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A los 85 años, el productor es protagonista de una serie que cuenta su vida y su extensa trayectoria en los medios.
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El británico Andrew Paul Westlake, de 30 años, tenía planeado vacacionar con su hija de un año y su novia en Inglaterra, pero tras haber perdido su vuelo en el Aeropuerto de Dalaman, en Turquía, debió aguardar 3 días para conseguir un pasaje.
Luego de abordar un vuelo a las 3 de la mañana del lunes 28 de mayo, discutió con los tripulantes de la cabina del avión y el propio piloto ordenó que lo bajaran por "desobediencia".
La policía entró en acción y lo escoltaron fuera de la aeronave, y allí comenzó la tragedia. Las primeras versiones sostenían que Westlake se había caído de un balcón del aeropuerto de más de 15 metros de altura, pero testigos aseguran que fue él mismo quien trepó hasta allí arriba y se tiró.
Se trataba de la primera vacación familiar que tendría, por ello sus ansias de viajar de inmediato. Una de las últimas personas que conversó con él minutos antes del suicidio reveló que la víctima se quejaba de haber sido echado de un vuelo por colocarse crema solar para cubrir unas ampollas que tenía en el pie.
"Dijo que lo único que quería era llegar a su casa. Parecía algo nervioso, pero para nada agresivo; simpático", contó el testigo al diario inglés The Sun.
Una pareja que atestiguó los últimos minutos de vida de Westlake aseguró que, antes de lanzarse, intentó traspasar el vidrio que separaba el interior del aeropuerto con el balcón al que después treparía para quitarse la vida.
"Mi novio le preguntó si estaba bien y trató de darle una mano para ayudarlo a ponerse de pie, pero él no hablaba. Se paró, se alejó de la barrera y luego corrió hacia ella, saltando directamente hacia el piso inferior", contó una mujer sobre el traumático episodio.
La tía de Westlake, Pauline Butler, confesó que, de joven, sufrió "algunos problemas" pero cambió completamente cuando su hija nació.
Una vez que el joven se tiró del balcón, los paramédicos corrieron a socorrerlo y lo trasladaron al hospital más cercano. Tenía varias costillas rotas y nunca recuperó la conciencia, muriendo en las primeras horas del martes 29 de mayo.
