Parecería ser qué solo podemos comer fainá en pizzerías. Sin embargo, hacerla en casa es muy fácil, es barata y además muy versátil. Se puede comer con ensalada, con pesto y queso, como entrada o guarnición, y si, si quieren pueden comerla con pizza también.
La mejor receta que probé es, sin duda alguna, la de Narda Lepes. Así que aquí les van sus cantidades. Mi intervención va a ser en técnica.
INGREDIENTES
(para una fainá tamaño pizzera; pueden hacer muchas chicas o una cuadrada)
- 300gr de harina de garbanzos
- 725ml de agua fría
- 75ml de aceite de girasol
- 1 cdta de sal
- 4 cdas de aceite para cocinar
1. Mezclar todos los ingredientes en un bowl, cubrirlo con papel film y dejar en la heladera durante la noche. Esto ayuda a que se hidrate la harina y quede una fainá uniforme y compacta, suave por dentro. No asustarse si se ve muy líquida: es así.
2. Al día siguiente, prender el horno al máximo maximísimo y poner la placa que se va a usar con las 4 cucharadas de aceite en el horno. Este paso es IMPORTANTÍSIMO, la clave para que salga bien es que la placa, el aceite y el horno estén MUY CALIENTES. Dejarla ahí 10 minutos.
3. Sacar la mezcla de la heladera y batirla un poco para reunir las fases, que a veces se separan. Retirar la placa del horno con un repasador y mucho cuidado, y volcar toda la mezcla. A mí me gusta cuando tiene un espesor de más o menos 2 cm. Para chequearlo, poner un cuchillo en la mezcla y fijarse hasta dónde lo mancha.
4. Devolver al horno y cocinar por más o menos 15 minutos o hasta que esté dorada. Yo prefiero darla vuelta en medio de la cocción para que se crocantice de ambos lados.
5. Dejar enfriar y cortar en porciones.