Paula Rodríguez, escritora del libro "Ni Una Menos": "Las muertes por aborto clandestino son femicidios en manos del Estado"
Entrevista exclusiva a la autora del ejemplar que narra cómo nació la lucha de las mujeres y el histórico 3 de junio. A un día de la votación por el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, su perspectiva del tema, qué se determinará en la Cámara de Diputados y más
Pasaron tres años desde el histórico 3 de junio de 2015, cuando miles de personas, organizaciones, y el colectivo organizador de mujeres gritó por primera vez "Ni Una Menos".
Fue un reclamo, una consigna, un lema que se convirtió en identidad. Fue un antes y un después respecto al feminismo, las cuestiones de género y sobre todo, decirle "No" a la violencia machista.
Hoy, en la sociedad late la historia y una decisión que cambiaría el curso del país significativamente: aprobar o no el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Mañana, 13 de junio, la Cámara de Diputados votará -luego de varias sesiones de debate- y anunciará la decisión final que mantiene alerta a la Argentina y a la sociedad pronunciada con pañuelos de colores.
En este sentido, Filo News se comunicó con Paula Rodríguez, autora del libro Ni Una Menos, quien, en una entrevista exclusiva, aportó su perspectiva y evaluó las cuestiones que se han modificado y las que aún no, tras cuatro movilizaciones contra la violencia de género.
A 3 años de la primera marcha de Ni Una Menos. ¿Creés que hubo avances concretos en la sociedad? ¿Quedan cosas por trabajar?
A tres años de la primera movilización de Ni Una Menos, es decir, con cuatro marchas encima, se avanzó muchísimo en términos del Movimiento de Mujeres de la Argentina. Estalló el Movimiento de Mujeres y hoy es una de las referencias mundiales en términos de esta nueva ola de feminismo.
Se avanzó más en ese sentido que en el de las políticas públicas, que van muy por detrás de las necesidades y de la urgencia que hay con las necesidades. Todo lo que tiene que ver con el reclamo por contar con estadística oficial tuvo ciertos avances.
Lamentablemente, paralelo a eso, podría decir que hubo despidos: hace muy poco tiempo en la línea 144, en conjunto con todos los despidos que está habiendo en el Estado.
Hay desinversión en políticas públicas y no se puso a la cabeza de las prioridades el asistir a las víctimas y combatir la violencia contra las mujeres.
Hace tres años la estadística era: Cada 30 horas una mujer es asesinada. ¿Se logró disminuir esa cifra?
Las estadísticas son similares, lo que además ha ocurrido es que se verifican por el lado de los femicidios, algunos casos de extrema crueldad. Se detectaron más sistemáticamente casos de violaciones grupales. Hay mucho “femicidio vinculado”, esto es básicamente hijos y familiares de y otros familiares de víctimas de femicidios, que también se convierten en víctimas.
Es decir, las estadísticas no han mejorado. La regularidad y el número de femicidios no se han detenido.
¿Aborto Legal sí? ¿Por qué?
¿Te parece correcto o no que la lucha de Ni Una Menos se relacione con el reclamo por la despenalización del aborto?
Aborto legal es uno de los reclamos del Movimiento de Mujeres y es uno de los reclamos del colectivo Ni Una Menos. Estuvo incluido en el documento de la primera marcha en una alusión en cuanto a la decisión de las mujeres sobre sus cuerpos y sobre cuántos hijos tener, cómo y cuándo.
Hubo presencia de la Campaña en aquella marcha. Sin embargo, en ese momento no existieron referencias más explícitas por cuestiones que en ese momento se consideraron estratégicas pero ha pasado a ser, desde entonces, uno de los reclamos de Ni Una Menos por la sencilla razón de que las muertes que son evitables, si no hay políticas públicas para evitarlas, son responsabilidad del Estado.
Las muertes por aborto clandestino son femicidio en manos del Estado y es su responsabilidad evitarlas. No hay, ni para mí, ni conozco activistas de Ni Una Menos, que piensen distinto; un divorcio entre la consigna y la despenalización del aborto.
Respecto a tu respuesta en la que mencionás que no conocés a ninguna persona que se manifieste en contra del aborto militando en Ni Una Menos, la madre de Ángeles Rawson sí expresó su postura en contra de la ley. ¿Qué opinás sobre esto?
La mamá de Ángeles Rawson, Jimena Aduriz, y Verónica Camargo, la mamá de Chiara Páez, son dos personas que respeto mucho, que han sido muy amorosas conmigo y me han dado entrevistas cuando yo estaba escribiendo el libro de Ni Una Menos.
En especial Verónica, quien hacía muy poco que había perdido a su hija. También viajé a Rufino por un evento que ella organizó. Muchas veces hemos charlado de nuestras diferencias respecto al tema puntual del aborto.
Ellas consideran que no es compatible el reclamo de Ni Una Menos con el reclamo del Aborto Legal, cuando yo me refiero a las organizadoras y activistas. Ellas han sido invitadas, han participado pero no se identifican con la organización ni con la gestación del movimiento.
Jamás me enfrentaría ni discutiría con ellas. Entendimos nuestros puntos de vista y nuestras diferencias de entrada y estaremos juntas mil veces y nos diferencia solo esto.
¿Por qué creés que hay muchas personas que se oponen a la legalización del aborto?
Hay muchas personas en contra del derecho del aborto legal, seguro y gratuito. No son mayoría, no hay sondeos que estén indicando que sean mayoría. No sabría decir persona por persona pero las instituciones que están militando la oposición a esta ley no están en contra de la ley en sí sino de los derechos y todo lo que les molesta que es: la sexualidad de las mujeres, la libertad de decidir sobre sus cuerpos.
Son los mismos sectores que mientras que ahora hablan de anticonceptivos y educación sexual, han militado en contra de las leyes que garantizaban esos accesos. Se han resistido en muchas provincias, en instituciones, en colegios al acceso a la educación sexual integral, incluso con una ley que regula que sea obligatorio.
Han pedido la objeción de consciencia y han cuestionado, en su momento, los métodos anticonceptivos enumerados en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Es decir, son antiderechos. No están meramente en contra del aborto. Están en contra del aborto hoy, estuvieron en contra de la educación sexual antes y del acceso a los anticonceptivos más antes, y ahora los usan como argumento de que es más prioritario eso antes que el aborto cuando no sólo que nunca han hecho nada, sino que se han opuesto a todas esas políticas.
Te repregunto. Cuando te mencioné si te parecía correcto o no que la lucha de Ni Una Menos se relacione con el reclamo por la despenalización del aborto, apuntaba al argumento de muchas personas que aseguran: “Gritan Ni Una Menos pero qué pasa con la bebé que se aborta”.
Sí, con respecto a los que dicen << “Gritan Ni Una Menos pero qué pasa con la bebé que se aborta”>> no tengo respuesta para eso porque creo que ya hay un montón de argumentos expuestos en términos de que estamos hablando de embriones. Los Derechos Humanos, todos los tratados y organismos de Derechos Humanos no reconocen al embrión como persona o como pasible de protección del Derecho a la Vida.
La protección en el Derecho es progresiva, no es una protección total. Entonces, es una premisa a la que no puedo responder porque es falaz. ¿Cómo respondés a una premisa falaz? No es un argumento, es un slogan.
Como autora del libro que marcó un precedente en la sociedad. ¿Qué cuestiones considerás que aún faltan para gritar “Ni Una Menos”?
Las cuestiones que faltan en relación a Ni Una Menos podrían englobarse en una afirmación: “Faltan políticas públicas”. Tal vez las haya aisladamente. Hay funcionarios y funcionarias que aisladamente hacen lo que pueden con sus presupuestos para avanzar en algunas medidas pero no hay decisiones globales, integrales, sistemáticas y con presupuesto e inversión que garanticen una política pública fuerte y sostenida para asistir a las víctimas y para la prevención de la violencia.
Lo que falta no es una enumeración de tres o cuatro puntos pero sí un reclamo más global: que pase a ser una prioridad política.
¿Qué esperás que mañana pase en el Congreso? ¿Cómo ves la votación?
En cuanto a la votación, yo no soy de los que está cubriendo en Congreso, sí estoy en contacto con la gente de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, de hecho mañana voy a estar trabajando en cobertura pero en la calle, no adentro.
La verdad que trabajando con la gente que está en el tema lo que veo es que tienen días más optimistas, y días en que -quizás un diputado que dijo en confianza que iba a votar a favor, después se manifiesta en contra- el ánimo cae.
Hay unos cuantos indecisos. Los analistas dicen que los indecisos tienden a inclinarse más a favor de la ley y que no revelan su voto hasta el final para no ser objeto de las presiones a las que se han sometido los diputados argumentaron estar a favor de la despenalización.
Muchas activistas me están contando las presiones que hay en las provincias, en determinadas provincias específicamente, por parte de la Iglesia Católica.
Hoy martes a la noche hay un estado de ánimo optimista. En lo personal creo que acá está pasando algo muy parecido al Ni Una Menos en temas de visibilización. En términos de que las mujeres le hayan puesto el cuerpo y la voz, que en cualquier lugar que se inicia una conversación alguien se entera que un miembro de su familia abortó, se rompen silencios.
Me parece que eso no tiene vuelta atrás. En ese sentido soy optimista hasta en el criterio oportunista de los políticos que no quieren quedar atrás de un reclamo que les puede llegar a costar en los comicios.