Peter Lanzani protagoniza "Argentina, 1985": "Tenía muy claro dónde estaba parado, siempre me gustaron los desafíos y no podía dejar este"
Con el cuerpo, mente y alma en la película que llega este jueves a los cines, cuenta que aceptó involucrarse antes de leer el guión, sabiendo que entre manos tenían una historia potente capaz de llegar al corazón de la gente. Así, encaró el compromiso de interpretar los sucesos reales, ver su recibimiento en el mundo y defender que "el cine está hecho para emocionar".
Es uno de los artistas más completos y su nombre resalta en el listado de predicciones a los premios Oscar de una de las revistas especializadas de Estados Unidos (Variety). Un actor que creció y marcó generaciones desde sus personajes, y que a la vez es un referente de la suya. Y cuando su carrera parecía establecida giró el timón para salir del confort y meterse en la piel de personajes que -como contó alguna vez- "no lo dejen dormir". Esta es una de esas oportunidades.
Peter Lanzani protagoniza "Argentina, 1985", dirigida por Santiago Mitre ("La Patota", "La Cordillera", "Pequeña Flor"). Allí interpreta al fiscal adjunto Luis Gabriel Moreno Ocampo, quien es asignado para trabajar junto a Julio César Strassera (en la piel de Ricardo Darín) en el juicio para probar la responsabilidad y los crímenes de las Juntas Militares de la última dictadura en el país.
En ese entonces, su personaje tenía 33 años; hoy él tiene 32. Mientras que a ambos los une la oportunidad de sobresalir en historia, emparentada en un punto: contar lo que sucedió y que resuene como precedente en el mundo.
Luego de presentarse en festivales como Venecia, San Sebastián -que simbolizan tan sólo el principio del recorrido que transitará la película-, Peter regresa de gira al país con ovaciones, conciente de que el estreno en su tierra argentina no tiene comparación en su impacto.
"Cuando me llegó la propuesta ni siquiera había un guión y le dije a Santiago Mitre: 'Estoy adentro'", recuerda en diálogo con Filo.News. "Es un director que admiro, además siempre quise trabajar con Ricardo, y con una historia tan fuerte", añade, sobre la película.
"Ya con el guión tuve que salir a caminar dos, tres horas, alrededor de mi casa porque necesitaba empezar a procesar la data. Siempre me gustaron los desafíos y no podía dejar pasar este", garantiza el artista que desde sus inicios que continuaron con el trabajo junto a Cris Morena, supo elegir y volcar una impronta en cada proyecto.
Esos desafíos le permitieron mostrar su versatilidad como actor, y animarse a personajes reales desde los más iluminados hasta otros en sus oscuridades. Con su Alejandro Puccio en "El Clan" (2015, de Pablo Trapero) nos mostró los matices del hijo mayor del secuestrador y homicida, un niño bien de San Isidro, perturbado por los crímenes de su padre en los que sucumbió. Con Nelson de "Un gallo para Esculapio" (2016, Bruno Stagnaro y Ariel Staltari, dupla de "Okupas"), a un joven de misiones caracterizado con su propio acento. Con "Sólo se vive una vez" (2017, Federico Cueva), toques de acción y comedia. Con Miguel Prieto, inspirado en el real Héctor Somoza, en "El Ángel" (de Luis Ortega, 2018, que lo llevó al Festival de Cannes) el acercamiento a otro criminal, de bigotes y una desprolijidad que lo aleja y contrasta de sí mismo. Otra caracterización que llegó con Ciro en "4x4" (Mariano Cohn y Gastón Duprat, 2019) y el compromiso de una película que dependía completamente de su talento, desarrollado en una misma locación. Siguió "El Reino" (Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro, 2021)y un carismático Jorge Cyterszpiler en "Maradona: Sueño Bendito" (2021, Alejandro Aimetta). Y por supuesto el regreso al teatro con "Las cosas maravillosas" y su incursión en podcast con "Número Oculto".
En "Argentina, 1985", la primera aparición de Peter lo retrata en el lugar de los hechos, en uno de los bancos del Palacio de Tribunales, en aquella sala que fue testigo de la historia. Se produce un clima en sí mismo en ese travelling que nos acerca al personaje. Junto a él se sienta Strassera, acelerado por las emociones que lo confrontaban y le recordaban la implicancia del trabajo que tenía entre manos. Luego de un breve intercambio de palabras, el joven Moreno Ocampo le notifica que es su fiscal adjunto designado.
Una vez en los pasillos y procesando la novedad, le pregunta: —¿En cuántos juicios estuviste?. —Ninguno— responde, al tiempo que le confiesa que su tío es militar y su madre va a misa con Videla. La química de los actores ya se pone en marcha desde esa escena; que introduce la idea transformadora: —Hay que buscar por otro lado. Si los funcionarios de carrera no quieren...—, proponiendo conformar el equipo de la fiscalía con jóvenes menores de 30 años, que tuvieran el impulso necesario.
"Sabía bastante del juicio", asegura Peter, quien conoció a Moreno Ocampo y en un encuentro donde repasaron experiencias personales atravesadas por semejantes episodios reales.
"Es uno de los hitos más importantes de la historia de nuestro país, así que con lo que eso respecta tenía muy claro dónde estaba parado y por supuesto aprendí un montón de cosas más. Eso estuvo buenísimo", destaca
"Nací en el 90, no viví en carne propia el juicio ni lo que fue la dictadura y creo que va a llegar un montón de gente al cine a descubrir un montón de cosas. Es una película a su vez le habla mucho a estas nuevas generaciones y está bueno que así sea para no olvidar nuestro pasado", sostiene.
En dupla protagónica por primera vez con Ricardo Darín, Peter encabeza a su vez un numeroso elenco de talentos como: Alejandra Flechner como Marisa Tobar, Carlos Portaluppi como uno de los jueces del tribunal, Claudio Da Passano como el dramaturgo Marcos Somigliana, Laura Paredes como la física y sobreviviente Adriana de Laborde, Héctor Díaz representando la defensa, Gina Mastronicola como Carolina, la hija de Strassera; Alejo García Pintos (quien interpretó a Pablo Díaz en "La Noche de los Lápices", 1986) como otro de los integrantes del tribunal, la participación de Norman Briski, entre muchísimos más y escenas con más de 300 extras en una sala.
Junto a las revelaciones de las y los jóvenes que representan el equipo de la fiscalía: Almudena González, Félix Santamaría, Manuel Caponi, Brian Sichel, Leyla Bechara, Antonia Bengoechea y Toto Rovito.
La película es producida por Axel Kuschevatzky, Federico Posternak, Agustina Llambi Campbell, la también presidenta ejecutiva de producción física en Marvel Studios, Victoria Alonso; Santiago Carabante, Chino Darín. Una coproducción entre La Unión de los Ríos, Kenya Films, Infinity Hill y Amazon Studios, plataforma donde estará disponible luego de sus tres semanas en la cartelera de 223 salas de cines -no así en las cadenas más comerciales-, donde permanecerá para quienes elijan disfrutarla como lo merece, en pantalla grande.
La película es un enorme estreno que para las y los argentinos significa memoria, revisar nuestra historia, tenerla en el presente, ¿qué simboliza en lo personal para vos?
Exactamente eso, más el desafío de tener la responsabilidad de contar esta historia en el cine y creo que lo encaramos desde ese lado. Todos sabíamos dónde nos estábamos metiendo y se laburó tratando de contar esta historia de la mejor manera y explotar los personajes de la forma más correcta, teniendo en cuenta que no es un documental sobre el Juicio a las Juntas sino que es una interpretación escrita por Santiago y Mariano Llinás, donde el guión es una maravilla y es clarísimo desde dónde lo quiere encarar y lo que tiene que hacer cada uno.
Uno de los plus que tiene la película es contar que fueron jóvenes quienes conformaron la fiscalía, ¿cómo fue enterarte de esto?
Impresionante. Creo que es una de las vueltas de tuerca que tiene la película, encima los actores que los componen son maravillosos, unas personas increíbles y disfruté muchísimo de conocerlos. Yo soy un poquito más grande, tampoco tanto.
Todos estábamos en la misma sintonía: sabíamos lo que teníamos que hacer y las mejores actitudes para contar esta historia. Se logró un grupo sumamente unido y se ve reflejado en la película.
¿Cómo fue el trabajo con Ricardo?
Excelente. No me voy a poner a hablar de él como actor. Me parece que ya lo conocemos todos. Dentro de mi generación es un gran referente. Sí puedo hablar de lo que es personalmente y como profesional: una persona super bondadosa, correcta, siempre tiene palabras de apoyo y para ayudarte. Así que fue una experiencia maravillosa para mí, un sueño cumplido.
¿Cómo fue para vos el armado de este personaje, que como decías sin imitarlo pero sí componiéndolo?
Hubo muchos encuentros con Santi, con los chicos de la fiscalía, y con Ricardo también. Más que nada acortar distancias para no llegar en blanco al rodaje porque se pierde mucho tiempo si no: ensayos, charlas, lecturas de las escenas, tratar de entender a dónde íbamos y qué tipo de arco queríamos lograr. Por lo menos entenderlo psicológicamente para después ponerle el cuerpo cuando llegás al rodaje.
Fue un laburo, sin querer faltarle el respeto, sencillo por así decirlo, porque sabíamos lo que queríamos hacer y siempre estuvimos muy enfocados. Después el trabajo siempre es arduo, hacer cine no es sencillo y es parte de los desafíos que me gustan afrontar.
Vos tenés facilidad en este juego que Ricardo describe como de "salir y entrar en el personaje", ¿no?
Y aprendí muchísimo de él compartiendo el rodaje. Creo que se necesita mucho de eso porque sino uno se carga mucho de cuestiones de la escena.
La verdad es que pudimos disfrutar mucho porque somos afortunados de hacer lo que hacemos. Nos divertimos entre escena y escena, y las hicimos con muchísima responsabilidad: sabiendo que entre manos teníamos una historia muy potente que requiere de mucha seriedad pero que a la vez requiere del compromiso emocional de llegar al corazón de la gente, que se va a sentar en una butaca a disfrutar de la película.
Hablando de ese compromiso y de llegar al corazón de la gente, ¿con qué escenas te emocionaste vos?
Es una película que tiene muchas escenas bisagra, hay muchas que me emocionan pero no quiero spoilear. Sucede de todo y eso es lo más inteligente del guión: no te da respiro y la película parece que pasa como un chasquido.
Por ejemplo la escena del alegato. Ricardo Darín nos mencionaba que se emocionaban cada vez que la repetían.
El alegato es un momento cúlmine de la película. Se ha repetido durante 3 días y hemos tenido más de 400 personas adentro de la sala que es esa misma histórica donde se hizo el juicio.
Eso sucede muy pocas veces porque en la repetición, uno suele cansarse y al haberlo escuchado varias veces te puede desconcentrar un poco pero no hubo vez en que nos emocionara, que la gente no aplauda hasta que le duelan las manos. Ese es uno de los grandes indicios de que uno está haciendo lo correcto y que tiene emoción. El cine está hecho para emocionar.
Justamente como el cine está hecho para emocionar, ¿te pasó mientras estabas haciendo la película que se te acercaron personas a contarte sus historias personales?
Por supuesto. Todos tienen historias. Incluso hasta el que no lo vivió en carne propia tiene algún familiar y eso es emocionante porque hace que tengas más compromiso a la hora de contarlo. Me parece que está bueno porque genera un poco de mística a la hora de hacerse y eso se ve reflejado en la pantalla.
Sobre todo en un momento en que el cine argentino está en emergencia ¿no?
Me parece que da un poco de aire, más aún porque tenemos uno de los mejores cines del mundo. Tener la posibilidad de representarlo en festivales internacionales es un compromiso que disfrutamos muchísimo y desde ahí nos dimos cuenta. Porque sucedió tanto con el público de otros países que fue espectacular y único. Ahora esperamos llegar al encuentro con el nuestro.
¿Cómo fue ese abrazo a la película en otros países?
Increíble. Aplausos interminables durante la función. Me quedo con la emoción entre nosotros. Fue la primera vez que pudimos destensionar todo lo que vivimos haciendo la película. Quiere decir que algo pasa y si algo pasa puede llegar a estar bien hecho.
¿Cómo es para vos interpretar personajes reales?
Es un compromiso y una responsabilidad. Teníamos la ventaja de que no estábamos haciendo una historia documental sino que la película iba más allá de eso. Dicho eso teníamos la posibilidad de desestructurarlo, no ir a lo obvio sino poner a los personajes más a merced de lo que sucede en la historia. Agarrar algunas características pero que funcione en el guión.
¿Qué sensaciones te produce hablar de nominaciones al Oscar?
La expectativa genera sufrimiento. Siempre está bueno llegar lo más lejos con la película porque es una película y una historia muy argentina. Son caminos muy largos. La verdad es que no lo pensamos. Yo me quedo más con la emoción de la gente: esos aplausos y que vengan con gestos de cariño después de haber visto la película es el mejor premio de todos.
Peter Lanzani protagoniza junto a Ricardo Darín, "Argentina, 1985", la película candidata a las prenominaciones en los Premios Oscar. Dirigida por Santiago Mitre, adapta la historia real de los fiscales Strassera y Moreno Ocampo para probar los crímenes de las juntas militares. Emblema de nuestra memoria que con sentidas actuaciones, un guión sólido desemboca en una producción que desde hoy será vista por el pueblo, al que está dedicada.