Independiente empató 1 a 1 con Gremio en la primera final de la Recopa Sudamericana y el partido no se libró de polémicas. El VAR otra vez volvió a ser el centro de la escena, ya que fue utilizado en una debatida jugada en la que terminó expulsado Emmanuel Gigliotti, tras pegarle un codazo a Walter Kannemann.
Por ello, aunque quiso evitar referirse puntualmente al arbitraje, Ariel Holan no pudo disimular su bronca en la conferencia de prensa tras el partido. “Más allá de la calentura que me genera el partido, de los manejos de situaciones que a veces fastidian, quiero centrarme en la actuación del equipo", dijo el entrenador. Aunque deslizó una sensación bastante particular: “Por momentos, pareció que el partido se jugaba en Brasil y éramos visitantes”.
¿Qué quiso decir?
"Tengo que focalizarme, más allá de la calentura", empezó a decir Holan en relación al arbitraje, mientras agarró una botella de agua. "Porque hay situaciones de química en el juego y manejo de la situación del partido que a veces fastidian", continuó explicando el técnico, mientras se frotaba los dedos de una mano, como quien quiere sugerir el gesto de plata. ¿Fue casualidad o a propósito?
Con fe y esperanza
“Nos vamos con la sensación de que, once contra once, Independiente puede traerse el título de Brasil” sentenció el entrenador. El próximo miércoles 21 de febrero, desde las 21.45, será la hora de la verdad.