¿Por qué algunas personas creen que el aterrizaje a la superficie lunar nunca sucedió? Acá, algunas respuestas a sus principales argumentos.
Todas y todos tenemos una tía convencida de haber visto un ovni en el pueblo cordobés Capilla del Monte, conocido por sus visitantes poco escépticos; o un primo cuyas charlas en todas las mesas navideñas se dan alrededor de la falsificación del alunizaje del Programa Apolo en la competencia espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría.
La huella de Neil Armstrong en la superficie lunar fue la culminación de un enorme esfuerzo realizado por científicos e ingenieros durante años y tuvo un gran impacto político, mediático y social; además de importantes implicaciones culturales y en el ámbito científico. En esta nota vamos a revisar algunas de las teorías conspirativas que ponen en duda este hecho. Y a explicar por qué están erradas.
¿Por qué ondea la bandera si en la Luna no hay viento?
Uno de los argumentos favoritos de quienes descreen de la llegada a la luna es que la bandera estadounidense ondea, y esto no debería pasar porque en nuestro satélite natural no hay aire, y por lo tanto no hay viento.
Debido a la baja gravedad de la Luna, ésta carece de atmósfera (esa capa de gas que rodea a algunos cuerpos celestes, como nuestro planeta) y por lo tanto no existe resistencia al movimiento. Al colocar la bandera en la superficie, entonces, el movimiento tarda en detenerse un poco más de lo que tardaría en la Tierra. Hay que tener en cuenta también que la bandera contaba con un suporte transversal horizontal en la parte superior, no estaba solamente sostenida con un asta vertical. Por otra parte, las arrugas y ondulaciones de la bandera por haber estado replegada durante el viaje, generan un efecto visual que en las fotografías puede interpretarse como movimiento, en lugar de verse totalmente estirada.
¿Fue un montaje dirigido por Stanley Kubrick?
La teoría surgió probablemente a raíz de la película de ciencia ficción 2001: A Space Odyssey, estrenada en 1968 (un año antes del primer alunizaje tripulado por humanos) guionada y dirigida por Stanley Kubrick. Hay incluso un documental en donde se puede ver a un supuesto Kubrick dando testimonio de cómo ese montaje fue llevado a cabo. Sin embargo, su ex esposa e incluso su hija han negado la existencia de dicha entrevista.
Si ya pudimos ir, ¿por qué no volvimos a hacerlo?
El alunizaje de Apolo 11 costó entre 20 y 25 mil millones de dólares. Hoy en día, los impedimentos no tienen que ver con lo tecnológico sino con lo costoso que sería financiar un proyecto de esta magnitud. Sin embargo, la NASA planea poner a la primer mujer en el satélite terrestre para el 2024 en un programa llamado “Artemisa”. Anne McClain es la astronauta seleccionada para esta gran misión y fue entrenada en vuelo, robótica, supervivencia al agua y al desierto, entre otras cosas.
¿La radiación de los Cinturones de Van Allen no es mortal para los seres humanos?
Depende de cuánto tiempo se esté expuesto a ella. La realidad es que las misiones Apolo atravesaban estos cinturones en muy pocas horas y las dosis de radiación absorbida no eran peligrosas para los tripulantes. Además, ya en ese entonces se conocía la existencia de estas zonas con gran cantidad de partículas cargadas magnéticamente y altamente energéticas, por lo que la nave contaba con la protección necesaria y con sensores que medían la radiación y eran constantemente supervisados desde la Tierra.
¿Por qué todas las fotografías se veían como si hubiesen sido editadas?
Las fotos se ven perfectamente expuestas y sin ningún problema de iluminación, lo cual despertó algunas suspicacias entre los conspiranoicos. Pero la realidad es que al no haber atmósfera no se produce refracción de la luz, y por lo tanto se logra una mayor nitidez en las fotografías.
Otro cuestionamiento es que no se ven estrellas en las fotografías, pero esto también se puede explicar: por un lado, la luz solar es suficiente como para opacar la de otras estrellas; por otro, las fotos fueron tomadas en una fracción de segundo y se necesita un tiempo de exposición mucho mayor para que las estrellas puedan ser captadas.
¿Por qué creemos en conspiraciones?
¿Por qué hoy en día sigue habiendo personas que ponen en duda la eficacia de las vacunas, el calentamiento global o la forma de la Tierra a pesar de consenso científico en estos temas? En el caso particular de la llegada a la Luna, si alguna de estas cuestiones fuera real implicaría que más de 400.000 trabajadores y 20.000 empresas fueran capaces de mantener el secreto durante todos estos años.
La ciencia está en constante cambio y evolución. Cada vez que se encuentran respuestas a algo son más las preguntas que surgen a partir de ellas y esto genera más vacíos de los que se pueden cubrir. Las personas tendemos naturalmente a querer llenar esos vacíos y esto da pie a la existencia de pensamientos pseudocientíficos. Además, no siempre contamos con acceso al conocimiento o con la información necesaria y suficiente para inferir entre lo que es verdadero y lo que no.
Es importante entonces el debate, el pensamiento crítico y el cuestionamiento constante de la información que recibimos.