"Fue un extraterrestre encubierto, digo yo. Siempre tenía buena energía y una idea nueva". El paso por este mundo de Norberto Degoas no fue breve y a la vez fugaz, no sólo porque no se detuvo -y a la vez supo poner pausa a los instantes que valoraba y exprimir sus segundos de tandas- sino porque quienes lo conocieron y los que no, saben que se trató de un personaje inigualable.

Si vino de otro planeta o no, es una pregunta que todavía sigue en debate. Lo cierto es que llamó la atención y mucho, en dos décadas de mayor esplendor de los medios de comunicación como lo son la radio y la televisión, '80 y '90. En un mundo de presentadores pacatos y belleza estandarizada, Degoas pateó un poco el tablero con un finísimo humor que lo distinguió fuera donde fuese, incluso le dio la bienvenida a las casas de familias que comenzaron a sentir empatía con su simpático y revolucionario estilo de presentador. Pero tiempo, rebobinemos un poco.

Hace unos días Twitter estalló entre comentarios y reacciones tras difundirse un video inédito de las publicidades más icónicas de su carrera. Frente al croma, Degoas canta un tema tan simple que no tardará en ser de esos que se te pega y nunca despega: "Mar del Plata, El Cóndor, Buenos Aires". Sí, la ruta de la empresa de micros para viajar a la costa atlántica se volvió una melodía inconfundible en su repertorio y si no me creés, escuchalo.

Decenas de usuarios estallaron con la melodía y generaron hasta sus propias versiones. Desde memes, hasta un deepfake con Pepe Argento -el personaje de Guillermo Francella para "Casados con hijos"- y un videoarte del periodista y productor Axel Kuschevatzky.

"Era como un extraterrestre que había bajado a la televisión porque era indefinible. Habiendo ido de vacaciones toda mi vida a la costa atlántica (a Necochea) con mi familia, asocio la voz de Norberto con ese período de mi existencia", cuenta Kuschevatzky en diálogo con Filo.News. Otro que entiende que lo de Degoas era algo nuevo, fuera de los límites diarios.

La aparición de Degoas en redes no sólo hizo confluir a generaciones, testigos de sus jingles que lo volvieron furor como Adelgamateee, ¡Anótalo, Anótalo! y ¡Paulina!, sino que despertó el interés de quienes no tuvieron el gusto y aquí una historia digna de contar. Porque para una época en la sobreabundancia de material audiovisual y stickers, Degoas pudo haber sido un primer influencer, y así hay quienes lo argumentan.

"Creo que su forma de anunciar era muy disruptiva; él decía: 'En la calle pasan autos y no pasa nada, yo soy la ambulancia que aparezco con mis sirenas y la gente se da vuelta a ver qué es y por qué pasa así de repente'", expresa su hija, la artista Arianna Degoas.

"Me sorprende la trascendencia pero también la entiendo porque él era muy genuino y amaba lo que hacía y eso se ve en cómo los demás ven su obra. Ver los murales o los covers de sus publicidades se expanden por todas las redes, me parece como un cariño correspondido", asegurará su hija menor, Franccesca Degoas, Licenciada en Artes electrónicas y en cuya tesis homenajeó a su padre mediante el estudio del audio branding.

Su verdadero nombre era Norberto Carredegoas, y no fue Mar del Plata la ciudad que lo vio nacer sino bien al sur del país, precisamente en San Antonio Oeste (provincia de Río Negro) el 12 de abril de 1936. Sin embargo, en su infancia tras la muerte de su padre se trasladó junto a su familia hacia la localidad de Punta Alta en Buenos Aires, lo que aparecería en su vida como la premonición de cambio constante que lo caracterizaría.

La familia se instaló en los '60 e inauguraron la disquería Toty’s, local al que con el tiempo el joven Degoas comenzó a promocionar en plazas a través de unos altoparlantes que colocó. El éxito en ventas generaron que el local pueda instalarse en Bahía Blanca, donde comenzó su salto a los medios de comunicación.

Entre sus primeros trabajos, participó en LU7 Radio General San Martín donde pasaba el Ranking Musical. Luego, siguieron los ciclos Palacio de las Estrella, Desán Show, Ritmo en el Aire y El Clan de la esquina Musical. Su debut televisivo fue en los '70 con Matinée; también condujo programa solidario junto a Juan Carlos Beltrán que duró 80 horas y fue transmitido en vivo y sin cortes con el fin de recaudar fondos para el Patronato de la Infancia: hecho por el que le reconocería el "récord mundial de permanencia frente al micrófono".

Su programa más exitoso en radio fue Noche de 5 Estrellas, donde conversaba con invitados e impuso frases como "Más que un programa de radio, un estado de animo".

"A mi padre lo recuerdo con mucha alegría con una sonrisa, como era él: una persona alegre, divertida, que no juzgaba a nadie ni incluso a sí mismo. Siempre estaba feliz, tratando de tomarse la vida lo mejor posible", lo lleva presente Arianna.

Ya instalado y radicado en Mar del Plata dos años después, fundó Degoas Producciones y posteriormente llegaría uno de sus ciclos más exitosos: Semanario Insólito, junto a personalidades como Adolfo Castelo, Raúl Becerra, Virginia Hanglin y Nicolás Repetto. 

"A principio de los años 80, Semanario Insólito era una diferencia en la televisión, rompía con los programas que había en ese momento: tenía un sentido del humor que estaba muy en el límite de lo que era la televisión argentina en ese momento. Después de un par de años y con un formato muy parecido al de un noticiero cuando muchos de los miembros del equipo empezaron a ir hacia otros programas -como Raúl Portal llegó a Canal Trece para hacer Misteriodismo- el programa empezó a salir desde Mar del Plata, desde el Torreón del Monje. Yo recuerdo muy bien lo que para mí en ese momento fue el poder reconocer a Norberto Degoas. Le ponían la música de E.T en 1983 y venía corriendo a toda velocidad gritando: 'Detente, detente, detente', que era una de sus marcas de estilo", contextualiza y narra Kuschevatzky.

"Él rompió estereotipos y la gente no sólo veía lo que él hacía y se daba vuelta sino que generaba un gran espectáculo. Siempre aprovechó esos instantes que le daba una publicidad para dejar un mensaje", aporta Franccesca.

No obstante, cuando parecía que su carrera seguiría el rumbo de los proyectos locales, Degoas consigue una oportunidad: viajar rumbo a Estados Unidos, como quien reinicia la partida. "Mi papá era un artista que siempre estaba en búsqueda, decía que le gustaban mucho los comienzos"— expresa Arianna— "Alcanzó el éxito en Bahía Blanca, la ciudad de su juventud, después en Mar del Plata y fue en busca del 'sueño americano'. Así fue como llegó a Hollywood y a los quince días ya tenía un contrato de exclusividad con la cadena Telemundo (canal 52 de Los Ángeles) y ahí rompió todos los estereotipos. Fue el Weather Man, quien daba las noticias del tiempo (real) un día a los tiros en la escena de Universal Studios, otro día jugando al Básquet con la NBA, o en una jaula con leones. Tenía carteles con su cara por todo Los Ángeles, los latinos lo adoraban y repetían sus jingles. Tuvo lo que quería y lo que muchos podrían soñar pero eligió Mar del Plata porque sentía que era su ciudad".

No fue solamente el showman encargado de brindar el tiempo sino que además fundó el ciclo Argentina Show, el primer programa de radio para argentinos en California. "No sólo formó una familia sino que triunfó como pocos argentinos lo lograron", complementa Franccesca. Norbert conoció en la "ciudad de las estrellas" a una joven traductora Alejandra Scalise; se enamoraron, y tuvieron dos hijas que si bien ambas nacieron en el país norteamericano, se radicaron pronto (en 1996) en su actual Mar del Plata, la ciudad hacia la que Degoas volvió. "Adoraba su ciudad; que lo saluden por la rambla y le digan 'maestro' y él contestar 'hermano'", recuerda Arianna.

"Cuando tengo éxito me canso y me voy. No me perpetuo en ningún puesto, hay tipos que envidio porque tienen un alma conservadora y monótona para estar 20 años en un mismo lugar. Acá en Mar del Plata tenía un éxito increíble y por eso me fui. Me gusta empezar de abajo, los comienzos son bárbaros", dijo el mismo Norbert fines de la década del 90 en el programa Código.

Un ciudadano ilustre

La película y un juego de palabras para definir la impronta Degoas para no sólo Mar del Plata sino el sur de Buenos Aires, y quizá el cariño de la comunidad hispano hablante en Estados Unidos. Lo cierto es que, no profeta pero bien querido en sus tierras, no sólo fue reconocido en vida sino de manera póstuma, y así llegó su momento de brillar en cines.

"Cuando recibimos el llamado de los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn, hacía poquito que papá había fallecido y para nosotras fue muy mágico que quisieran incluir uno de sus avisos en una película con ese nombre: que trata sobre el reconocimiento del artista en su tierra (o no). Creemos que ser parte de este film fue una señal que él mandó. Logró debutar en cines aún cuando ya no estaba. En la premiere nos emocionamos muchísimo con la cara de mi papá en la pantalla grande y en primer plano diciendo: 'Adelgamateee', mostrando algo tan local como el mate. La gente aplaudía de verlo tan vigente. Agradecida a los directores", expresa Arianna.

Franccesca cuenta además que Degoas era fanático de ambos directores dado que "compartían el mismo humor y arte", y que el film llegó -así como su hermana definirá que se trató de un mensaje celestial- como una premonición: un año después lo nombraron Ciudadano Ilustre en Mar del Plata.

"Escucho las publicidades de 'Adelgamate' y sólo pienso en el viento, la arena y el mar. Me parece muy divertido que el estilo de Norberto sea recordado hoy como algo muy específico. Yo creo que se lo asocia, como me pasa a mí, con situaciones y emocionalidades muy concretas", aporta Kuschevatzky como ese elemento en concreto (como una comida o melodía, tal vez) que te hace viajar en el tiempo.

Norbert Degoas falleció el 9 de septiembre de 2013 tras permanecer varios días internado producto de un accidente automovilístico: venía de hacer compras y cruzaba Saavedra y Alem cuando un Chevrolet Spark, conducido por Elizabeth Riadigos (esposa de Julio Riadigos, dueño de las farmacias Riadigos, quien aún no fue condenada) lo embistió e impactó sobre el pavimento. Inmediatamente fue asistido por una ambulancia y fue intervenido de urgencias. Murió a la semana en el Hospital Interzonal General de Agudos Oscar Alende.

Su familia todavía lucha no sólo por que se haga justicia sino para que se coloque un semáforo en la intersección, para que no se repita una tragedia similar. 

Pese a su partida de este mundo, la trascendencia de sus publicidades, así como de aquellas joyitas que van apareciendo son sólo una muestra de que nadie muere si no es olvidado. "Me parece muy divertido que el estilo de Norberto sea recordado hoy como algo muy específico. Yo creo que se lo asocia, como me pasa a mí, con situaciones y emociones muy concretas. Mi hija y mi hijo tienen 12 y 9 años y todo el tiempo me piden que les ponga las publicidades y lo imitan. Así que si a algo le ganó es al tiempo, el estilo es Degoas y de nadie más", señala Kuschevatzky. 

"Mi padre me influyó mucho en mi carrera, me enseñó a componer, me daba consejos. Mi sueño es seguir ese camino y que podamos estar conectados a través de la música, el entretenimiento y el humor. Eso es lo que me dejó mi papá", asegura Franccesca.

"Mi padre es mi faro, mi influencia número uno en mi carrera como cantante, compositora y productora de todo lo que sea salir de la caja y generar cosas nuevas, disruptivas, interesantes, degomaníacas. Llevo el legado de mi padre por siempre. Él me inspiraba tanto que la noche en que falleció, en la tristeza de perderlo, le dije a mi madre: 'quiero soñar con papá'. Y esa noche soñé con él, estaba con el traje que usaba y su corbata de dibujitos, en un lugar muy oscuro y con una luz cenital; me miró fijo y me dijo: 'Metele con todo y cantá'. Fue una enorme señal de seguir no importa las trabas que pueda haber en el camino, siempre con fuerza. Siempre lo cuento para quienes les quede revoloteando (como las publicidades) y puedan meterle con todo", cierra.