Nadie pone en discusión que “El Eternauta” es una de las obras más destacadas de nuestro país, Latinoamérica y el mundo, cuando se trata de enumerar las mejores novelas gráficas. La fábula de ciencia ficción creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López se publicó originalmente en forma serializada entre 1957 y 1959, pero tuvo una infinidad de reediciones, una de las más recientes en el año 2015, en los Estados Unidos, de la mano de Fantagraphics Books, primera versión en inglés que le valió el premio Eisner -el Oscar de los cómics- como mejor colección o proyecto de archivo de tiras de prensa.

La historia (autorreferencial) de esta invasión extraterrestre que acaba con gran parte de la vida sobre la Tierra a través de una extraña “nevada luminiscente”, viene con ganas de llegar a alguna pantalla desde finales de la década del sesenta, cuando el estudio de publicidad Gil & Bertolini contempló la posibilidad de realizar un cortometraje piloto televisivo que mezclara animación -a base de la técnica de rotoscopia- y personajes de carne y hueso, entre ellos, el mismísimo Oesterheld. El proyecto no prosperó por problemas económicos, entre otras cosas, y pasarían décadas hasta que alguien propusiera una nueva adaptación.

No vamos a tener en cuenta las similitudes de “Falling Skies” (2011-2015) porque nunca le dieron el debido crédito, pero las posibilidades de que “El Eternauta” llegue al cine pasaron por varias etapas y directores interesados como Adolfo Aristarain, Fernando Solanas o Gustavo Mosquera. El proyecto, de entrada, demandaba un altísimo costo de realización, el impedimento más grande que siempre tuvo que afrontar esta producción. La posibilidad más fuerte llegó en 2008 cuando Lucrecia Martel confirmó su participación y la escritura de un guión que podría llegar a las salas en algún momento de 2011. “Diferencias creativas” con la familia de Oesterheld le pusieron fin a este nuevo intento, el último de verdadero peso hasta ahora. ¿Por qué?

El rey de los rumores (¿?), Jorge Rial, anunció desde su cuenta de Twitter que tenía información fehaciente sobre un acuerdo de Netflix para producir finalmente la adaptación de “El Eternauta” de manera exclusiva para la plataforma. ¿Hablamos de la primera película original de nuestro país para la N roja? Todavía no lo sabemos, pero según el periodista, la empresa de Reed Hastings estaría dispuesta a invertir unos 15 millones de dólares. Es más, los rumores se ponen más candentes si tenemos en cuenta que el mismísimo CEO viene a Buenos Aires para revelar novedades de su propia boca.  

Está por verse si una de esas novedades es la esperada adaptación de una obra cargada de mística y muchos problemas legales, ya que uno de los impedimentos para llegar a la pantalla son los derechos de autor sobre el personaje, problemas que comenzaron cuando quebró la Editorial Frontera, los primeros que publicaron el cómic. En su momento, Oesterheld los vendió a sus acreedores y terminaron en las manos de Alfredo Scutti, dueño de Ediciones Record, que se encargó de reeditar la obra y sus secuelas posteriores. En algún punto, la viuda de Héctor, Elsa Oesterheld, decidió firmar un contrato más amplio y ceder más derechos de los que pretendía, un acuerdo jurídico que perjudicaba directamente a los herederos de Solano López, la otra mitad de esta historia.

Después de muchos litigios, en julio de 2018, la Corte Suprema de la Nación decidió fallar a favor de los herederos del escritor desaparecido durante la última dictadura militar. Los jueces terminaron validando las palabras de la Procuración General y consideraron a los herederos de Oesterheld como legítimos titulares de los derechos de autor sobre “El Eternauta”. Ganada esta instancia, podemos decir, que esa producción de Netflix es cada vez más factible.