La tensión en las rutas de Neuquén producto de los cortes realizados por trabajadores autoconvocados de la Salud continúa, ya que el grupo distribuido a lo largo de toda la provincia insiste en rechazar, por ahora, las condiciones en las que ATE acordó el aumento salarial para 2021 con el gobierno provincial de Omar Gutiérrez. 

La Asociación Trabajadores del Estado acordó con el Ejecutivo un aumento del 53,08% para todo el año, a distribuirse desde febrero hasta diciembre de la siguiente forma: 15% en febrero, 10% en mayo, 5% en julio, 5% en septiembre, otro 5% en noviembre y otro 8,12% en diciembre. 

El pliego de reclamos de los trabajadores autoconvocados, algunos de ellos pertenecientes a ATE u otros gremios como UPCN pero 'díscolos', precisa un aumento de ese calibre pero en dos tramos y discutir a partir de julio nuevamente. Desde la gobernación rechazan de plano esa posibilidad. 

Los trabajadores de la Salud en Neuquén atravesaron un 2020 de constante deterioro. A la pandemia que azotó con fuerza a la provincia patagónica -que rozó el desborde en varios distritos- se le sumaron recortes en licencias y vacaciones solo disponibles "a las necesidades del servicio”. 

Pero no se detiene ahí: la recomposición salarial de ese año fue 0% y a comienzos de 2021, ATE, gremio cercano al Movimiento Popular Neuquino, firmó un acuerdo del 12% que no satisfizo a nadie.

“Todo el mundo estaba indignado dentro de los hospitales. Empezamos a armar asambleas, que producto de la burocracia sindical hacia un montón que no había. Empezamos a hablar con otros hospitales y de las asambleas surgió el rechazo a este acuerdo”, explica a Filo.News Gabriela Suppicich, del hospital de Plottier.

Esos cortes de ruta produjeron las pérdidas millonarias que ilustraron las tapas de los portales, única visión que se le otorgó al conflicto en la provincia. Las pérdidas para la industria son de más de 3 millones de metros cúbicos de gas y 10.000 barriles diarios. 

A más de 20 días de iniciados los cortes, apoyados por la mayoría de los ciudadanos que reconocen la tarea de los trabajadores de la Salud en la lucha contra el COVID-19, ahora la mano empieza a cambiar ante la necesidad de volver a producir y trabajar. 

Según explicaron especialistas a este portal, son alrededor de 10.000 trabajadores afectados por no pueden movilizarse hacia sus puestos de trabajo y alteran el recambio de personal que se encarga del trabajo.

"Parando toda la producción de petróleo y gas no vas a generar un efecto que cambie la ecuación. De acá a diciembre va a salir carísimo", sostuvieron fuentes de la industria.

Los trabajadores autoconvocados mantendrán mañana una asamblea para definir los pasos a seguir, tras una oferta que la mayoría de las partes del conflicto considera razonable, incluso ante el 0% ofrecido en 2020. 

Para poder financiar este aumento, el Ejecutivo neuquino envió un proyecto de endeudamiento por 13.500 millones a la Legislatura.

"Lo que hizo el gobierno en este contexto es tomar riesgos pero siempre pensando en la recomposición salarial y en pacificar la situación", explicaron desde la gobernación a Filo.News. 

Los trabajadores autoconvocados reconocieron haber conseguido algunos de sus reclamos, aunque el pliego de cuatro puntos presentado al comienzo del conflicto exigía también que se eviten descuentos y suspensiones para quienes pusieron el cuerpo estos 20 días.

El aumento también incluye un bono por ropa -el año pasado, muchos trabajadores debieron poner dinero de su bolsillo para obtener los elementos de protección necesarios en una pandemia- y recibirán además los $6.500 anunciados por Alberto Fernández la semana pasada.

La presión de los habitantes de las zonas en conflicto también influye a la hora de flexibilizar los paros, algo que comenzó a suceder en las últimas horas.

Superado este conflicto, Neuquén continuará con un sistema de salud endeble por la falta de personal a la espera de una segunda ola que, si no sucede nada extraordinario, llegará como el año pasado, cuando se expandan los contagios desde el AMBA.

“El sistema de salud tiene pocos recursos, estamos teniendo problemas porque no hay profesionales”, explica Suppicich.

Por otro lado, la producción de gas se verá afectada para el resto del año, lo que provocará muy posiblemente un aumento de la importación para poder abastecer a la producción, desarrollada en gran parte a partir de la generación eléctrica producida por gas.

Especialistas describen la situación como muy similar a la que se vivió durante los últimos años de Cristina Kirchner, cuando se producían cortes selectivos y se aumentaba la importación. 

Además, muchas empresas no podrán cumplir con lo dispuesto en el Plan Gas. ¿El gobierno, que no se involucró en el conflicto, las penalizará cuando no lleguen a cumplir lo pactado? Suena insensato.

"Las consecuencias de los bloqueos se van a percibir en términos macroeconómicos", agregaron.