Laura Grandinetti: "Nunca pensé en otra opción que en ser actriz"
Con veintidós años la carrera de la artista se encuentra en ascenso: luego de su debut en cine y de participar en reconocidos films, hoy es una de las principales figuras en el teatro comercial con "Después de Casa de Muñecas". Cara a cara con Filo.News, habla sobre su trayectoria profesional, sus desafíos, familia y más.
Aguarda en camarines, antes de salir a escena. Sabe que su personaje es crucial en la obra, su escena mantendrá al público expectante, que se retirará de la sala con más preguntas que respuestas. Laura Grandinetti está más ansiosa que nerviosa.
"Es increíble, disfruto de esta oportunidad espectacular", le cuenta a Filo.News minutos antes de subir al escenario de Paseo la Plaza (Av. Corrientes 1660) para interpretar a Emi.
De miércoles a domingo, Laura Grandinetti se suma a un elenco de destacadas y celebradas figuras como Paola Krum, Julia Calvo y Jorge Suárez en "Después de casa de muñecas", obra teatral adaptada y dirigida por Javier Daulte, con versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino, producción general de Pablo Kompel, y basada en la novela de Henrik Ibsen.
La joven de veintidós años, hija de Darío Grandinetti y Marisa Mondino, encara su primer desafío en la escena comercial. Sin embargo, su debut teatral fue en 2014 -también bajo la dirección de Javier Daulte-, al formar parte del elenco de "Personitas".
Su primer trabajo en cines llegó unos años después: "Paisaje", ópera prima de Jimena Blanco estrenada en el BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) 2018. El mismo año, se lució en la pantalla grande con otros dos films: "Acusada" (de Gonzalo Tobal) y "Rojo" (de Benjamín Naishtat).
"Nunca pensé en otra opción que en ser actriz", asegura Laura, quien comenzó a profesionalizarse desde sus seis años: estudió comedia musical en el insituto de Julio Bocca, y a sus doce años, continuó sus estudios en las academias de Hugo Midón y Julio Chávez.
"Siempre mantuve mis clases de teatro para enriquecerme desde lo profesional. No hay otra manera de formarse que estudiando, leyendo, pensando, mirando. Me encanta ir a ver teatro también", comenta Laura, quien comenzó el CBC de Artes Combinadas, aunque no pudo continuarlo por cuestiones laborales. Hoy, evalúa comenzar una carrera terciaria que se pueda ajustar a los tiempos de su profesión.
Mientras tanto, con el pañuelo verde acompañándola en su camarín, se prepara para encarar una carrera que crece y crece -construyendo su personalidad como mujer y artista en los tiempos que corren- y para subir al escenario y que la obra pueda comenzar.
¿Cómo es trabajar con grosos?
Es espectacular. Aunque ya había trabajado con actores como Héctor Díaz, María Onetto, Andrea Garrote en "Personitas", "Después de casa de muñecas" implicaba una oportunidad para debutar en teatro comercial, que es otro circuito, con otra exposición, y ni hablar del trabajo con otros compañeros que son grosos, gente a la que yo admiro mucho desde que soy muy chica.
Me encontré con tres compañeros que además de talentosos son grandes personas. Nos preocupa mucho el trabajo y nos divertimos mucho en camarines.
¿La primera vez que llegaste al teatro estabas nerviosa?
Conozco mucho la Plaza (teatro). Mi papá trabajó acá y mi hermano en el Metropolitan, que es la misma producción. En este lugar hay gente que yo quiero mucho, que conozco desde que soy muy chiquita.
Entonces, el espacio no me daba muchos nervios pero sí mucha ansiedad y ganas de subir al escenario y empezar a realizar todo lo que habíamos ensayado durante tanto tiempo.
Venís realizando una carrera que va en ascenso, hace poco trabajaste con Lali ¿cómo fue la experiencia?
Hace poco trabajé con Lali. Hice una participación en "Acusada", la película que ella protagonizó. Realizo simplemente una escena, en la que quedé seleccionada por casting. Fue la primera vez que estuve en un set de filmación de esa dimensión, algo muy impresionante. Me encontré también con un director que fue muy amoroso, Gonzalo (Tobal).
Lali fue muy cálida conmigo y muy relajada a la hora de trabajar. A Leo Sbaraglia también lo crucé y fue súper amable conmigo. Fue muy lindo estar en "Acusada", una experiencia re linda.
El 2018 tuviste un año de grandes estrenos, otro de ellos fue "Rojo", donde trabajaste con tu papá. ¿Recordás cómo fue tu debut en cine?
Hace dos años hice mi primera película en cines: "Paisaje", una ópera prima de Jimena Blanco, que se estrenó en el BAFICI el año pasado. Fue una peli muy hermosa para iniciar mi trayectoria. Así como en "Personitas" fue muy cuidado mi debut en teatro, "Paisaje" significó lo mismo en cine.
Después llegó la oportunidad de participar en "Acusada" y en "Rojo", que fueron experiencias espectaculares.
"Rojo" es una película de la que estoy muy orgullosa. Haber participado en ella me da una enorme satisfacción porque es de un nivel y calidad altísimos para el cine argentino, que también cuenta nuestra historia desde un punto de vista muy particular: el del director, Benjamín Naishtat. Es una persona muy inteligente, brillante que supo conservar esa mirada muy particular que realmente enaltece la industria cinematográfica nacional.
¿Cómo es trabajar con tu papá?
Bárbaro. En "Personitas" ya habíamos trabajado juntos. Fue hermoso. Yo tenía 15 años, era muy chica, y estaba con Javier (Daulte), que es como de mi familia.
En ese momento, entre tanta familiaridad, no tomaba mucha dimensión todavía del alcance de la obra y de lo que implicaba estar en teatro, si bien sabía mis responsabiliadades. Para mí era un ejercicio de mucho aprendizaje y disfrute.
En "Rojo" (unos años después) me encontraba un poco más segura con mi actuación. Era una película que además entusiasmaba mucho a mi viejo, los dos estábamos con muchas ganas de contar esa historia. Nos divertimos mucho en el rodaje. Mi viejo es muy tranquilo para trabajar y yo también.
Retomando tu participación en la obra "Después de Casa de Muñecas", ¿cómo fue el trabajo de composición de tu personaje?
Emi aparece en un momento narrativamente muy importante de la obra: llega para ponerle un espejo a Nora (personaje de Paola Krum), para que vea esa mujer que fue. Ese, si se quiere, es el gran punto débil que tiene la "nueva Nora", el haber abandonado a sus hijos.
Emi es un personaje muy rico. Es el único que tiene sólo una escena en la obra pero posee un arco inmenso para contar. Es algo que muchos me dicen: "Hasta que entrás pienso una cosa y de repente...".
En ese sentido -más allá de mi actuación y de todo lo que pude trabajar con Javier-, hay algo muy inteligente desde el material. Cuando un texto está bien escrito no hay que hacer mucho más que volcarse en él. Emi está escrita y yo le pongo el cuerpo.
Es la primera vez que hago una obra de miércoles a domingo, lo que me permite que todos lo días vaya creando cosas nuevas: ir probando y porqué no, celebrar lo que pasa en el escenario.
¿Manejás tu ánimo día a día para hacer la obra? ¿Qué pasa si un día llegás un poco bajón?
Yo estoy feliz. Si tengo un día medio malo y sé que voy al teatro, levanto un poco el ánimo. Y si tengo un día genial, es mejor incluso. Venir al teatro siempre mejora todo, tanto en mi vida como en mis días.
En cuanto a la preparación, no soy de encerrarme en mi camarín, sino más de compartir con mis compañeros. Aislarme no me ayuda, sino estar presente y olvidarme de las preocupaciones del afuera. Estar ahí para fortalecer y enriquecer a estos personajes que son hermosos.
¿Cómo internalizás la obra en tu cuerpo? Tu personaje sabe que su madre se fue, vuelve por un favor, le dice que son parecidas, ella no ve lo mismo.
La obra es muy controversial. Más allá de que lógicamente, uno defiende a su personaje y tiene generado un recorrido emocional y psicológico, "Después de Casa de Muñecas" está ideada para generar preguntas, más que para resolverlas.
El espectador se va con un montón de preguntas que más tarde responderán. Particularmente, una de las escenas que impulsa más esta cuestión es el encuentro entre Emi y Nora. En esa escena se pone en jaque todo entre ambas, donde todo lo que piensan se empieza a cuestionar.
Respecto a mi personaje: pienso que me voy a encontrar con mi madre, que en realidad me dicen que es mi madre -porque no tengo un recuerdo que me ate emocionalmente a ella-; sé que tengo una herida muy profunda, que cuesta que salga a la luz. Emi es una mujer de finales del 1800, criada de una manera y con determinadas costumbres.
Me parece importante que en la obra ninguno de los personajes es juzgable. Los cuatro tienen sus puntos de vista. No hay una verdad, ni buenos ni malos.
En la obra vemos distintas clases y personajes de mujeres. Hoy, muchas cosas cambiaron. ¿Cómo te construís vos como mujer?
Para mí es un momento muy importante. Tengo casi veintidós años y pertenezco a una generación que tiene el camino mucho más allanado gracias a una generación anterior que viene haciendo un trabajo importantísimo.
Desde mi lugar siento que debo acompañar hasta donde puedo. Hay cuestiones básicas para mí. Nadie me tiene que contar que la mujer es dueña de su cuerpo, que no tengo que dar explicaciones sobre ninguna elección privada y personal, que tengo que entender que el otro viva como quiera y que jamás sienta que tiene que pedir alguna clase de permiso.
Todos los debates ayudan muchísimo a que uno comprenda y sepa explicar los porqué pero yo soy conciente y agradezco, pertenecer a una generación en la que todo está mucho más internalizado y (des)naturalizado.
Hay que seguir trabajando para que las mujeres dejemos de morir por nuestra decisión, para que el Estado se responsabilice y que de una vez por todas nuestros dirigentes piensen en la gente.
Yo tengo el pañuelo verde siempre y esta es una lucha que recién empieza, se logre la ley y todas las medidas necesarias. Las pibas ya estamos en la calle.
¿Sos feminista?
Sí, por supuesto. Me parece que el que no es feminista está en contra de la vida. Trabajo concientemente con mis vínculos y gente cercana para que todos se sientan libres, iguales y gocen de la vida como quieran. Juzgar es vintage.
Jugando un poco con el lema de la obra ¿cuánto vale serse fiel a una misma y cuán fiel te sos vos?
Vale la felicidad de tu vida. Yo estoy transitando un camino en el que trato de serme fiel a mí misma. Estoy todo el tiempo preguntándome desde dónde estoy haciendo las cosas: si es con ganas o por compromiso.
Si bien soy una persona amable y siempre estoy para los demás, trato de no desconectarme de mi deseo. Por suerte, mi realidad está bastante ligada a ese deseo.
Laura Grandinetti conforma el elenco de "Después de casa de muñecas" junto a Paola Krum, Julia Calvo y Jorge Suárez. Una imperdible y recomendada puesta en escena de miércoles a domingo en Paseo la Plaza (Av. Corrientes 1660) a partir de las 20 horas.