En 2015, Sam Esmail era un guionista, productor y director bastante desconocido, pero tuvo una gran idea para llevar a la pantalla chica. “Mr. Robot” mezcla drama, conspiraciones, suspenso y unos cuantos quilombos cibernéticos (y psicológicos), encabezados por Elliot Alderson-el ahora ganador del Oscar Rami Malek-, un programador de computadoras especializado en seguridad que carga con todo tipo de ansiedades y fobias, un poco de esquizofrenia y, básicamente, la incapacidad para conectarse con otros seres humanos. Sumemos a esta ecuación un espíritu un tanto subversivo y listo, tenemos una personalidad explosiva que puja por encontrar un sentido a su vida.

En el comienzo del show, su única forma de conexión con el mundo es a través del hackeo, práctica que lo pone en el papel de “héroe anónimo” cuando, en el proceso, logra sacar a la luz algunos asuntos turbios. Su constante inconformismo lo pone en la mira de Fsociety, un encubierto liderado por el enigmático Mr. Robot (Christian Slater), que intenta reclutarlo para llevar a cabo un “golpe maestro”: destruir la inmensa compañía que el mismo debe proteger desde su escritorio.

Esta es, apenas, la punta del iceberg de una historia que analiza y critica, de forma directa e indirecta (en muchos casos con nombre y apellido), el papel que juegan las grandes corporaciones en el día a día de la sociedad. Esmail crea un rompecabezas que nos mete de lleno en la revuelta sesera de su protagonista, tomando algunas cositas prestadas de “Matrix” (The Matrix, 1999), “El Club de la Pelea” (Fight Club, 1999) y, por qué no, “Person of Interest” (2001-2016).

Después de un hiato de dos años, “Mr. Robot regresa con su cuarta y última temporada, insistiendo (suponemos) con su afilada narración en primera persona, sus climas truculentos que no escapan a la realidad del mundo, y un montaje vertiginoso que inserta imágenes y referencias a cada momento. Por ahora, tenemos un misterioso primer adelanto, que podría dejarnos -o no-algunas claves para lo que se viene durante este desenlace. Lo que sí queda claro de entrada, es que Elliot va a tener que aceptar (y pagar) por las consecuencias de todos sus actos pasados.

* Las imágenes encuentran a Elliot un tanto incómodo tras escuchar las palabras de una misteriosa mujer sentada frente a él. ¿Quién es realmente? No parece ser Joanna Wellick (Stephanie Corneliussen), ni Krista Gordon (Gloria Reuben), mucho menos su hermana Darlene (Carly Chaikin) y su amiga Angela (Portia Doubleday). Las preguntas retóricas de su interlocutora no consideran buscar una confesión -¿Descartamos también a DiPierro (Grace Gummer)?-, sino más bien un examen de consciencia para nuestro antihéroe, ya no tan héroe.

* “¿Cuántas personas han tenido que sufrir por tu culpa? ¿Valió la pena?”. La pregunta es directa y contundente, pero no estamos seguros de que Alderson esté completamente preparado para contestarla y afrontar la cadena de acontecimientos que inició incluso antes del 5/9. Si nos guiamos por los sucesos de la tercera temporada, Elliot parece haber hecho finalmente las paces con Mr. Robot (suponiendo que eso sea posible), tratando de revertir el Five/Nine Hack y poniendo en la mira a los verdaderos villanos.

* La cuarta temporada de “Mr. Robot” tiene lugar durante las navidades de 2015, como bien dejan en claro algunas decoraciones de esta escena. Igual, el clima no parece para nada festivo, y cómo bien anunció Esmail, se viene una entrega llena de sangre, hackeos y todas las respuestas que andamos necesitando. ¿Habrá más referencias a la campaña de Trump? Al menos, ya sabemos de quien es la culpa de esto.