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Análisis | Lovecraft Country: el terror se apodera de cada aspecto de la serie

"Lovecraft Country" se vuelve a encauzar con un episodio terrorífico cargado de gore y lecturas sociopolíticas. 

Análisis | Lovecraft Country: el terror se apodera de cada aspecto de la serie

La última creación de HBO sigue avanzando firme en su primera temporada y después de un segundo capítulo un tanto recargado y desprolijo (“Whitey's on the Moon”) vuelve a retomar el rumbo de ese gran debut, sumando más elementos terroríficos, tan literales como abstractos. HolyGhost nos ubica de vuelta en Chicago, en el verano de 1955, tres semanas después de los extrañísimos acontecimientos en Ardhamy la muerte del tío George(Courtney B. Vance). Atticus (Jonathan Majors), Montrose (Michael K. Williams) y Leti (Jurnee Smollett) acordaron guardarse la escalofriante verdad y mentirle tanto a Hippolyta (Aunjanue Ellis) como a su hija, cargando también con la culpa de lo sucedido.

Aclaración: esta reseña puede contener spoilers.

Pero la vida continúa, y mientras Tic ayuda con la guía que George dejó atrás e intenta conectar otra vez con su papá, sopesa la posibilidad de regresar a Florida e intentar continuar con una existencia que ya nunca volverá a ser igual. Por su parte, Leti decide comprar una casa destartalada en el Norte de la ciudad, vecindario donde los afroamericanos no son para nada bienvenidos. Rebelde como es, y con plata de una supuesta herencia familiar, adquiere la propiedad Winthrop, casona que piensa compartir con su hermana Ruby (Wunmi Mosaku), alquilando las habitaciones a jóvenes artistas de color.  

Cosas que NO hay que hacer en casas de dudosa procedencia

Todo es fiesta y celebración durante el día de la inauguración, pero los vecinos más radicales (o sea, racistas) y la policía local no piensan lo mismo, mucho menos el capitán Seamus Lancaster (Mac Brandt), dispuesto a todo para cumplir con su deber… y averiguar por qué Letitia se encaprichó con dicha propiedad, anteriormente habitada por Hiram Epstein, ex científico de la Universidad de Chicago, afecto a experimentar con humanos. Más precisamente, humanos de color, como los ochos cuerpos desmembrados que se encontraron en hace tiempo en el sótano de la vivienda.

Después de lo sucedido en Ardham, su propia resurrección inexplicable y varios hechos sobrenaturales ocurridos en las propias instalaciones de la casa, Lewis no deja nada librado al azar, y convencida de que el lugar está embrujado decide tomar cartas en el asunto. Así, LovecraftCountry nos mete de lleno en un episodio cien por ciento terrorífico, donde no falta el gore, las almas en pena y los monstruos que nada tienen que ver con lo fantástico.   

Nuestros amigos y vecinos 

Entre apariciones fantasmagóricas y conflictos familiares -Leti y su hermana; Tic y su papá; Tic y su tía-, el director Daniel Sackheim y la guionista Misha Green nos vuelven a introducir en el panorama sociopolítico de la década del cincuenta donde, entre la segregación y los odios, también empieza a surgir la figura de MartinLutherKing. Los miedos se hacen a un lado para Lewis, Freeman y los suyos, cansados de malos tratos y discriminación, cuando deciden poner el pecho al hostigamiento, sin medir muy bien las consecuencias.

Pero el espíritu de comunidad siempre está presente. Ya sean los vivos que los apoyan, o los muertos que tienen la oportunidad de tomar represalias contra aquellos que los torturaron. Al final del día -o mejor dicho, de esos primeros diez días de los que se hace eco la introducción del episodio- el pequeño mundo de los protagonistas vuelve a la normalidad, sin saber que hay un plan más grande detrás de todo esto.  

Hay misterios que nunca se acaban 

Lamentablemente, los problemas de Atticus y su legado familiar no quedaron enterrados junto con los restos de la mansión Braithwhite y el líder de los “Hijos de Adán”. Christina Braithwhite (Abbey Lee) salió indemne de la destrucción y sigue moviendo los hilos para involucrar al ex soldado en su búsqueda de algunas páginas perdidas de “El Libro de los Nombres”, a manos de uno de sus miembros excomulgados, un tal Horatio Winthrop, el mismo que supo ser el dueño de la nueva casa de Leti. Dichas páginas son esenciales para terminar de descifrar el lenguaje de Adán, un incentivo demasiado poderoso para aquellos que intentan seguir los pasos de Titus Braithwhite.

HolyGhost” vuelve a dejar la puerta abierta para lo que pueda venir… y en el caso de “LovecraftCountry” esto resulta un misterio. Los responsables del show se aseguran de ir cerrando pequeños cabos y situaciones (a veces, demasiadas en un solo capítulo), pero también sabemos que hay mucho más por delante, al menos, en los episodios que restan durante la temporada.    

Smollett se carga el episodio al hombro

La amalgama equilibrada de lo sobrenatural con los conflictos sociopolíticos y los dramas familiares es la fórmula que mejor le funciona a la serie de HBO. Recién tenemos tres episodios para analizar, pero obviamente este es el mejor camino a seguir, además de sus brillantes momentos “WTF?”, y las actuaciones, sobre todo la de Smollett, una verdadera fuerza de la naturaleza a lo largo de este capítulo. Ahora, hablemos de NUNCA más subirnos a un ascensor, ¿nocierto?

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