Germán Tripa, acompañó la denuncia de su hermana por abuso sexual: "Cuando me enteré, salí a buscarlo para molerlo a palos"
El actor utilizó sus redes sociales para apoyar la decisión de su hermana: hacer pública una delicada experiencia que la marcó para siempre. Ante esto, Filo.News conversó con el artista, quien brindó más detalles.
Su valentía funcionó como impulso para que muchas personas se animaran a denunciar situaciones de acoso y abuso de las que son y fueron víctimas. Una de ellos fue Úrsula "Ushit" Marina Tripel, la hermana del artista Germán "Tripa" Tripel.
A través de sus redes sociales, el actor brindó apoyo a su hermana: compartió su testimonio, además de realizar un contundente descargo contra la violencia de género.
La denuncia en redes
Con una publicación en la que dio a conocer la traumática experiencia de su hermana, Tripa buscó el apoyo de sus seguidores para elevar el testimonio a la Justicia.
"Hoy uso las redes con otro fin... AYUDAR... ACOMPAÑAR... APOYAR a MI HERMANA!", escribió junto a las palabras de su hermana, sumado a unos videos donde expresó todo el dolor desde su lugar.
Una publicación compartida de german tripel (@tripa_german) el
En la publicación, el actor posteó el testimonio de Úrsula. Cuando su hermana era una niña el novio de su tía, Ricardo Godoy, abusó de ella. Sucedió en un viaje a Villa Gesell en el año 1996.
"Aprovechaba los momentos en los que mi tía se iba (...) para quedarnos solos y abusar de mí sexualmente", confiesa. Ella tenía 6 años, él 43.
En este contexto, Filo.News dialogó con Tripa, quien contó cómo se enteró del abuso, expresó cómo le interpelan los debates actuales y más detalles.
La compañía de un hermano: la palabra de Germán Tripel
"Me siento bien, triste de que pasen estas cosas, con fuerza, con ganas de ayudar a mi hermana y darle una mano. Empecemos a bajar el número de personas abusadas", reflexiona el actor, quien al tiempo, añade que se enteró del abuso hace muchos años.
"A medida que fue creciendo, Ushit lo fue superando pero hoy, con todo esto -que agradezco- de poder contar y no tener miedo, ni temerle al abusador, se animó y salió a contarlo", cuenta.
Tripa supo la verdad en su pre adolescencia. A Úrsula le llevó cinco años poder decir lo que había padecido.
"Me acuerdo que me enteré un domingo, cuando me levanté. Estábamos todos en casa, mi papá y mi mamá llorando en la mesa. Yo no entendía absolutamente nada. Cuando le pregunto a mi papá, me sentaron y me dijeron que el novio de mi tía (Cristina Freixá) había abusado de mi hermana, no me dieron detalles de lo que había pasado", recuerda.
Antes de que la por entonces niña hablara con sus padres, pasó por diversas etapas y estadíos. "Tenía miedo, o lloraba, no se quería quedar con nadie a solas", se acuerda Tripa, todas situaciones que llamaron la atención de su familia: fueron el incentivo para hablar con ella.
"A raíz de eso se enteraron de que había abusado de ella. Al principio pensé que el abuso había sido sólo al tocarla, que es horrible. Después me contaron que había sido abuso sexual", continúa recordando.
"Y así, yo estaba en ropa interior, y sin decir una palabra me fui a buscarlo. Mis viejos me tuvieron que seguir dos o tres cuadras porque yo iba a algún lado -no sabía ni dónde vivía, ni cómo era- pero ese tipo que hace una semana estuvo en mi casa había abusado de mi hermana e instintivamente salí a buscarlo para molerlo a palos", asegura.
Actualmente, Tripa aún recuerda a la ex pareja de su tía, Ricardo Godoy, de quien no tienen muchos datos más que una página web (www.ricardogodoy.com.ar) y su profesión (arquitecto).
"Era básico, un tipo simpático pero que no te decía nada. Morocho, pelo corto, con un bigote largo y bien tupido, sin barba, con un poco de sobrepeso. Hoy mi recuerdo está teñido de bronca, enojo, desolación", sostiene.
"Compartía con nosotros cada vez que mi tía venía, una o dos veces por semana. Ella siempre tuvo una buena relación con mi hermana, quien se iba a su casa a dormir. No quiero ni pensar que este abuso haya sido reiterado", menciona.
A su vez, reflexiona: "Nunca me sentí reflejado en lo que la sociedad impone o imponía como hombre. Esta cosa de 'bueno, si la maltratás o si no le das bola van a venir y se van a arrodillar a tus pies', 'no llores por una mujer, que no te vea llorando', 'vos sos el macho'. Nunca vi reflejado eso en mi forma de ser, ni en la educación que me dieron mis padres, que gracias a Dios fue siempre de respeto mutuo entre hombres y mujeres".
"Desde mi lugar de hombre pero más que nada de hombre que acompaña a su mujer, es un presente que me encanta, me encanta que empiecen a salir estas cosas", agrega.
Tripa está casado con la también artista, Florencia Otero, juntos son padres de Nina. Asegura que ambas mujeres le enseñan a diario, y a partir de ello repiensa su rol social y los privilegios impartidos socialmente, aunque no se siente identificado con dichos beneficios.
"No puedo creer que un hombre -y llamarse como tal, 'hombre'- haga las cosas que hace, desde el abuso -como le sucedió a mi hermana- hasta el abuso de poder, la cosificación de la mujer y también del hombre, que no está tan vista pero pasa", destaca.
"Por suerte esta forma de ser que yo tengo, me ha rodeado de gente que piensa parecido. Mis amigos y conocidos, músicos y gente con la que he compartido, ninguno es 'machista'. Ninguno es patriarcal. Todos compartimos que sin la mujer ni el hombre no somos nada y es a raíz del amor que uno siente el modo en el que podemos avanzar", finaliza.
Si sos víctima o conocés a alguien que esté pasando por una situación similar, comunicate con la línea gratuita 144 y otras organizaciones en pos de la lucha contra la violencia de género, para recibir asesoramiento y contención.