Personal de la construcción, arquitectos y directores de equipo de las empresas que trabajan en la reconstrucción de la catedral de Notre Dame regresaron esta semana a la base de operaciones para preparar la vuelta al trabajo después de una pausa por las medidas de aislamiento para evitar la propagación del coronavirus.
Hace más de un año, el 15 de abril, un incendio arrasó con la histórica catedral de Notre Dame de París. Las llamas destruyeron la aguja y el techo del edificio de 850 años de antigüedad a orillas del río Sena.
Los trabajos de reconstrucción fueron interrumpidos en varias oportunidades en este último año. Riesgo de derrumbe, riesgos de contaminación y, por último, el aislamiento a nivel nacional que fue establecido en Francia desde el 17 de marzo.