¿Cómo sería que tu destino estuviese ligado místicamente a las victorias de la Selección Argentina? Esta es la vida de Sergio Garcés, o así él lo cree. Hombre de profesión actor, mayor de cincuenta años, que se mueve por las calles porteñas esperando que los goles intervengan directamente en el destino de su vida.

De esto se trata "Iniciales SG", lo nuevo de Diego Peretti en la cartelera de los cines argentinos. Una película dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García (ambos realizadores de "OK, Enough, Goodbye" y "H") que se permite ilustrar la Argentina de 2014 -cuando estuvo a punto de ganar el Mundial de Fútbol- en la piel de un actor frustrado que le es esquivo al amor. 

"Cuando la vi -ya lo había intuido cuando vi el primer corte- me pareció una película disruptiva pero a la vez entretenida, que combina varios géneros, muy bien filmada. Cuenta con música de Serge Gensburg -a quien no conocía hasta que empecé a estudiar el guión-, con una actriz como Juliane Nicholson que viene de otro país y que entiende tanto de actuación, con dos directores como Rainia y Daniel que son realmente de los mejores con los que me ha tocado compartir una película. Estoy muy contento y con un resultado realmente óptimo", cuenta el protagonista en diálogo con Filo.News.

El viaje a la Argentina que realizaron los directores durante el Mundial de Fútbol de Sudáfrica fue lo que los convenció para rodar la película, además de otras ideas que ya venían elaborando. Así fue como se pusieron en la búsqueda de su protagonista. Sin darse cuenta ni sospecharlo, fueron detrás de uno de los actores más reconocidos del país.

"No me costó nada interpretar a alguien fanático de la Selección Argentina porque yo soy así", cuenta Diego Peretti.

"Me mandaron un mail. Fue extraño recibir un mail de dos directores extranjeros. Me pasaron el guión, que me pareció tan bueno como lo es la película, y les dije que sí. También les pedí que me mostraran alguno de sus materiales y films que hayan hecho antes. Así fue como me pasaron 'H' y otra de su filmografía, ambas realmente muy bien hechas", cuenta Peretti.

Estudiado el guión, y encantado con la propuesta arregló con los directores la fecha para comenzar las grabaciones.

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Ellos me elogian porque me quieren y trabajamos muy bien los tres. Realmente en una película que se sostiene tanto en un guión tan bien escrito lo único que tengo que hacer es interpretar y estar a la altura de ello. No es poco. 

El mayor mérito de la película y de toda la concepción, es su carácter disruptivo cinematográficamente hablando, y ello está en la cabeza de los directores. Por eso los respeto y los admiro mucho. Los quiero porque tienen una forma de dirigir y de llevar el set que es muy humana y muy linda. 

• Desde tu perspectiva, ¿cómo es tu personaje? ¿y cómo trabajaste para componerlo?

Se llama Sergio Garcés, un personaje de mi edad, un actor quien terminó trabajando en películas pornográficas porque nunca logró desarrollar completamente sus habilidades en la profesión. Sin embargo, todavía se encuentra en la búsqueda de interpretar papeles realmente serios, aunque finalmente hace de extra. 

Tiene una vida muy complicada desde el punto de vista emocional porque nunca se ha enamorado, y desde el punto de vista psicológico también la tiene complicada porque cabalísticamente cree que su destino está ligado invariablemente a los éxitos deportivos de la Selección Argentina. Todo ese coctel bajo la música de Serge Gensburg, porque Garcés en su juventud fue el primero en grabar covers en castellano del músico, por eso lo llaman "francés". Esa historia sucede en Buenos Aires durante el Mundial de Fútbol de 2014 y en el que el personaje tendrá un romance con una estadounidense (Julianne Nicholson).

Las peripecias de este personaje lo llevan a que haya un crimen y a una huída. La película cuenta con un humor negro muy pronunciado, con una música de fondo muy yazzera. Todo combinó para que la película sea lo que es. 

• ¿La película te permitió volver a vivir el Mundial?

Sí, soy muy futbolero. Los directores tuvieron la idea de hacer esta película a partir de su estadía en Buenos Aires en 2014 durante el Mundial y sorprenderse enormemente sobre el hecho cultural que provocaba un acontecimiento deportivo como ese en el país . Después se sumó la música de Serge Gensburg.

A mí no me costó nada interpretar a alguien fanático de la Selección Argentina porque yo soy así.

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Exactamente, o cubierto por una alfombra. No está hecho a propósito pero la metáfora de la imagen está. Los directores nunca me hablaron de historia argentina o algo por el estilo, aún así yo lo interpretaba y no dejaba de tener presente que podía metaforizarse de esa forma.

Hay un festejo de Rafael Videla en el palco del estadio Monumental durante la final del Mundial '78, en el que levanta las manos. Se los ve festejando a los tres de la junta militar, pero por sobre todo a Videla.

Recordé mucho ese gesto cuando festejo el último penal de Argentina contra Holanda en la película. En otra escena, cuando me toca bailar, también con la camiseta de la Selección mientras camino por un callejón escuchando la música de Serge Gainsbourg, trato de moverme parecido a un presidente que festejó al ganar unas elecciones. Vinieron a mi mente muchas imágenes de nuestra historia política mientras representaba a  este personaje.

No emparento a Videla con el presidente que recordé. No tiene nada que ver porque es un presidente democrático, no comparo pero ambos me vinieron a la cabeza en el momento en que estaba interpretandolo.

• La película trata también lo que le sucede a los actores los que trabajan y luchan pero que les cuesta conseguir ser convocados, en este sentido te pregunto: ¿Cómo ves el cine argentino?

Lo veo desde un lugar de recibir un llamado o una propuesta, un guión, juntarme con los directores, hablar con los productores, ver cómo es la dinámica de una filmación. En cuanto a lo administrativo específicamente estoy poco enterado, salvo por cosas que me llegan de la industria porque hablo con gente que está muy metida y me cuentan cómo se va desarrollando. 

"El INCAA tendría que ser efectivo, que se realicen buenas películas, bien asesoradas, escritas, y con criterios. Para eso no puede ser una institución burocrática", considera Peretti.

Si me preguntás, creo que debería ser manejado por gente que no cambie con cada gobierno sino que los recursos humanos estén allí, sean especializados para que la Argentina produzca mucho y buen cine, y que la industria se retroalimente con las ganancias que va teniendo y que eso se distribuya de forma culturalmente interesante. Ahora, ¿cómo se hace eso? no sé. Lo que sé es que el INCAA -como núcleo neurálgico de la industria- tendría que ser efectivo, o sea que se realicen buenas películas, bien asesoradas, escritas y con criterios y para eso no puede ser una institución burocrática sino aceitada, para que los préstamos funcionen y que nadie se quede con ningún vuelto, que se trabaje confortablemente y bien. 

La plata debería ser sólo un pasaje. Para mí el INCAA no puede inflarse de empleados sino de proyectos buenos.

• ¿Qué te llevás del rodaje? ¿Y por qué tenemos que ver "Iniciales SG"?

Me llevo una experiencia exitosísima desde lo personal. Que yo diga que es una buena película no tiene sentido pero si estuviera protagonizada por (Guillermo) Francella, (Ricardo) Darín, (Pablo) Echarri, (Julio) Chávez o quién sea, también diría que es una gran película porque es de las que me gusta ver. Las que tienen pocos personajes, de una psicología extrema, nocturnas, urbanas con música de jazz, con tiempos en los diálogos.

Diego Peretti se encuentra en la cartelera de los cines argentinos con "Iniciales S.G", una película de Rania Attieh y Daniel García, con un elenco integrado por Julianne Nicholson, Daniel Fanego y más.

En teatro, sigue reuniendo decenas de espectadores con su obra "Los vecinos de arriba" (Av. Corrientes 1343) y se prepara para ser Papá Noel en un nuevo proyecto audiovisual "La noche mágica" junto a Natalia Oreiro y Pablo Rago.

En enero, Peretti volverá a la pantalla grande en la piel de Fernando Araujo en "El robo del siglo" la adaptación cinematográfica del uno de los casos más estremecedores de la crónica policial argentina: el robo al Banco Río en 2006, acompañado por Guillermo Francella, Luis Luque, Rafael Ferro, Pablo Rago y Mariano Argento.