
La cantante Miley Cyrus se definió como pansexual en el 2015 y se sumaron a ella varias estrellas de Hoolywood como la actriz estadounidense Bella Thorne.
Si bien esta orientación sexual es relativamente nueva, se desprende y hasta puede confundirse con la bisexualidad, que es sentir atracción hacia varones y mujeres, los dos sexos hegemónicos. La pansexualidad no distingue de géneros, no le importa. "Yo me enamoro de la gente", sostienen.
Mientras escribo esta nota, charlo con mis compañeras. En esta mesa hay tres bisexuales, ellas dos y quien escribe. Debatimos y discutimos porque, dicen, la pansexualidad viene a borrarle el nombre a les bisexuales que ya estaban antes y que, además, la bisexualidad no discrimina entre varón y varón trans o mujer y mujer trans, por ejemplo. Simplemente lo unifica en varón y mujer borrando así toda diferencia. "La pansexualidad elimina el recorrido histórico de las indentidades bisexuales", comenta una de mis colegas.
Este concepto nuevo y moderno, busca interpelar e integrar explícitamente a las identidades trans en la ecuación hormonal y como lo que no se nombra no existe, la pansexualidad se celebra.