Uma Thurman y el fenómeno de las actrices de cine que pasan a la TV
Netflix anuncia para abril el estreno de la serie de misterio “Chambers”, protagonizada por la actriz de “Kill Bill” en su debut en el servicio de streaming.
Gracias a éxitos como “True Detective” y “The Sinner” las series de misterio están una vez más de moda, eclipsando a esas infinitas historias de detectives estilo “CSI” que cuentan un caso en cada capítulo. Para diferenciar sus productos, canales de cable y streaming apuestan por caras conocidas - en lo posible, actores y actrices con experiencia en cine.
La nueva recluta de Netflix es Uma Thurman (“Kill Bill”, “Relaciones Peligrosas”), que será la protagonista de “Chambers” (“Cámaras”, pero la palabra puede referirse a habitaciones y a las cámaras del corazón), una serie de suspenso creada por Leah Rachel, guionista novel que impresionó con su propuesta a los ejecutivos del canal.
La descripción está calculada para generar interés sin revelar detalles. “Sasha, la joven sobreviviente de un infarto se ve consumida por el misterio de la donante que le salvó la vida. Pero mientras más se acerca a descubrir la verdad sobre su nuevo corazón, comienza a adoptar cualidades (a veces siniestras) de Becky, la dueña original del órgano.”
Thurman interpreta a Nancy, madre de Becky con la que Sasha formará un lazo inesperado. Aunque Thurman sea la actriz más prominente del elenco, la serie es un misterio adolescente y está claro que Netflix la seleccionó para tener un rostro reconocible en medio de este elenco de desconocidos y de paso aprovechar su contundencia dramática.
Para Thurman es un bienvenido retorno a las alfombras rojas después de años difíciles en los que pasó mucho tiempo lejos de la pantalla. Desde el fracaso de “Mi Super Ex Novia” en 2006, la actriz no ha logrado conseguir un protagónico de alto perfil en el cine, y a pesar de recibir nominaciones al Oscar (por “Pulp Fiction”) y el Globo de Oro (por las dos “Kill Bill”) los papeles interesantes parecen haberse reducido.
En los últimos años Thurman se destacó en televisión, con participaciones en series como “The Imposters” y “Smash” y un aclamado protagónico en la miniserie de NBC “The Slap”, de 2015. En 2017 debutó en Broadway con el papel principal de Chloe en “The Parisian Woman”, obra de Beau Willimon, creador de “House of Cards”. En cine, sin embargo, solamente ha figurado en papeles secundarios en películas independientes y producciones europeas como “Ninfomaníaca”.
Es una historia conocida en Hollywood. Thurman tiene 48 años, y después de cumplir los 40 la industria parece desechar a sus mejores actrices, o decidir que de repente no pueden protagonizar películas de acción o comedias románticas y ahora les toca ser villanas, madres, jefas, o mejores amigas.
Esta barrera imaginaria de los 40 es más que una impresión. Entre las 10 películas más vistas de 2018 en Estados Unidos hay una sóla actriz protagónica mayor de 40: Holly Hunter (de 61) que interpreta la voz de Elastigirl en “Los Increíbles 2”... un personaje que no pasa de los treintaypico. En la misma lista podemos ver a actores como Ryan Reynolds (42), Paul Rudd (49), Robert Downey Jr. (53) y el eterno Tom Cruise (56) disfrutando de roles principales que sin duda sostendrán por muchas secuelas más.
Y ni siquiera es una cuestión que tenga que ver con el cine comercial. La edad promedio de los nominados al Oscar a mejor actor es de 43,4 años, mientras que las nominadas a mejor actriz promedian 37,2 - un bache de dos años que ni siquiera cuenta toda la historia.
Con tan sólo ver las barras de este gráfico queda claro que los roles más importantes para un actor empiezan a decaer después de los 40, pero se sostienen hasta aproximadamente los 60-65 años, mientras que en el caso de las actrices la caída es estrepitosa y abrupta. La barrera es real. Los números no mienten.
Cuando cumplió los 40, la actriz Rosanna Arquette (“Pulp Fiction”, “Silverado”) empezó a sentir esta discriminación tácita por parte de Hollywood, y decidió buscar a su actriz favorita, Debra Winger (“Reto al Destino”, “La Fuerza del Cariño”) que a pesar de tener tres nominaciones al Oscar se retiró del cine en 1995 - el año en que cumplió 40.
En 2002, Arquette filmó junto a Winger y varias actrices de distintas edades el fascinante documental “Searching for Debra Winger” (“Buscando a Debra Winger”), una colección de entrevistas que identifican esas barreras que aún las actrices más cotizadas encuentran en su carrera, y que no solo tienen que ver con su atractivo sino con la negativa de los estudios a adaptar el proceso de filmación a madres con hijos pequeños.
“Searching for Debra Winger” ha sido rescatado y recontextualizado en la era post-#MeToo. La ensayista Olivia Collette identifica el sexismo y la discriminación por edad de Hollywood como parte de la misma visión cosificadora que culmina en abusos como los perpetrados por Harvey Weinstein y el hábito del “casting-sábana” por el que acaba de perder su puesto al CEO de Warner Kevin Tsujihara.
La ironía es que las mismas mujeres que el cine parece rechazar son las que despuntan en televisión con esos roles protagónicos que se llevan premios y redefinen carreras.
Es fácil trazar un paralelismo entre la decisión de Thurman y la de Winona Ryder, otra premiada actriz del cine independiente de los ‘90 que se encontró con dificultades para conseguir papeles interesantes en cine y decidió sumarse al elenco de una serie juvenil con toques sobrenaturales: Stranger Things. Su rol de Joyce Byers no sólo fue reconocido con una nominación al Globo de Oro sino que reavivó su carrera cinematográfica.
No fue la única. Naomi Watts protagonizó en 2017 “Gypsy”, otra serie de Netflix. Y a pesar de que fue destruída por la crítica e ignorada por el público, motivó a Watts para seguir buscando papeles en esta línea, y hoy es la protagonista de “The Long Night”, la precuela de “Game of Thrones” que HBO estrenará en 2020.
En el momento en que Drew Barrymore descubrió que ya no la llamaban para las comedias románticas que la hicieron famosa, se dedicó a buscar proyectos alternativos en televisión, descubriendo “Santa Clarita Diet”, que pronto estrenará su tercera temporada. Samantha Morton, nominada a Oscars por “En América” y “Dulce y Melancólico” cambió su imagen por completo para convertirse en Alpha, la temible nueva villana de la mejor temporada de “The Walking Dead” en mucho tiempo.
Tampoco es casualidad que muchas de estas actrices decidan tomar el toro por las astas y producir sus propias series de televisión. Ellas mismas identifican creativos con los que quieren trabajar y usan su prestigio para generar proyectos (y papeles) relevantes, modernos, y artísticamente satisfactorios.
Julia Roberts lo hizo con “Homecoming”, la premiada serie de Amazon Prime Video estrenada el año pasado y para la que peleó por sumar al director Sam Esmail (“Mr. Robot”) en cada capítulo. En 2014 Nicole Kidman y Reese Witherspoon compraron los derechos de la novela “Big Little Lies” y empezaron a desarrollarla como una película - hasta que decidieron cambiar por una serie que les permitiese hacer honor al libro y a la vez tener mayor control creativo. La apuesta funcionó, y Kidman se llevó el Emmy y el Globo de Oro por su rol.
Las imágenes promocionales de “Chambers” se concentran en la participación de Uma Thurman. Este primer paso tentativo podría ser el principio de una exitosa segunda fase para la actriz, o simplemente la oportunidad de estar en el centro de un producto de perfil relativamente alto.
No hay nada más importante para un actor que trabajar regularmente, y si algo positivo tiene esta saturación de series es que las oportunidades están un poco mejor repartidas. Por mucho que los grandes directores defiendan al cine como el arte supremo y la televisión como un medio menor, está claro que la pantalla chica resulta mucho más inclusiva y menos discriminatoria que la grande.
Además de Thurman, podremos ver en “Chambers” a Tony Goldwyn (“Scandal”) como su esposo, y la producción es de Stephen Gaghan, ganador del Oscar a mejor guión por “Traffic”. Los 10 capítulos se estrenan el viernes 26 de abril a través de Netflix.