Moana, la guerrera que desde hace meses espera ser adoptada y nadie pregunta por ella
Fue rescatada en junio de 2021 y desde noviembre espera dar con su familia ideal. Las proteccionistas aseguran que la perra deja en evidencia el estigma del pitbull.
Moana tiene aproximadamente 6 años y fue hallada en Glew, provincia de Buenos Aires, en el mes de junio de 2021 cuando la alerta sobre una perra escondida, en estado calamitoso de salud, llegó a las proteccionistas de "Yo Adopto Argentina" quienes no dudaron en rescatarla.
La escena era desgarradora y sacarla de la calle fue el primer paso. Naty Pineda se ofreció como hogar de tránsito y con su amor y dedicación consiguió cambiar aquellos ojos de sufrimiento y dolor por una mirada feliz. Al involucrarse le devolvió no solo el brillo sino también las ganas de vivir.
Luego de los primeros controles veterinarios confirmaron que Moana tenía el llamado Tumor Venéreo Transmisible (TVT) o Tumor de Sticker, un cáncer genital horrible, contagioso entre especies animales. "Empezamos con quimioterapia una vez por semana, pero con el paso de los días notamos que no había mejoras en su enfermedad ni en su estado anímico", contó Zaira Mauas, una de las integrantes de @yoadoptoargentina a Filo.News.
"También le diagnosticaron ehrlichia (una enfermedad en la sangre que trasmiten las garrapatas) que requirió tratamiento y trajo complicaciones en su cuadro. Para obtener mejores resultados en la reducción del tumor se decidió cambiar a una quimio bastante más fuerte que se aplicaba una vez cada tres semanas (un antivomitivo + una pastilla correspondiente) y que afortunadamente funcionó aunque en el medio le ocasionó muchísimas pérdidas de sangre", detalló la rescatista.
Para estabilizarla y evitar suspender el tratamiento Moana debió ser intervenida quirúrgicamente con urgencia por lo que las chicas de Yo Adopto tuvieron que conseguir una importante suma de dinero en tiempo récord que sirvió para costear la castración (que se extendió durante varias horas y en la que que corrió riesgo su vida), las transfusiones de plaquetas y los análisis de sangre posteriores.
A principios de noviembre la perra se adueñó de la cuenta de Instagram para anunciar que había recibido el alta veterinaria y que oficialmente estaba en adopción: "Soy Moana. Mi nombre significa 'océano' y algunos lo interpretan como 'vida hermosa' o 'gran vida' y eso es lo que el destino me tiene preparado, lo sé". Pero aunque se describió como "una gordita cariñosa" que ama el sillón y jugar en el parque con su pelota no consiguió dar con su familia ideal.
"Estoy siempre dispuesta a recibir mimos. Además, soy una guerrera incansable. Y tengo el superpoder de derretirte de amor con una mirada", completó Moana en Instagram sobre su personalidad...pero nadie preguntó por ella.
Días después, sin perder las esperanzas, volvió a aparecer en Instagram tratando de hallar a alguien que la adopte: "Se está haciendo desear, mi familia está tardando en llegar, pero sé que pronto llegará", redactó con sus patas.
"Ella es una dulce. Cuando entra en confianza se te acerca para que la acaricies y mueve la cola como loca de felicidad. Ama jugar con la pelota, dormir siestas y que le rasquen la pancita", confirmó Zaira sobre Moana.
El estigma del pitbull
Las proteccionistas de Yo Adopto entienden que la familia de Moana se hace esperar primero porque es una perra de aproximadamente 6 años de edad y los cachorros siempre tiene prioridad y más oportunidades y después por su raza. "Lo sienten como una amenaza", sentenció una de ellas.
Lo cierto es que ningún perro nace siendo agresivo. No importa su raza ni su tamaño. Es una falacia. Es una estigmatización social que, como a Moana, puede dejarlos en la calle y hasta llevarlos hacia su propia muerte.
Cuando un perro manifiesta problemas de conducta es porque ha sido criado así. Puede que haya sufrido alguna experiencia traumática que involucre a más perros, personas u otros animales; que no haya sido socializado; o que a lo largo de su vida haya sido víctima de maltrato y/o abuso. Las posibles causas son diversas pero en todos los casos es necesario aclarar que tiene tratamiento y solución.
"Sería hermoso que la gente entienda que un pitbull o cualquier otro perro puede tener sus cosas buenas y malas y que cada perro responde según el amor que le brinde el humano y como sea criado. Sea pitbull o mestizo siempre hay que tener los mismos cuidados y dedicación", concluyó Mauas.
Su hogar ideal es sin niños ni gatos (porque nunca convivió con ellos). Con patio o jardín para que pueda disfrutar del aire libre y gastar energía. Si tenés 25 años o más y vivís en la Ciudad de Buenos Aires o alrededores y estás interesado en adoptarla hacé clic acá y pedí el formulario de adopción.