Los niños cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer —llamados cisgénero— tienden a mostrar preferencias y conductas estereotípicamente asociadas con ese género. Los niños trans, que se identifican con un sexo diferente al asignado, también.
Un nuevo estudio —hasta el momento el mayor realizado a niños trans— mostró que la identidad y las preferencias de género se manifiestan de manera similar en niños cis y trans, incluso en aquellos que recientemente hicieron la transición.
La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, siguió a más de 300 niños y niñas de 3 a 12 años que habían cambiado sus pronombres y que jugaban y se vestían de formas asociadas con un género diferente al sexo asignado al nacer, así como también a 300 niños cisgénero. Se les preguntó a los participantes sobre aspectos generalmente relacionados con el género y sobre el sentido de la propia identidad.
"Los niños trans están mostrando fuertes identidades y preferencias que son diferentes de su sexo asignado" dijo la autora principal Selin Gülgöz. "Casi no hay diferencia entre niños trans y cis de la misma identidad de género, tanto en cómo y en qué medida se identifican o expresan ese género".
Los investigadores sostienen que estas similitudes son sorprendentes dado que los niños trans, a diferencia de sus contrapartes cisgénero, fueron socializados como de un género diferente al con el que actualmente se identifican. "Parece no haber impacto de esa socialización temprana específica del sexo".
Estos hallazgos sugieren a su vez que la asignación sexual temprana y la crianza de los padres basada en esa asignación no siempre definen cómo un niño identifica o expresa el género más adelante.
"Los niños no son pasivos con su alrededor. Una vez que tengan una idea de su identidad, buscarán señales de su entorno, notarán cuáles son las expectativas de la sociedad y atenderán la información sobre el género con el que se identifican", agrega Gülgöz.
Este estudio agrega evidencia al ya realizado en la Universidad de Washington, que muestra que la transición social —los cambios en la apariencia, la vestimenta, etc. de modo que se adapten mejor al género con el que una persona se identifica— no cambia la identidad y las preferencias de una persona; antes o después de una transición, una niña transgénero se siente fuertemente como una niña y, a menudo, prefiere cosas "femeninas".
Sin embargo, no se incluyeron niños que utilizan pronombres no binarios o que transicionaron más tarde. Además, todos los niños del estudio contaban con el apoyo de familiar; por lo que se desconoce si estos resultados se replicarían en distintas condiciones.