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Autos #lamborghini#Impresión 3d

Proyecto familiar: construyen un Lamborghini con una impresora 3D

La idea surgió mientras padre e hijo jugaban al Forza Horizon 3.

Proyecto familiar: construyen un Lamborghini con una impresora 3D

Resultan lejanos los tiempos en que las impresoras se utilizaba únicamente para imprimir extensos documentos en las oficinas. El avance de la tecnología permite que ahora hasta se puedan crear y diseñar autos.

Es el caso de un padre y un hijo que están fabricando de manera casera un superdeportivo Lamborghini Aventador a través de una impresora 3D.

Son Sterling Backus y su hijo Xander, de 11 años, los que llevan adelante este proyecto desde hace casi dos años. Un día estaban jugando al videojuego Forza Horizon 3, que ofrece un extenso catálogo de autos.

Cuando optaron por un Lamborghini Aventador para acelerar virtualmente, el menor preguntó: “¿Podríamos construir uno de estos?”. Su padre no lo tomó a la ligera, sino todo lo contrario, le pareció una idea genial ya que siempre quiso tener un superdeportivo.

Ese fue el puntapié para empezar a construirlo en el propio garaje de su casa en Colorado, Estados Unidos. El hecho de que Sterling Backus sea físico y especializado en el diseño de láseres para la investigación y desarrollo en la Universidad de Colorado facilitó las tareas.

Para el nacimiento del Lamborghini casero se hicieron de una impresora 3D y no de una industrial, sino que compraron una de escritorio. La carrocería fue concebida a base de paneles de impresión 3D, que van montados sobre un chasis de acero y cubierto de fibra de carbono para disimular las uniones.

También tomaron la decisión de no calcar al Lamborghini Aventador para evitar denuncias de la marca italiana. Es por eso que tiene elementos de otros autos como un motor de Chevrolet Corvette de 2003 que entrega una potencia de 350 caballos de fuerza.

El eje trasero pertenece a un Porsche 911 y el radiador es de un Honda Civic. Además, lleva piezas de Audi y de la propia marca Lamborghini, todas de segunda mano que fueron obtenidas de la chatarra.

Backus se fijó un presupuesto de 20.000 dólares y ya lleva gastados 18.000. Todavía resta el equipamiento de las ópticas delanteras, parte del techo o todas las ventanillas.

"Siempre quise intentar la construcción desde cero de un automóvil, es algo que nunca había hecho antes. Cuando era niño, me gustaba la mecánica automotriz. Esto ha sido una especie de experimento", comentó Backus que, pieza por pieza, va por la concreción de su sueño.

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