El jueves 15 de noviembre debería haber sido el día ideal para celebrar a Sony. PlayStation 4 cumplió cinco años, en los que afianzó su posición como la consola de videojuegos más vendida del mundo. Días antes, las nominaciones a los Game Awards (los Oscar del gaming) se vieron dominadas por dos juegos exclusivos de esta consola: God of War y Marvel’s Spider-Man. Y sin embargo, esa misma noche Sony anunció que no será parte de la exposición E3 del año que viene.
“Decidimos no participar de E3 2019. Estamos explorando formas nuevas y conocidas de relacionarnos con nuestra comunidad en 2019, y no podemos esperar a compartir nuestros planes con ustedes.” - Sony
Desde la primera E3, la conferencia de prensa de Sony ha sido uno de los eventos centrales. Técnicamente la presentación toma lugar la noche anterior al inicio de la expo y consiste de una ceremonia de casi dos horas en la que se presentan tráilers de los juegos más esperados del año. La conferencia de 2018 fue muy criticada por centrarse en videos que mostraban en acción cuatro de los juegos más esperados de la empresa, pero sin la espectacularidad o la sorpresa de revelaciones de años anteriores.
¿Entonces la cancelación de la conferencia 2019 tiene que ver con esa fría recepción de la prensa? Difícil. Los medios especializados suelen ser lapidarios, pero la reacción del público no fue la misma, lo que se reflejó en las excelentes ventas de Marvel’s Spider-Man, el primero de esos cuatro juegos en salir al mercado.
En realidad, esta cancelación es parte de un patrón de comportamiento por parte de la empresa. En años anteriores habían organizado hasta cinco conferencias distintas en eventos de todo el mundo.
E3 en junio con un show para el público masivo.
Gamescom en agosto/septiembre para los juegos de mayor interés en Europa.
Tokyo Game Show en septiembre para el mercado japonés.
Paris Games Week en octubre para los juegos más experimentales.
Un evento propio en diciembre llamado PlayStation Experience que invitaba al público general a probar los juegos del año siguiente.
Este año Sony no fue parte de ninguna de las grandes exposiciones de Europa y Japón y canceló la esperada PlayStation Experience, justificándose con la excusa de que no tenían muchos juegos para mostrar, algo que el calendario de futuros lanzamientos exclusivos de PS4 desmiente de inmediato.
Sony tiene con qué defenderse en 2019
El año que viene trae varios juegos de alto perfil para la empresa. Days Gone es el único que tiene fecha confirmada (26 de abril de 2019), pero se espera que salgan Ghosts of Tsushima (de Sucker Punch, los creadores de Infamous), Dreams (del estudio Media Molecule, que nos trajo LittleBigPlanet) y el que quizás sea el juego más importante de 2019, The Last of Us Part II. Nadie espera que Death Stranding, de Hideo Kojima, salga el próximo año, pero todavía nos falta mucho para ver de este juego en acción.
Lo que resulta extraño es que Sony no tiene nada anunciado más allá de 2019. La empresa suele anunciar sus títulos exclusivos al menos dos años antes del lanzamiento. God of War salió este año, pero su primer tráiler se vio en E3 2016. The Last of Us fue anunciado con un tráiler en los premios VGA de 2010, pero salió en 2013. Ni hablar de los juegos que han tenido desarrollos accidentados como The Last Guardian, que salió casi una década después de su primer tráiler.
Por eso la teoría más convincente sugiere que Sony no quiere mostrar nada por una simple razón: todos los juegos grandes de 2020 saldrán en PlayStation 5, ya que varios rumores de la industria han indicado que ese será el año en que Sony lance su nueva consola.
Si PlayStation 5 saliera a fines de 2020 como se sospecha, Sony no lo confirmaría hasta los primeros meses de ese año, por lo que tiene sentido que se descanse durante 2019. Si Sony dedicase una conferencia a los mismos cuatro juegos que sabemos que van a salir, la prensa los destrozaría.
¿El fin de E3?
De cualquier manera, la cancelación es una verdadera estaca en el corazón de la expo, ya que E3 siempre fue parte del proceso de Sony de presentación de cada nuevo modelo de PlayStation.
La primera exposición, de 1995, fue escenario del momento memorable en el que el presidente de Sony America Steve Race anunció el precio de la primera PlayStation, 100 dólares más barato que la Saturn de Sega - un golpe mortal a la competencia.
En 1999 mostraron PlayStation 2 en acción con una secuencia remasterizada de Final Fantasy VIII.
En 2005, por única vez, anunciaron una consola directamente en E3: PlayStation 3.
Y aunque la tecnología de PlayStation 4 fue anunciada en un evento llamado PlayStation Meeting en febrero de 2013, los juegos se guardaron para E3 en junio.
Esta ruptura entre Sony y E3 es la señal de una tendencia en la industria a controlar la forma en que comunican información al público. A ninguna empresa le gusta tener que competir con las demás en espectacularidad, en especial cuando el requerimiento de poner toda la carne al asador en E3 hace que eventos tan positivos como el reciente X018 de Microsoft se queden sin nada que mostrar.
Pero E3 no es sólo una exposición sino una celebración del gaming. El único momento en el año en el que los medios masivos internacionales se concentran en la industria de los videojuegos. Que Sony haya decidido cancelar su presencia luego de 24 años consecutivos es una señal de que el evento está perdiendo su lustre.
Activision ha dejado de anunciar y mostrar sus Call of Duty en el evento, y sus subsidiarias Blizzard y Bungie prefieren realizar streams o convenciones para revelar novedades. EA organiza sus propios salones de demostración en las mismas fechas, pero fuera del evento. Las grandes empresas dedicadas al Free 2 Play como Riot o Epic nunca han participado y Rockstar Games, el estudio más exitoso del gaming, ignora E3 hace más de una década.
No hay duda de que los resultados de estos estudios son positivos sin necesidad de asistir a la exposición, y es difícil justificar E3 cuando los medios masivos dan cada vez más lugar al gaming en su cobertura cotidiana. Nintendo y Microsoft han confirmado oficialmente su asistencia, ya que la ausencia de Sony es una gran oportunidad para dominar los titulares de la prensa internacional.
Tendremos que ver qué pasa en 2020, pero el futuro parece prometedor para Sony… y negro para el evento que define hace un cuarto de siglo el calendario de una industria entera.