Las vacaciones son el momento exacto en el año que tenemos para descansar y divertirnos. De acuerdo a tus planes, tu edad o presupuesto, podés elegir entre distintos tipos de alojamiento para tener tus vacaciones ideales.
Hotel, ideal para viajeros que buscan el relax
Definitivamente es la mejor opción si querés todo, absolutamente todo resuelto. En general, es una buena decisión si tenés muy poco tiempo para disfrutar de una ciudad y sólo querés la habitación para relajarte y dormir. A menudo cuentan con servicios de lavandería, televisión por cable, estacionamiento, piscina y guardería para niños, entre otras cosas. La mayoría incluye alguna o todas las comidas diarias, pero lo común es que al menos cuenten con desayuno.
El precio de un hotel puede variar debido a su ubicación geográfica y la calidad de los servicios que ofrece. Suelen ser más caros que los hostels o los B&B.
Lo que siempre encontrarás en un hotel es una habitación limpia, con servicio de mucama y un baño privado. Los hoteles nunca poseen cocina dentro de las habitaciones pero sí cuentan generalmente con un frigobar.
Las zonas comunes suelen ser bastante serias y silenciosas. Este alojamiento es más recomendable si viajan personas mayores, familias o parejas, no tanto para los que viajan en solitario.
Hostels, ideal para gente proactiva
Cuando pensamos en un hostel los primero que se nos viene a la cabeza es gente joven, desorden, personas de todas partes del mundo, alcohol, ruido y fiesta. Bueno, quizás no están tan errados los que así lo piensen, pero también hay una gran variedad y tipos de hostel como tipos de viajeros hay en el mundo.
Este tipo de alojamiento suele ser elegido por gente que posee bajo presupuesto o que simplemente quiere vivir la ‘experiencia hostel’, es decir, tener la posibilidad de socializar mucho, divertirse y cruzarse con otros viajeros jóvenes.
Las habitaciones pueden o no ser compartidas y el precio depende en gran parte de ello. En general suelen tener una o dos habitaciones individuales y el resto con más de cuatro camas cada una y el baño suele ser compartido.
Muchos de estos establecimientos poseen un bar adentro o alguna sala de juegos en común. También pueden tener cocina o desayuno incluidos.
Bed and Breakfast
Se podría pensar que es lo mismo que ofrece un hotel, pero no. Los Bed & Breakfast (Cama y Desayuno) ofrecen exactamente lo que dicen: un lugar sobrio donde dormir y el desayuno. Los Bed & Breakfast son lugares más pequeños, de sólo un par de habitaciones. A veces pertenecen a una casa de familia que ha decidido rentar algunos cuartos extra. Mientras que un hotel cuenta con un restaurante, un conserje y servicio de habitación, en un Bed & Breakfast nos atiende la dueña de casa, que además puede ocuparse de la limpieza del lugar.
En este tipo de alojamiento es difícil encontrar grandes zonas comunes como sala de juegos o estar; suelen ser espacios más bien pequeños y acotados, con un ambiente familiar.
Es una opción más íntima, ideal para aprovechar con la pareja en un viaje destinado a conocer nuevos destinos. Los viajeros que eligen esta opción saben de antemano que no pasarán mucho tiempo dentro del hospedaje, sino fuera, disfrutando de la ciudad.
Así ya sabés que podes esperar de cada alojamiento y concentrar tu búsqueda en lo que prefieras. De cada uno de ellos hay muchas opciones, pero ya tienes esta guía para orientarte en lo que buscas dependiendo si quieres un viaje con amigos, familia, pareja o en solitario para descansar.
Ahora sí, ¡buena suerte con la búsqueda!