Detrás de la obra más sencilla se puede encontrar un gran trabajo de ingeniería, por más que las apariencias sean otras. Ocurre con el auto eléctrico nuevo más barato del mundo, que cuenta con un desarrollo al detalle para su funcionamiento.

Se trata del Changli Nemeca, que se consigue por 1.200 dólares en sitio web chino de comercio electrónico Alibaba. Dos apasionados adquirieron el auto y quedaron fascinados, más aún cuando lo condujeron. Pero fueron más al detalle para descubrir su ingeniería, lo que se esconde de lo que se ve a simple vista.

El automóvil que comenzó su vida en Jiangsu, China, y ahora se encuentra en el patio trasero de Jason, en Chapel Hill, Carolina del Norte. Desde allí se informa acerca de sus características.

Sin embargo, el valor del automóvil va más allá de los extras interiores, como el reproductor de MP3 y la cámara de respaldo. 

“Para comprender por qué la suspensión delantera del Changli es tan impresionante, debemos tener en cuenta el hecho de que la mayoría de los carros de golf de nivel básico, que tienden a costar cinco veces más que el Changli, ofrecen diseños mucho más ordinarios”, comentaron quienes lo analizaron.

Su suspensión consiste en un eje básico y pivotes para permitir que giren los engranajes de dirección. Esto es realmente bastante simple. Changli decidió usar un diseño de suspensión de enlace.

Se trata de una especie de dos brazos radiales de control inferiores y una barra de seguimiento.

De hecho, es exactamente el mismo diseño de suspensión que se puede encontrar en vehículos como el Toyota Land Cruiser Serie 80, el Land Rover Defender de última generación y en la última generación del Suzuki Jimny.

La suspensión en la parte trasera es parecida, excepto porque no hay eje. Además, el resorte helicoidal se reemplaza por un resorte separado y un amortiguador.

Por otra parte, en el sistema de frenado no hay frenos en el eje delantero, mientras que la parte trasera consiste en un conjunto de frenos de tambor activados por barras, ejes y un pedal/campana.

El pedal del freno es bastante vertical y actúa como un cascabel, lo que significa que el pedal gira sobre un pivote y mueve una palanca en un arco, todo ello tirando de una barra.

Otra de las características que impresionó a estos muchachos es que el eje trasero en realidad contiene un diferencial funcional.

Debajo del asiento del conductor hay cinco baterías de plomo-ácido de 12 voltios conectadas en serie para un total de 60 voltios. Tres pedazos de cartón se asientan entre la parte superior de las baterías y la barra grande, para evitar cortocircuitos.

Si bien el detalle es aún más profundo, llegaron a la conclusión que el Changli, debido a su “cristal curvado, la suspensión delantera, el diferencial trasero, la carrocería casi completamente de acero cubierto de pintura, los faros delanteros con LED, las ruedas de aluminio, las cuatro tuercas de una sola pieza” es muy barato por solo 1.200 dólares, que es algo que no se notaría analizando únicamente el hardware.

Fuente: Gizmodo