"No pierdan la esperanza": mensaje e historia de una nieta que cuida a su abuelo con Alzheimer
Camila Camejo tiene 21 años, es estudiante de medicina y de instrumentación quirúrgica, y en el Día Internacional del Alzheimer cuenta en primera persona cómo transita la enfermedad junto a una de las personas a las que más ama
El 21 de septiembre se conmemora en el mundo una fecha para concientizar sobre la también conocida como "enfermedad del olvido": El Alzheimer.
Camila Camejo, una estudiante de 21 años, cuenta en primera persona y en diálogo con Filo News el momento en el que -junto a su familia- su vida se transformó. "Recibió el diagnóstico hace dos meses y medio aproximadamente. Me acuerdo porque estaba con él", recuerda.
Su abuelo, Rubén, fue diagnostigado con la enfermedad hace dos meses. Desde entonces, Camila y su familia se unen para acompañarlo, para que no pierda su autonomía y que su calidad de vida sea la mejor.
El instante en que todo se trasformó
"Recibió el diagnóstico hace dos meses y medio más o menos. Me acuerdo, estaba con él.
Me empezaron a parecer raros algunos olvidos que tenía. Al estudiar medicina, uno ya se da cuenta de las señales por eso fue que me pareció extraño que tenga esos olvidos específicos.
En mi caso, le realicé un test de memoria que había aprendido en la facultad y me di cuenta de que el resultado le había dado muy bajo. Eso fue lo que me hizo preocupar y ocuparme en realidad: pedí un turno en el Servicio de Neurología del Hospital donde yo estaba estudiando.
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Por suerte lo conseguí rápido y lo llevamos. Le hicieron un montón de estudios, entre ellos una tomografía. Cuando vi la tomografía, me di cuenta. Fuimos, se lo presentamos a un neurólogo, quien le hizo también muchas preguntas -un test neurocognitivo, el mismo que yo le había hecho medio cacero pero bien realizado- y también le dio un resultado muy bajo.
Entonces miré al neurólogo y le pregunté "¿Es lo que yo pienso?". Me dijo que sí".
Emociones encontradas
"En parte, yo me sentía preparada, ya sabía lo que me iba a decir el médico pero igual, uno siente que le cae un baldazo de agua fría cuando escucha la palabra "Alzheimer". Te cae la ficha.
"Lo primero que pensé fue en él y en todos los recuerdos que tengo con él, sabiendo que los va a ir perdiendo de a poco"
El neurólogo me dijo que lo habíamos agarrado bastante a tiempo, no estaba tan avanzado. Suerte que nos habíamos dado cuenta. Me dijo que había sido fundamental que yo notara esas pequeñas señales y lo llevara rápido al médico".
Tratamiento
"Inició un tratamiento para la memoria que consiste en tomar unas pastillas. Es una lucha diaria. Es difícil, se vuelven niños nuevamente. Hay que estar atrás de él y lo hago con gusto porque estuvo constantemente conmigo y ahora me toca a mí".
Cuidados brindados
"Mi abuelo ahora está viviendo con mi hermana, ella tiene más comodidades. Actualmente tiene mucha independencia. Estamos muy agradecidos por eso. Él va a hacer las compras, lleva a sus nietas al colegio, las pasa a buscar. Siempre controlando todo".
"Nosotros le facilitamos un montón de cosas para que él siga manteniendo su independencia y su autonomía"
Entre estos cuidados: lo ayudan a combinar la ropa, a ver que coma, entre otras acciones fundamentales.
Momentos juntos
"Los momentos que siempre recuerdo y él hasta ahora los recuerda, son aquellos cuando íbamos a su casa en Uruguay, donde nos consentía mucho (a todos sus nietos). Y lo sigue haciendo, aunque tengo 21 años me prepara mate, la merienda, cualquier cosa que necesito va y me la compra. Es muy lindo tenerlo. Adora a mi perro matute, y salimos juntos a pasear. Son momentos que uno nunca va a olvidar".
¿Cuándo decidiste estudiar medicina?
"Yo decidí estudiar medicina por sentir el dolor en carne propia. Esa empatía que uno trae es también una vocación. La empatía es fundamental no sólo en la medicina si no también cualquiera de las carreras relacionadas con la ciencia de la salud.
"Estar para acompañar el dolor de las personas. Si no se puede curarlos, estar ahí"
Tuve muchos problemas de salud de pequeña y los sigo teniendo. Entonces sentirme del lado del paciente y querer aprender más. Querer no ser como algunos médicos que me trataron. En la parte médica también hay mucha ignorancia, con respecto al paciente se quedan sólo en lo científico y no piensan en los sentimientos. Eso me llamó la atención y elegí esta carrera. También elegí instrumentación quirúrgica".
Consejos y un mensaje de esperanza
"Es difícil, no es nada fácil. Es complicado. Es duro. Muchas veces es triste porque ver cómo tu familiar se apaga lentamente.
No pierdan las esperanzas, manténganlo lo más activo posible eso ayuda mucho, hagánlo sentir útil. Que las cosas que siempre disfrtutó que las siga haciendo -como preparar un café-, que trate de hacer su vida lo más normal posible, controlarlo mucho, mostrarle fotos, que le den mucho amor y se lo recuerden día a día. Siempre tener presente que todo lo hacés para cuidarlo"