Durante el debate en el que se votó la llamada "Ley Justina", el jefe del bloque Justicialista de la Cámara de Diputados, Pablo Kosiner, conmovió hoy al recordar la pérdida de un hijo que esperaba un trasplante de riñón.
"Si las circunstancias de la vida hubiesen sido otra yo debería estar ahí, con los papás de Justina y esta ley podría llamarse Ley Juan Pablo", aseguró el salteño, que recordó su vivencia personal cuando en 2011 sufrió la muerte de su hijo Juan Pablo, de 16 años.
"Tuve la situación desgraciada de perder a Juan Pablo, en una terapia del Hospital Italiano, esperando un trasplante en emergencia nacional", relató Kosiner, que en ese entonces se desempeñaba como ministro de Seguridad de la provincia de Salta.
En un emotivo discurso, Kosiner -que presentó una iniciativa similar a la que se terminó aprobando- mostró una fotografía de su hijo.
El proyecto de ley simplifica los trasplantes al invertir la presunción de donante: todas las personas mayores de 18 años se convierten en donantes a menos que hayan dejado constancia expresa de lo contrario estando en vida, y no se requiere el consentimiento de familiares para proceder a la ablación de órganos o tejidos.