En Gualeguaychú, Nahir Galarza, de 19 años, mató a su ex novio, Fernando Pastorizzo, de dos balazos en el pecho tras dispararle con el arma reglamentaria de su papá. El hombre fue quien la acompañó a entregarse a la policía. Quedó detenida en el área de psiquiatría.
La joven de 19 años fue imputada por el delito de homicidio agravado por el vínculo, informaron hoy fuentes judiciales. El fiscal Sergio Rondoni Caffa imputó a Nahir Galarza por el "homicidio agravado por el vínculo" de su pareja, Fernando Pastorizzo (21), que prevé prisión perpetua.
La joven contó que había pasado la noche con Fernando en la casa de ella, que luego fueron a andar en moto y por razones que aún no se determinaron, le efectuó dos disparos en el pecho. “Ella manifestó: ‘Fui yo, quítenle responsabilidad a mi padre y a mi familia’”, afirmó el abogado Víctor Rebossio, defensor de Nahir, cuando describió cómo fue el momento en que la chica se entregó a las autoridades.
El hecho se conoció ayer alrededor de las 5 de la madrugada, cuando Pastorizzo fue hallado sin vida al lado de su motocicleta y con todas sus pertenencias intactas, por lo que inmediatamente se descartó un robo.
Rebossio explicó que Nahir, estudiante de Abogacía de la Universidad de Concepción del Uruguay, fue internada tras la confesión “porque no se encuentra en buen estado de salud, sobre todo psíquico, y explicará más adelante lo que sucedió”.
“La responsabilidad debe ser asumida por una persona que esté sana. Sé que hay situaciones de violencia alrededor de ella, y quiero saber por qué sucedió”, aseguró el letrado, aunque aclaró que la relación de la joven con sus padres era “perfecta”.
Según fuentes policiales, un remisero que pasaba por el lugar vio el cuerpo tirado en la calle y con el rostro cubierto de sangre, por lo que alertó a la policía local.
El remisero que encontró el cadáver contó que vio la moto caída “y al lado un muchacho en el suelo y otra persona agachada que supuestamente lo estaba ayudando”. El hombre explicó que, luego de dejar a un pasajero, regresó al lugar “para ver si podía ser de alguna ayuda”.
“Ya no estaba en el lugar esa otra persona que había visto previamente junto al muchacho caído y que no pude determinar si era un hombre o una mujer, porque a esa hora todavía estaba oscuro, pero al lado de la moto caída había dos cascos. Esa segunda persona, cuando regresé, ya no estaba ahí”, indicó el remisero.
Acerca de la víctima, aseguró que cuando él llegó todavía estaba agonizando, ya que movía la boca, pero debido a que la ambulancia tardó alrededor de media hora, finalmente murió en el lugar.