Juan Minujín: "Fue intenso poner el cuerpo porque lo que transita Pastor es terrible"
Fue distinguido como Mejor Actor Protagónico en Drama en los Premios Tato por la célebre "El Marginal", pero mientras el equipo festejaba el desarrollo de una segunda parte, supo que no sería con él. Prometiendo su vuelta en la 4, se unió como productor asociado hasta presentar el capítulo final de su personaje: la temporada 5 recién llegada a Netflix. En esta nota, nos cuenta entretelones y la historia detrás de la historia.
Grabar "El Marginal" fue para Juan Minujín uno de sus "placeres más grandes". Ese nivel de disfrute que experimentó el actor -y nos menciona- le permitió transmitirlo a través de la pantalla, al punto de generar un producto nacional, que además de tener buen nivel escénico, sea popular y que el público se encariñe con sus personajes.
Corría el año 2016 cuando la TV Pública pasa el primer episodio de lo que por entonces era un unitario: "El Marginal", partía de la idea original de Sebastián Ortega, junto a la producción de Underground que desempeña con Pablo Culell, la dirección de su hermano Luis Ortega, Adrián Caetano, Mariano Ardanaz, Javier Pérez y Alejandro Ciancio (quien continuó a cargo de las últimas temporadas).
Se desarrolló en 13 capítulos iniciales que contaban la historia de un ex policía acusado de asesinato que para limpiar sus cargos realiza un pacto con un juez: ingresar de infiltrado a un penal donde algunos internos secuestraron a su hija, averiguar donde está, lograr sacarla de allí y así comprar su libertad.
De este modo, entra en juego Pastor, el alter ego de Miguel Palacios, el policía en cuestión; y con ello, Minujín en la actuación. Sin embargo, el camino para interpretar al mencionado personaje también tendría dificultades, que aunque incomparables con las del oficial, significarían barreras que superar.
"La primera temporada era un proyecto que yo deseaba mucho hacer y sabía que no estaba destinada a mí porque sabía que había otro actor ahí", revela Juan a Filo.News. "Yo estaba muy interesado en poder hacerlo, y así explorar otros caminos expresivos que me permitieron mucho estos capítulos".
El proyecto no sólo le habilitó mayor versatilidad en su abanico de personajes, sino que además le exigía una entrega corporal que soportara el dramatismo, y la crudeza de las escenas a contar, y el profesionalismo de reencontrarse con Cristina Banegas, su primera profesora de tratro durante sus estudios, quien interpretó a su madre en la ficción.
Para componer el carácter y postura de su personaje, Minujín se entrevistó con policías y recurrió a su propia conciencia -que como mencionó una vez públicamente- le permite darse cuenta "de qué se está contando", habilidad que agudizó más allá de su trabajo actoral, al ser también director. Fue en 2011 que estrenó "Vaquero", su ópera prima: que en coincidencia con lo que estamos contando, muestra algo así como la cocina escénica, o las desventuras de un artista.
"Lo más lindo de esta profesión en encontrarse con mundos. Uno se va metiendo en esos mundos y si te metés de verdad, te queda abierto para siempre", reflexiona el actor, director, productor argentino.
Mundo Marginal
El universo tenía sus propias reglas pero también su historia, que trascendía y trasciende de la ficción que elabora el guión, lo que le otorga una mayor verdad. Adentrarse en el relato, era para Juan (para el elenco) grabar en la ex Cárcel de Caceros, convertida en el Penal de San Onofre (en la 4 y 5 se cambia de locación); y grabar escenas no sólo con actores sino con chicos que fueron internos.
Yendo más allá, "El Marginal" comenzó a tridimensionarse con el cariño de las audiencias, que rápidamente valoraron la calidad de la serie y empatizaron -hasta cierto límite- con sus personajes, encabezados por un elenco que integraron Martina Gusmán, Claudio Rissi, Gerardo Romano, Nicolás Furtado siendo una revelación con su Diosito Borges, Abel Ayala, Brian Buley, Claudio Portaluppi, Julieta Zylberberg, Mariano Argento, y Maite Lanata. Talentos que acercaron cierta realidad del sistema penitenciario, las desigualdades de clase social, y una violencia un tanto novedosa para nuestras producciones locales.
Abrazada por el público y por la crítica, "El Marginal" pasó y se llevó estatuillas en los Premios Notirey, Festival Series Manía, y el Oro en los Martín Fierro 2017 (junto con el de Mejor autor/libreto), inspiró una remake ("El Recluso"), y arrasó en los Premios Tato, donde en una de cal y otra de arena: donde además de ser distinguido como Mejor Actor Protagónico en Drama, se enteró que no estaría en la segunda temporada, al tratarse de una secuela.
La entrega de reconocimientos era en el CCK (Centro Cultural Kirchner), donde al recibir el galardón máximo, subieron al escenario, y un productor dijo: "'Voy a hacer un anuncio, se viene El Marginal 2'. Y yo al lado de él tipo '¡Bien! ¡Excelente!'. Después, en la cena, me empieza a caer la ficha: 'A mí no me llamó nadie'. Después hablé con Sebastián (Ortega) y Pablo (Culell) y aclaramos toda la situación pero ese momento fue muy gracioso", contó Minujín en una entrevista con Migue Granados y Martín Garabal en Últimos Cartuchos, hace casi dos años.
Esa es una historia, pero la de su regreso es otra. "Veníamos charlando con Sebastián Ortega sobre la vuelta de Pastor porque a los dos nos parecía que habían más cosas para contar", asegura Juan.
"En el medio que íbamos a arrancar empezó la pandemia, con lo cual eso retrasó un montón de tiempo y estuvimos trabajando más los guiones", detalla. Tiempo que se demoró hasta enero de 2022, cuando llegó "El Marginal 4", y meses después su última parte.
"Los dos éramos concientes de que valía la pena volver a contar cosas de la vida de Pastor pero si es que teníamos más cosas para contar: algún recorrido más por hacer, alguna reflexión más sobre el tema, no simplemente el golpe de efecto de 'vuelve tal personaje' . Así que fue paulatino", revela. Y como uno de esos hilos a retomar en "El Marginal 4" fue el reencuentro entre Pastor y Emma (Gusmán).
Efectivamente, ese impacto fue la escena final de la tercera temporada, donde tras un salto temporal, la banda de los Borges se reencuentra con Palacios en un nuevo penal: Puente Viejo (donde trasncurren las temporadas finales 4 y 5). El policía que había escapado de las llamas de San Onofre, está atrapado en otro infierno, (aludiendo a la metáfora que emplea la serie).
"En estas temporadas soy productor asociado, lo que me permitió involucrarme desde otros aspectos también. Fue una vuelta muy linda, que disfruté mucho, también muchos nervios de encontrar otras cosas como actor", expresa el protagonista.
"Entre la primera y la cuarta corté e hice otras cosas, con lo cual esta vuelta es con un poco más de perspectiva. Además del reencuentro con actores como Luis Luque, Ariel Staltari y y Martina que es una actriz espectacular, que admiro y además una compañera genial, con lo cual fue muy placentero. Pastor es un personaje muy lindo del que aprendí mucho para mi vida y la actuación", detalla.
En cuerpo y alma
El voltaje escénico fue in crescendo temporada a temporada a tal punto de preguntarnos ¿cuán es capaz de soportar un ser humano? así se sintió de este lado de la pantalla, pero ¿detrás de escenas? ¿cómo fue para Juan Minujín ponerse en la piel de Pastor, de Palacios, que también le exigió otro compromiso como el de despojarse hasta de ropa?
"Fue intenso obviamente porque lo que transita el personaje es terrible, un infierno"—asegura, respuesta que va desarrollando— "Pero a la vez muy satisfactorio por las condiciones de poder grabar algo así con tanta realidad y calidad y con un equipo técnico tan genial desde el arte, el maquillaje, vestuario, dirección. En ese sentido estábamos todos muy enfocados en contar de la manera más realista posible y con la mayor poética y vuelo posible. Y me parece que se logró".
En "El Marginal 5", Palacios no es el mismo. Va quedando cada vez menos del ex policía, también del interno con esperanzas al final del túnel, cuya fuga fue una vez más un intento. Sin embargo, con su experiencia creará un libro: una suerte de testimonio o prédica de pastor, como su alter ego. Esto, en medio de una olla a presión que busca destaparse, salpique a quien salpique: es decir, con César (Ayala) buscando enfrentarse por última vez a los Borges y cobrar su venganza, Bardo (personaje interpretado por Ariel Staltari, a quien conocimos en la cuarta temporada) queriendo liderar a sus propias ovejas, y Mario (Rissi) ya cansado y lejos de Diosito (Furtado).
Próximos proyectos
Minujín tiene en agenda varias producciones por estrenar. Entre ellas: la comedia "Bypass, Casi Muerta", que lo vuelve a reunir en pantalla con Natalia Oreiro (años después de la tira "Solamente vos"), ahora bajo la dirección de Fernán Mirás; y "El Suplente" (de Diego Lerman), que compartirá con la actriz española Bárbara Lennie; cinta que significa una "película hermosísima con la que vengo soñando hace más de dos años".
Siendo una de las figuras principales del contenido argentino original de Netflix, lo que además de "El Marginal" pudimos ver con la megaproducción internacional "Los dos Papas" (de Fernando Meirelles), donde trabajó nada menos que con Anthony Hopkins y Jonathan Pryce. Primera interpretación de un personaje real: de Jorge Bergoglio durante sus años de servicio sacerdotal en Argentina.
A futuro, Minujín estrenará en la plataforma, el thriller "La Ira de Dios", la adaptación de la novela La muerte lenta de Luciana B. de Guillermo Martínez realizada por el director Sebastián Schindel ("El Patrón: radiografía de un crimen", "El Hijo", "Crímenes de Familia") junto a Diego Peretti y Macarena Achaga en el elenco.
Además de la comedia romántica, "Matrimillas" (de Sebastián de Caro, creador de "Montaña Rusa", "Todos contra Juan", "Rockabilly"), con Luisana Lopilato, que terminaron de grabar.
Inquieto, profesional y constantemente en desarrollo. Juan Minujín, artista comprometido desde lo social y profesional, que se mueve en una variedad de proyectos que van desde las producciones más vanguardistas y hasta las mainstream. Camino que este miércoles lo encuentra de estreno con "El Marginal 5", lista para disfrutar y con ello, la dificultad de despedirse.