La constelación de Orión —llamada así por un cazador en la mitología griega— es uno de los patrones más fácilmente reconocibles en el cielo nocturno y puede ser vista en todas partes del mundo. Más de doscientos astros forman a Orión y entre ellos, la estrella roja gigante Betelgeuse —aproximadamente 1.400 veces más grande que nuestro Sol—, que marca el hombro derecho del cazador.
Normalmente Betelgeuse se encuentra entre las diez estrellas más brillantes del cielo. Sin embargo, comenzó a oscurecerse en octubre y, a mediados de diciembre, se había desvanecido tanto que ni siquiera estaba en el top 20.
Una característica notable de esta estrella también conocida como α Orionis es su tamaño: es aproximadamente 1.400 veces más grande que nuestro Sol, que de ser reemplazado por Betelgeuse, esta se tragaría Mercurio, Venus, Tierra, Marte, el cinturón de asteroides, un par de naves espaciales y tal vez Júpiter.
Por otro lado se trata de una estrella variable, lo que significa que su brillo aumenta y disminuye en un período aproximado de 420 días. Sin embargo, algo inusual estuvo ocurriendo desde octubre de este año: Betelgeuse ha disminuido a su brillo más bajo en los últimos 50 años.
Algunos científicos creen que la oscuridad de Betelgeuse podría ser un precursor de su explosión en una supernova, que brillaría brevemente más que la luna llena y luego desaparecería de nuestro cielo nocturno para siempre.
¿Cómo se forma una supernova y qué nos pasará a nosotros?
Las supernovas ocurren cuando una estrella se queda sin combustible de hidrógeno y parte de su masa fluye hacia su núcleo. Cuando el núcleo se vuelve tan pesado que no puede resistir su propia fuerza gravitacional, se colapsa y se produce una supernova.
Un estrella como Betelgeuse vive rápido y muere joven, agotando su suministro de combustible de hidrógeno en poco menos de 10 millones de años. Cuando sucede esta violenta pérdida de masa, todo el polvo expulsado podría envolver y oscurecer la estrella casi muerta, haciendo que se oscurezca —desde nuestra perspectiva— antes de convertirse en una supernova.
¿Que nos sucederá a nosotros luego de esta explosión? Nada. Aunque Betelgeuse está cerca en términos astronómicos, no está lo suficientemente cerca como para que la explosión afecte la vida en la Tierra.
¿Cuándo vamos a poder disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales?
Bueno, capaz dentro del próximo millón de años, y tal vez tan pronto como dentro de 100.000 años. O... tal vez Betelgeuse ya explotó y todavía no lo hemos visto suceder.
De ocurrir, la luz de esa explosión será lo suficientemente fuerte como para ser visible en la Tierra durante el día, y eclipsará a la Luna por la noche. Sin embargo, por la distancia a la que se encuentra, su luz tardará alrededor de 600 años en llegar a nosotros. Esto quiere decir que en realidad estamos observando cómo era la estrella hace 600 años.
Independiente de cuándo ocurra, será un espectáculo único en la vida.